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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Nostalgia de cuando el terrorismo era el primer problema de los españoles?

La añoranza del pasado se sostiene a menudo en la mala memoria. Hace 20 años una de las grandes preocupaciones ciudadanas era ETA, sus bombas y tiroteos

Kiko Llaneras

Buenos días. Hoy escribo sobre el fin de ETA, y en realidad de mi desconfianza con la nostalgia. Recuerda que puedes apuntarte aquí para recibir la newsletter, gratis en tu correo 📬.

Los problemas se olvidan. Después de una temporada enfermos, quizás os ha pasado eso de decirte que no volverás a enfadarte con cualquier tontería, porque has aprendido lo que realmente es importante. Luego, te recuperas, y un día, muy poco después, te descubres frustrado por cualquier chorrada, porque no puedes ver el fútbol o porque es lunes. Es humano. Para bien y para mal, nuestra felicidad se modula con relación a anteayer.

Con los problemas sociales pasa algo parecido. Es chocante revisar las preocupaciones de los españoles de hace 20 años, hay miedos que han desaparecido sin grandes celebraciones. Un ejemplo —comprensible— es el terrorismo de ETA. En 2000, era el primer problema para los españoles, según los datos del CIS. Si se preguntaba qué tres problemas tenía el país, hasta el 75% de la gente señalaba a ETA. Ese año la banda asesinó a 23 personas. Sus atentados eran una trágica rutina. Mataron a concejales y guardias civiles, a un juez, a un conductor de autobús y a un profesor que entraba en su casa de regreso de la Universidad. Me acuerdo porque tenía 19 años, pero eso no evita que rememorarlo me provoque extrañeza, como si fuese irreal: le pegaban un tiro a gente que andaba por la calle en Barcelona, Granada, Tolosa (Gipuzkoa) o Durango (Bizkaia).

En los datos aparecen otras preocupaciones del pasado. Las drogas, por ejemplo, llegaron a ser uno de los grandes miedos de la sociedad española en los noventa. Y lo eran con motivo: en 1992, las muertes de jóvenes por sobredosis eran siete veces más frecuentes que ahora. Ese año, murieron en accidentes de tráfico 1.100 personas de 20 a 24 años, también siete veces más de que ahora, una vez ajustada la población.

Los jóvenes preocupan siempre, aunque los datos indiquen que son más cautos. Fuman menos y beben menos, como mínimo era así antes de la pandemia: solo el 8% de los adolescentes bebía alcohol cada semana en 2018, que es una tercera parte de la que lo hacía en 2006. La gran mayoría dice que tomarse cinco copas el fin de semana puede causar “bastantes problemas”.

Son ejemplos de una lista que podría ser larga: todo lo que ahora es mejor que antes. Pero estas buenas noticias se celebran poco. Un motivo es que a veces son victorias parciales —sigue habiendo accidentes de tráfico y chavales con problemas—, pero, además, cambiamos un miedo por otro, y aunque los nuevos sean menos graves, esa mejoría pasa desapercibida.

¿Podemos generalizar esto? Mi opinión es que sí, creo el mundo es hoy mejor que hace 20 o 50 años, aunque sea peor en algunas cosas y esté muy lejos de ser perfecto. Entiendo que otras personas lo vean de otra manera y entiendo que hay motivos para discutir (empezando por la temperatura de la Tierra). Pero es un debate que exige dejar nuestras sensaciones fuera, porque son engañosas.

Comparar el mundo de ayer con el de hoy tiene un problema con el observador, tú, que antes eras joven y ahora ya no. Ser joven es mejor. ¿Tienes nostalgia del mundo de tu juventud o tienes nostalgia de tu juventud? Paradójicamente, con lo negativo el efecto es el contrario: es difícil contraponer problemas del pasado, que son abstractos, con los problemas quizás menores pero que sufres ahora mismo. ¿Quizás somos un poco esclavos del móvil y nos olvidamos de cuándo había gente esclava de su clase, de su marido o del qué dirán? En definitiva, no quiero ser esa persona que sale del hospital feliz de mirar las nubes y que una semana después se enfada porque le va lento internet.

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📈 1. Otros problemas (recurrentes o en auge)

Hice otro gráfico aprovechando que miraba el CIS. Aquí podéis ver los problemas que han sido preocupaciones de los españoles continuamente: como la economía y sobre todo el desempleo. El otro dato significativo es cómo ha crecido la desafección con los políticos.

⚽️ 2. Datos y fútbol

Dos historias sobre el auge de la estadística en el mundo del fútbol. David Álvarez habla de los físicos, matemáticos y programadores que impulsan los departamentos de datos de los principales clubes de fútbol de Europa, y Jordi Pérez Colomé entrevista a Javier Fernández, exjefe de analítica del Barça.

📊 3. Encuestas en España

La semana pasada di un vistazo a lo que dicen las encuestas en España (más allá del CIS, que sigue lejos de casi todas). En el artículo tenéis promedio de sondeos, evolución, bloques y posibles mayorías.

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Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

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