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Los aparatos del gimnasio también pueden ser inteligentes

Probamos la primera máquina ‘multipower’ de gimnasio de carga automática. Cansa igual que las convencionales. No hay magia. Pero promete una eficiencia de entrenamiento un 30% mayor

Hay algo peor que estar apuntado al gimnasio y no ir. Estar apuntado, ir con regularidad y conservar el mismo físico después de un año y medio. Al principio no decía a nadie que iba porque era demasiado pronto; ahora he dejado de decirlo porque llevo demasiado tiempo yendo. Pensé en recurrir a un entrenador personal, pero temía perder los pocos seguidores que tengo en Instagram por llenarlo de frases como “prohibido rendirse”. Decidí entonces desplazarme a Crevillente, Alicante, a la empresa Smarttone, para probar la primera máquina de pesas multipower de carga automática. Ese aparato de gimnasio que consta de un banco y un arco que lo rodea con pesas y en el que se practican infinidad de ejercicios, pero todo automático. Dirigido desde una pantalla táctil. Alguien que piensa que no se puede dejar el móvil enchufado toda la noche fía su físico a la tecnología.

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Nexa, el nombre de esta máquina con un diseño más cercano a un Fórmula 1 que a un press de banca carcelario, asegura un entrenamiento eficiente y seguro. Cansa igual. No hay magia. Pero garantiza una progresión muscular un 30% más rápida. La clave está en la función excéntrica o negativa, es decir, en la carga que se soporta al descender la barra. En una máquina convencional el peso es el mismo —si ya temo que el cable de los cascos se enrede con los discos, como para pensar en cambiarlos—, mientras que Nexa permite incrementar la carga en la contracción negativa del músculo. Libremente, desde las dos pantallas táctiles que tiene. Se puede programar un peso de 20 kilos, por ejemplo, en el press de banca (ejercicio de pecho) para el levantamiento y que la carga sea de 25 kilos cuando se contraen los brazos y desciende la barra.

Aspecto

Nexa by Smarttone tiene el aspecto de una máquina de gimnasio, pero con unas funciones que asisten en el ejercicio y unos acabados de calidad. Uno se sienta en el banco de la misma manera, es tan versátil como la mejor de las multipower y, lamentablemente, fatiga igual que cualquier aparato de este tipo.

La primera vez asusta. Tanto, que pensé que me iba a quedar atrapado, que tendríamos que suspender la prueba y nos iríamos antes de tiempo a tomar un arroz con caracoles. Pero Nexa tiene una función de seguridad. Impide que la barra, por mucha carga que lleve programada, te aprisione. “En esta máquina puede entrenar alguien muy experto o una persona de 70 años”, explica Juan Pedro Alonso, el ingeniero que ha desarrollado Nexa y propietario de Smarttone, el fabricante con sede en Crevillente.

Los asiduos al gimnasio suelen contar con la ayuda de un compañero que tira de la barra en las últimas repeticiones para llevarles hasta el límite. Nexa incorpora esta función. Si percibe que la fuerza no es suficiente para llegar al final, da un pequeño empujón. “Tanto la contracción excéntrica como llegar hasta el fallo muscular es fundamental para la hipertrofia”, explica Alonso.

Digital

Cuenta con dos pantallas táctiles desde donde se crean los perfiles de usuario para configurar el peso y las repeticiones y se activan las funciones de seguridad y ayuda. La principal se maneja antes de comenzar el ejercicio y la secundaria, instalada en un lateral y más pequeña, se controla desde el banco.

El descanso es otra de las claves para ganar musculatura. “La gente pierde mucho el tiempo”, dice. En el gimnasio de mi barrio me quedo embobado hasta cuando ponen un partido de voleibol en Teledeporte. Nexa te asegura que los 30 segundos o el tiempo pertinente entre serie y serie sea un descanso total. “No hay que levantarse a cambiar los discos después de cada ejercicio. Uno espera sentado. El peso se programa de antemano”, indica. A veces se manipulan incorrectamente los discos, lo que acarrea lesiones. Nexa carga el peso de manera automática. Solo hay que esperar y descansar.

Las dos pantallas táctiles, que permiten preestablecer los ejercicios, no impiden contar con la ayuda de un monitor en la confección de las tablas. “Si estas máquinas estuvieran en los gimnasios, los entrenadores personales podrían trabajar con 50 personas en lugar de con 10”, cuenta Alonso. “Y bajaría el precio de estos servicios”, añade.

Funcionamiento

El disco ovalado recubierto de piel simula las pesas de una máquina convencional. Pero la carga no se encuentra ahí, sino en unos cilindros de acero al carbono cromado ubicados en los laterales. El disco aloja la pantalla secundaria, más pequeña y que se controla desde el banco. A lo largo del arco, unos apliques permiten engarzar la barra en función del tipo de ejercicio

La motivación suma a la hora de hacer ejercicio. La máquina incorpora luces en la parte de la carga y unos relojes en las pantallas que guían a quien está entrenando. Nexa te puntúa cada ejercicio y te corrige. La información se registra en el perfil del usuario seleccionado. Sirve para evaluar el progreso. “Hemos cuidado mucho el diseño. Los pesos cilíndricos de acero cromado son un gran cambio”, afirma. El mantenimiento de la máquina no es complejo. “Está conectada 24 horas con nosotros. Cualquier incidencia la controlamos desde la oficina”, explica Alonso. Lo que no pueden vigilar es qué comen los usuarios. “Tiene una importancia del 80% o 90% en el entrenamiento”, ilustra. Otro año y medio sin notar ni un cambio.

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