Robots que cogen cosas, listas y otra disrupción fotográfica

Kodak ha sido uno de los casos de libro de cómo la falta de previsión puede hundir un negocio monopolístico. La fotografía digital, sin embargo, se encuentra hoy en día en una decadencia que aventura nuevos modelos de negocio. La causa: la falta de innovación. 

Los profesores de la Universidad de Berkeley se han sumergido en el mundo de la realidad aumentada. Un grupo formado por ambos está tratando de desarrollar algo llamado ISAACS (Immersive Semi-Autonomous Area Command System, no hace falta traducción, ¿no?), un software open source que ayudará a los humanos a interactuar con drones y robots mediante realidad aumentada. ISAACS usa SLAM, el sistema que permite crear mapas de entornos desconocidos y, simultáneamente, seguir el rastro de un agente.

Al otro lado de EE UU, en Massachussets, un robot con la cabeza en las nubes se pasa el día  cogiendo objetos aleatorios (botellas de champú, cebolla, latas, etc), de una cinta transportadora circular. Este forma parte de un experimento de un robot de RighthandRobotics que pretende avanzar en el desarrollo de robots que sean capaces de coger cosas, algo que parece fácil para un humano, pero no lo es para un robot. 

En China, las autoridades de Beijing (eso que de pequeños llamábamos alegremente Pekín) han tomado medidas para contener una burbuja inmobiliaria que amenaza con dejar a los españoles como aficionados. Un apartamento de dos dormitorios se puede ir hasta los 800.000 euros (9.000 euros el metro cuadrado). El Ayuntamiento ha elevado hasta el 60% el capital mínimo que hay que aportar en efectivo para hacer una compra, prohibido la compra de una tercera vivienda y las hipotecas a más de 25 años. Aun así, la inventiva suele buscar vías alternativas, como por ejemplo los divorcios falsos para poder comprar más ladrillos.

Cosas de jefes. Lo de ser nuevo en esto de ser jefe es que cometes errores (bueno, los cometes siempre, en realidad). Estos son los 15 principales. Seguimos con el lugar de trabajo. Algunos científicos sociales aseguran que la elección de Donald Trump ha hecho que se esté produciendo un contraataque de la dominación masculina en la empresa tras los avances de la mujer en este sentido. Eso, si es verdad que alguna vez dejó de existir.

Por cierto, que a la persona que inventó internet no le gusta, precisamente, en qué se ha convertido.