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Detenidos en Alicante antiguos capos de los cárteles de droga colombianos

Policía y Guardia Civil arrestan a 39 personas e intervienen mil kilos de cocaína de una gran organización de tráfico y blanqueo

Momento en el que la Policía detiene a uno de los miembros de la organización en Alicante. En vídeo, desarticulada una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
Patricia Ortega Dolz

Agentes de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria han desarticulado una importante organización criminal dedicada al tráfico de drogas y el blanqueo de capitales. En una investigación que ha durado más de dos años han resultado finalmente detenidas 39 personas, entre las que se encuentran "antiguos capos de cárteles colombianos asentados en Alicante", señalan los investigadores. 

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Junto a los detenidos, los agentes se han incautado de 1.000 kilos de cocaína, han desmantelado cinco laboratorios de procesamiento de esa droga y un taller de fabricación de sistemas de ocultación de dinero. Asimismo, han intervenido 45.000 pastillas (MDMA), una tonelada de precursores, cinco litros de éxtasis líquido y un total de 3,8 millones de euros en metálico. Además, ha sido requisados un arma de fuego, diversos vehículos con dobles fondos y dos máquinas de cortar dinero, entre otros efectos.

Se trata de una organización de alta profesionalidad, con infraestructura en varios países de Europa y Sudamérica. La última fase de la investigación, desarrollada recientemente, ha permitido la desarticulación total de la organización con la detención de siete personas en Valencia y tres en Madrid. En el operativo policial, también han colaborado las autoridades de Portugal, Ecuador y Colombia.

El Origen

La investigación se inició en 2017, en Valencia, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una compleja organización criminal dedicada al tráfico de drogas. Las primeras pesquisas se centraron en los municipios valencianos de La Eliana y Gandía, donde residían algunos de los investigados, si bien enseguida se constataron las conexiones que mantenían en Madrid, Alicante, y otros países como Holanda y Colombia.

A los pocos meses del inicio de la investigación, los agentes evidenciaron la conexión de uno de los investigados con dos contenedores con cocaína camuflada que habían llegado a un almacén de frutas de Madrid. En la operación se aprehendieron de 233 kilos de cocaína ocultos en el interior de piñas. A partir de ese momento, y tras varias gestiones policiales, los investigadores constataron la existencia de una organización criminal amparada en un complejo engranaje empresarial.

La tapadera: empresas importadoras

Asimismo, observaron la existencia de una rama, dentro de la organización, dedicada a transportar importantes cantidades de dinero a Colombia y México. Los dirigentes de esa última, ubicados en el municipio alicantino de Catral, utilizaban vuelos de fronteras interiores para introducir dinero en España —procedente de Holanda y Bélgica— y posteriormente lo transportaban a los países productores de cocaína. El modus operandi revelaba que el origen del dinero eran los beneficios económicos que generaban las importaciones de sustancias estupefacientes.

Los policías descubrieron cerca de una decena de empresas —muchas de ellas tapadera de otras— dedicadas a la importación/exportación en las que participaban, de una u otra forma, parte de los investigados. También localizaron diversos domicilios, ubicados en diferentes poblaciones de Valencia y Madrid, que eran utilizados como almacenes y laboratorios de cocaína. Y detectaron que había miembros de la organización que se ocupaban de los transportes de la droga y que, para ellos, utilizaban un gran número de vehículos que cambiaban constantemente.

Todas las trampas

La organización usaba todos los sistemas de introducción de cocaína por vía marítima: alijos escondidos entre la mercancía (concretamente, entre piñas), disueltos en la mercancía (impermeabilizante asfáltico) y mediante el procedimiento del “gancho ciego” — escondidas junto a cargamento legal—. En el transcurso aproximado de un año y medio, la Policía Nacional realizó numerosas detenciones y aprehensiones de cocaína, asestando duros golpes a la misma organización criminal.

Por ejemplo, a principios de 2018, los agentes desmantelaron un laboratorio de procesamiento de cocaína en la localidad valenciana de Ribarroja y detuvieron a cuatro individuos, entre los que se encontraba uno de los principales investigados. En esta operación intervinieron 12 kilos de cocaína, más de 700 kilos de precursores, así como todos los elementos necesarios para el procesamiento de la sustancia estupefaciente (prensa, logos, elementos de secado, pesaje, embalaje, etc). Pocos meses después, en una inspección de contenedores que transportaban piñas, intervinieron 67 kilos de cocaína ocultos entre la mercancía y detuvieron a varias personas, entre las que se encontraba otro de los investigados.

Ya este año, investigadores de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria detuvieron a otro miembro de la organización —junto a otros cuatro individuos— cuando se disponía a realizar un rescate de 475 kilos de cocaína en el Puerto de Valencia. Asimismo, la Policía Nacional tuvo conocimiento de que se habían intervenido en Bogotá (Colombia) 186 kilos de cocaína ocultos en impermeabilizante asfáltico. Curiosamente, esa droga iba dirigida a una empresa cuyos propietarios eran dos de los principales investigados, los cuales mantenían diversas empresas dentro del sofisticado entramado de la organización.

Tan solo un mes después se realizó otro operativo que finalizó con la detención de otros tres miembros en Valencia. Los agentes tenían conocimiento de que los detenidos disponían allí de una vivienda que hacía las veces de almacén de droga, así como de diversas plazas de garaje en las que realizaban las transacciones de la cocaína. Asimismo, intervinieron nueve kilos de cocaína, numerosos precursores y varios vehículos.

En el marco de la investigación, los agentes detuvieron a otras tres personas en Madrid. Allí realizaron dos registros. Uno en Getafe, donde fue desmantelado un laboratorio de procesamiento de cocaína y se intervinieron diez kilos de cocaína, 14 kilos de metanfetamina, cinco litros de éxtasis líquido (GHB), numerosos precursores, moldes, una prensa hidráulica, un vehículo de motor y 7.000 euros en efectivo. Esta operación fue fundamental para el avance de la investigación ya que permitió detectar el modus operandi utilizado por la organización para trasladar la droga desde Ámsterdam (Holanda) a España.

Traslados de dinero con una mujer

Paralelamente al narcotráfico, los investigadores detectaron una rama de la organización criminal dedicada al blanqueo de capitales. Esta rama, presuntamente, trasladaba el dinero procedente de los beneficios que generaba el tráfico de drogas a Colombia y México, donde los capos viajaban con asiduidad. Los agentes observaron que uno de ellos realizó diversas entregas de dinero a una mujer que realizaba las funciones de captación y acompañamiento de “correos”. Esto permitió identificar a los principales investigados así como detectar diversos domicilios en Madrid, Valencia y Alicante, siendo en esta última provincia donde centralizaban sus actividades. Asimismo, en Alicante localizaron un taller, dotado de moderna maquinaria, donde fabricaban los sistemas de ocultación en los que después trasladaban el dinero.

Por otra parte, la investigación reveló que la red criminal contaba con la colaboración de diversas agencias de viaje para los traslados de sus miembros. En ellas depositaban dinero en metálico para pagar viajes sin dejar rastro de cuentas corrientes o tarjetas de crédito que pudieran identificar a los verdaderos titulares de los respectivos billetes de vuelo.

En el plazo de un año (entre abril de 2018 y el mismo mes de 2019) los agentes realizaron numerosas intervenciones de dinero —en aeropuertos de Valencia, Madrid, Barcelona y Alicante— a diferentes personas que asumían la función de correos dentro de la organización. La cantidad de dinero incautada en este periodo supera los 3,5 millones de euros.

Una vez que los investigadores ubicaron a los miembros de la organización encargados del transporte del dinero, y acreditada su función dentro del entramado delictivo, realizaron una operación que finalizó con 11 detenidos. Asimismo, realizaron cinco registros —dos de ellos en Valencia, otros dos en Catral (Alicante) y uno en Alcorcón (Madrid)— en los que intervinieron ocho vehículos de lujo, 40.000 euros en efectivo, joyas y gran cantidad de documentación, bloqueando también numerosas cuentas bancarias.

Tres casas en Madrid

Los agentes localizaron tres viviendas de Madrid que la organización mantenía como almacenes o laboratorios e identificaron a los responsables de su custodia. El resultado fueron otros diez detenidos, siete en Valencia y tres en Madrid. En esta última fase, también se han intervenido 15.250 euros en efectivo, una máquina de contar billetes, un inhibidor de frecuencia, diversa documentación, dos vehículos, joyas y relojes de lujo.

En total, la investigación se ha desarrollado a lo largo de más de dos años debido a la complejidad del entramado empresarial de la organización y a las rigurosas medidas de seguridad que utilizaban los arrestados, quienes hacían uso de sistemas encriptados de mensajería instantánea. Finalmente, la cifra total de detenidos asciende a 39 personas de nacionalidades colombiana (31), española (seis), una rumana y una dominicana.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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