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Aleix Valls: “Lo que vivimos es un cambio de paradigma con la tecnología como ‘driver’”

Primero fue el estado líquido de Bauman. Ahora está siendo la realidad gas. ¿Y qué vendrá luego? ¿Hay que creer que el crecimiento exponencial de la Ley de Moore es el destino de la humanidad? Aleix Valls (Barcelona, 1977), director general del Mobile World Capital, no lo cree así. “Pienso que lo que estamos viviendo es transitorio. Es cierto que cuando sube la temperatura y aumenta la presión pasamos de líquido a gas. Pero yo creo que esta tendencia se irá enfriando”. Eso sí, no tiene duda en reconocer la realidad presente como “un cambio de paradigma con la tecnología como driver”.

Sea la tercera, o  la cuarta, Valls apuesta por este último término —elegido en el Foro Económico Mundial de Davos como el adecuado para describir esta disrupción—, el directivo ve claro que se trata de una revolución industrial. “Cómo la llamemos es más una cuestión de marketing, pero se dan todos los ingredientes para calificarla como tal”.

"Las empresas nativas digitales están reordenando la economía"

Como peces en el agua, las startups son la anatomía empresarial propia de esta efervescencia. Y están teniendo un doble efecto: crear nuevos modelos de negocio y obligar a repensar los viejos. “Mira un sector como el turismo. De pronto llega Airbnb y es capaz de reordenar la demanda sin poseer un solo establecimiento. Las empresas nativas digitales están reordenando la economía y obligando a que sectores tradicionales piensen cuál en su modelo de negocio, cadena de valor y quiénes son sus rivales”.

El riesgo de burbuja tiene para Valls una respuesta doble. Si se habla de Alphabet, Facebook, Apple y Microsoft, las cuatro empresas que lideran el mercado en la valoración de su negocio, tiene una respuesta clara: “No. No le veo sentido que alguien me plantee que la valoración de mercado de los players principales es una burbuja. Y no lo creo porque son pilares clave de las infraestructuras de la nueva economía”. Otra cosa es el mundillo de las startups. “¿Vemos muchas startups con valoraciones altas que luego se desinflan? Es cierto, pero no creo que sea tanto porque sean un bluf como por la propia dinámica y estabilización del mercado”.

A tendencias de futuro, Valls tiene claro a que caballo apostar. “La inteligencia artificial va a ser clave. Watson —el sistema cognitivo de IBM— es divertido, y será la solución para que un pequeño negocio, pongamos una metalúrgica, empiece a usar herramientas como big data, machine learning, etc. Pero lo que están haciendo Google, Facebook y Silicon Valley es mucho más potente y de mucho más calado”. Tanto como para que McKinsey haya hecho sus cálculos y concluido que el 45% de las actividades laborales se pueden automatizar con tecnología del hoy. Y no se trata ya de una discusión blue-collar, white-collar. El artículo Cuatro claves para la automatización del trabajo (McKinsey, 2015) lo deja claro: “Aunque solemos pensar que la automatización afectará principalmente a los trabajos de baja cualificación y salario, hemos descubierto que incluso los puestos mejor pagados en la economía, como administradores de finanzas, médicos y ejecutivos, incluyendo a los CEOs, tienen una gran cantidad de actividad que podría ser automatizada”.

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