Una red social para evitar el abandono escolar
N3me es una red social de padres para mejorar la inteligencia emocional de chicos entre 9 y 13 años
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El tercer tiempo de un partido de rugby no tiene ningún balón disputado. Ni se corre, ni se lucha. Es un encuentro entre los dos equipos para recordar que, más allá de la rivalidad, está la empatía, el respeto y el compañerismo. Y es en ese tercer tiempo cuando se puede percibir quién entiende así el deporte y a quién le cuesta compartir juego.
Esta ha sido la experiencia piloto elegida por balón la startup N3me para testar su idea, una red social controlada por padres que pretende mejorar la inteligencia emocional de chicos de entre 9 y 13 años para potenciar su rendimiento educativo. Como primer paso para su proyecto, sus dos creadores —los empresarios David Oliva (Barcelona, 1975) y Carles Izquierdo (Barcelona, 1958), ambos con experiencia como directivos en grandes empresas como Deutsche Telekom, Volkswagen o Siemens— han elegido una actividad extraescolar como el rugby. Los equipos barceloneses del Club Náutico de Poble Nou y los Químicos de Sarriá, un total de 60 niños, un momento de amistad con los contrarios en el terreno dese sumaron al test de esta apuesta del sector elearning.
“Pensemos en un chaval que opina que juega bien en equipo. Y es el único que lo piensa así, porque el resto de sus compañeros cree lo contrario. N3me inmediatamente informará al padre del área a mejorar y plantearía ejercicios específicos para aumentar las competencias emocionales del niño”, explica David Oliva, cofundador de la compañía.
"N3me planteará ejercicios específicos para aumentar las competencias emocionales del niño", afirma David Oliva, cofundador de la 'startup'.
El intervalo de edad de los chavales no es baladí. “Es en esta etapa intermedia que se produce el abandono escolar y la percepción de fracaso vital por el alumno. La inteligencia emocional, que no se suele enseñar en las escuelas, puede ayudar a paliar este problema”, explica Carles Izquierdo, el otro fundador de N3me. Izquierdo recuerda el informe de la Unesco dirigido por Jacques Delor, en el que se señalaba como clave la enseñanza de la inteligencia emocional para la mejora global del sector educativo.
Proteger información sensible que trata N3me sobre cada niño es un asunto clave para sus creadores. “Los datos estarán en manos de los padres”, asegura Izquierdo. “Nosotros podremos analizarlos a nivel estadístico pero siempre de forma anónima y general”. La aplicación sacará partido de un paradigma creciente de uso del móvil entre la población más joven. “En España, el inicio al manejo de móviles y redes sociales está en los 12 años. Y en muchos países de Europa se ha adelantado a los nueve. Es un buen momento para aprovecharlo”, apunta Oliva.
N3me está pensada para complementarse con la enseñanza tradicional tendiendo un puente entre alumnos, educadores y padres. La red social realiza un test a cada chico para averiguar cómo se encuentra en las diversas competencias emocionales. Luego plantea ejercicios para mejorar aspectos básicos de su convivencia con los demás. “Por ejemplo, el semáforo, que enseña a seguir estos tres pasos antes de emprender una acción: para, respira y actúa. Es un ejercicio que una vez interiorizado mejora mucho la competencia emocional”, explica Izquierdo.
El modelo de negocio de N3me explora dos vías: los padres y los sistemas educativos vía suscripciones. “Empezamos con las actividades extraescolares porque el sector educativo tiene sus propios ritmos y es más sencillo probar la tecnología así”, explica Oliva. Pero el plan a medio plazo es mucho más ambicioso. A lo largo del año desarrollarán la versión comercial de N3me, harán una primera ronda de financiación y tratarán de ganar tracción y cuota de mercado en España. La próxima parada será Latinoamérica, tanto por el tamaño de su mercado elearning, donde Brasil es potencia, como por la mayor flexibilidad e interés de los planes educativos en experimentar con la tecnología.
"Queremos ayudar a potenciar la comunidad entre padres, alumnos y educadores", aclara Oliva.
N3me será siempre un complemento, no un sustituto de otras vías de educación, según sus creadores. “No queremos hacer diagnóstico. Queremos ayudar a potenciar la comunidad entre padres, alumnos y educadores. Nuestro planteamiento es complementario a cualquier plan de estudio”, aclara Oliva. La ambición de la meta no es por ello menor. “En la escuela hay carencias en explicar a los chicos cómo realizarse como persona y cómo relacionarse con los demás. En esto queremos trabajar”, remata el directivo.
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