Escrivá propone cambiar la ley de Extranjería para flexibilizar la entrada legal de inmigrantes
El ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones quiere mejorar y simplificar procedimientos para adaptar los flujos migratorios a las necesidades del mercado laboral
El ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, ha planteado este jueves una nueva forma de abordar la inmigración en España. Más práctica y a largo plazo. "Necesitamos gestionar la realidad migratoria de hoy, pero tenemos que planificar mucho mejor las necesidades de los próximos años", ha anunciado en la comisión de su departamento en el Congreso.
Los planes del ministro pasan por buscar un "consenso duradero" en torno a una inmigración legal, segura y ordenada y conocer mejor los perfiles de los que llegan para adaptar los flujos a las necesidades del mercado laboral. Y aquí se plantea uno de los grandes retos de su gestión: cambiar la Ley de Extranjería para mejorar las vías de acceso legal al país. "Es un régimen disperso y complejo", mantuvo Escrivá. "La rigidez burocrática es enorme", abundó. La reforma se prevé a mitad de legislatura.
El ministro quiere flexibilizar y actualizar los procedimientos para atraer mano de obra extranjera, pero también para evitar lo que ha calificado de "situaciones injustas" vividas por los inmigrantes en procesos como la reagrupación familiar. "Ese debe ser un procedimiento más automático", anunció.
Escrivá ha reconocido que el conocimiento de las autoridades del mercado de trabajo "es mejorable" y ha anunciado que reformará integralmente el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, una lista que recoge las profesiones necesitadas en cada provincia y por la que pasa la contratación de extranjeros en el exterior. "Tenemos un catálogo que en la práctica se muestra inútil", ha sentenciado. "Hay que cambiar totalmente cómo identificamos las necesidades del mercado laboral", mantuvo.
Una de las claves de su política, ha reconocido Escrivá, será la comunicación de sus propuestas de atracción de mano de obra extranjera en el contexto actual en el que se mantiene una tasa de paro del 14%. "Tenemos que prepararnos para gestionar desde la comunicación que la prioridad debe ser dar oportunidades de trabajo a los españoles que no la tienen, pero al mismo tiempo tenemos que ser conscientes de que esta necesidad de mano de obra extranjera va a ser creciente. España ha tenido problemas por no mirar a largo plazo", reflexionó. "Por ello necesitamos un pacto. Para que ese flujo que vendrá sea lo más seguro, ordenado y adecuado para el país", aseguró citando acuerdos alcanzados en esos términos en Alemania, Dinamarca o Suecia.
Saturación de la red de acogida
Escrivá, más allá de sus planes a largo plazo, enfrenta necesidades urgentes de gestión. Y otra de las prioridades del Ministerio pasa por reforzar la red de acogida, especialmente la destinada a los solicitantes de asilo.
De estar en la cola de la UE, España se ha convertido en el país que más solicitudes de asilo recibe, por delante incluso de Francia y Alemania. El año pasado fueron casi 118.000 peticiones, el doble que en el año anterior y en lo que va de 2020 ya son 17.500, según datos de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo. Algunas semanas se han recibido hasta 3.700 solicitudes. Son muchas más de las que la Administración, con un sistema anticuado e insuficiente, es capaz de gestionar. Muchas más de las que la red de acogida consigue absorber. "Tenemos una sobrecarga en los sistemas de acogida y de atención humanitaria", reconoció el ministro. Su equipo estudiará qué edificios públicos –y también privados– están en desuso y podrían transformarse en recursos para acoger inmigrantes y solicitantes de asilo.
El equipo de Escrivá ha detectado además un problema de coordinación, especialmente con los Ayuntamientos. Esta falta de entendimiento ha sido más evidente en Madrid, principal puerta de entrada de los solicitantes de asilo. El Ayuntamiento de la capital y la Secretaría de Estado de Migraciones han pasado meses traspasándose responsabilidades públicamente mientras decenas de familias y hombres solos duermen en parroquias o albergues pagados por los vecinos por la falta de plazas. La coordinación con los ayuntamientos persigue otra propuesta, la de descentralizar la acogida, concentrada en las grandes capitales, y distribuirla por localidades menores.
La llegada de Escrivá, que lidera un discurso partidario de la inmigración legal como receta básica para el sostenimiento del sistema de pensiones y del Estado de bienestar, supone una nueva narrativa en el seno del Ejecutivo. En los últimos 19 meses de Gobierno de Pedro Sánchez el discurso migratorio ha girado en torno a la inmigración irregular y el control de fronteras, liderado por el Ministerio del Interior. Las propuestas y el enfoque de Escrivá suponen añadir una nueva perspectiva al discurso oficial.
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