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Felipe VI: “España no puede ser de unos contra otros”

El Rey apela a los partidos a recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y reclama "acuerdos" a los partidos en su discurso de apertura de la XIV Legislatura

El rey Felipe VI pronuncia su discurso durante la apertura solemne de la XIV Legislatura en el Congreso, este lunes. En vídeo, el mensaje del Rey a los parlamentarios.Foto: atlas | Vídeo: EFE ATLAS
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“España no puede ser de unos contra otros. España debe ser de todos y para todos”. El Rey ha presidido este mediodía la sesión solemne de apertura de la XIV Legislatura, con los ministros del primer Gobierno de coalición desde la II República sentados por primera vez en el banco azul y con el plantón de los parlamentarios independentistas. Ese “unos contra otros” ha resonado en el hemiciclo y ha destacado en un discurso muy medido, en el que Felipe VI ha llamado a los partidos a recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones y ha reclamado “acuerdos” en el Parlamento más polarizado y fragmentado de la actual etapa democrática, con 17 fuerzas políticas.

La división actual del Parlamento, que ya se evidenció en el bronco debate de investidura de Pedro Sánchez, ha estado presente en el discurso del Rey: “La Constitución es el lugar de encuentro de los diferentes modos de sentir España”, ha dicho a los diputados y senadores, a los que ha reclamado  “diálogo y generosidad”. “La esencia del parlamentarismo es el acuerdo”, ha subrayado.

El Rey ha comprobado que cuenta con el respeto de todos los miembros de ese novedoso Ejecutivo del PSOE y de Unidas Podemos. Nada más entrar por la Puerta de los Leones en el hemiciclo del Congreso, sobre las 11.45, junto a la reina Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, todos los ministros han ovacionado a los Reyes. Y han vuelto a hacerlo al acabar su discurso. El líder de Podemos y vicepresidente, Pablo Iglesias, y el coordinador de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, aplaudieron al Monarca en ambos momentos, aunque no lo hicieron la mayoría de los diputados y senadores de su grupo, en un calculado reparto de papeles. Tampoco aplaudieron los representantes del PNV, una actitud que han venido manteniendo en los últimos años: se ponen en pie, en señal de respeto, pero no aplauden, como expresión de desacuerdo.

Una hora antes de iniciarse el acto, los portavoces de ERC, JuntsxCat, el BNG, EH-Bildu y la CUP, comparecieron en el Congreso para leer un manifiesto contrario a la Monarquía. Frente a la espantada de los parlamentarios independentistas, Felipe VI ha expresado su “consideración y reconocimiento” hacia los representantes de la soberanía nacional, “como expresión de un verdadero respeto institucional a quienes encarnan el Poder Legislativo”. También ha recordado que la solemne sesión de este lunes supone “el encuentro entre los representantes del pueblo español y el jefe del Estado,que, de acuerdo con nuestra Constitución, es el símbolo de su unidad y permanencia”. Su discurso ha durado 19 minutos y al finalizar ha registrado casi otros cuatro de ovación casi generalizada.

El Rey no ha hacho alusiones directas a Cataluña, pero ha subrayado que la Constitución es "la base más firme" con la que ha contado España en los últimos años, un "lugar de encuentro de diferentes modos de entender y sentir España, con una inequívoca vocación integradora e incluyente, a la vez que respetuosa con nuestra pluralidad y diversidad territorial".

También ha destacado el compromiso que, al llegar al trono en 2014, asumió ante las Cortes como “Rey constitucional, comprometido con la democracia y la libertad”, y ha agradecido a los partidos su participación en la ronda de consultas previa a la designación de Pedro Sánchez como candidato a la investidura, un trámite del que se autoexcluyeron los independentistas.

El Rey ha recordado a los parlamentarios su obligación de “colaborar lealmente con todas las instituciones del Estado y observar comportamientos que merezcan la mayor consideración y respeto”, algo que “los españoles esperan, demandan y merecen de todos cuantos asumimos responsabilidades públicas e institucionales”.

Frente a quienes consideran un error la repetición de las elecciones generales, el Monarca ha subrayado que “cada nueva votación es la expresión de un triunfo del pueblo español” y que la mayor “diversidad representativa” del nuevo Parlamento obliga al pacto y al entendimiento, que es “la esencia del parlamentarismo”, como también lo es el control al Gobierno por parte de la oposición. “Llega la hora de la palabra, del argumento y de la razón, desde el respeto recíproco”, ha insistido.

Al término del discurso real se repitió la ovación salpicada con gritos de “¡Viva España!” “¡Viva el Rey!” y “¡Viva la Constitución!”. Luego, los parlamentarios han hecho fila para saludar a la Familia Real en el Salón de los Pasos Perdidos de las Cortes.

Batet: "Los consensos no se hallan, se construyen usando la palabra"

A. D. / J. C., Madrid

La presidenta de las Cortes, la socialista Meritxell Batet, ha aprovechado su primer discurso en una sesión solemne de apertura del periodo parlamentario para hacer una defensa de la palabra como herramienta de trabajo en las democracias para alcanzar pactos y consenso entre diferentes.

“La democracia no es ni puede ser exclusión. En el Parlamento, no existe el enemigo. Porque a cada diputado corresponde la representación de todos los ciudadanos y, por tanto, también de quienes votaron a cualquiera de las otras formaciones. Como Hemón recuerda a Creonte: “Sólo en un desierto podrás gobernar perfectamente en solitario”, ha citado Batet en alusión a un pasaje de la Antígona de Sófocles, representada por primera vez en el año 441 antes de Cristo.

Batet ha profundizado ahí en otro mandato fundamental de las democracias: “La consideración del otro”. Y ha abogado por aprovechar esta XIV Legislatura que acaba de comenzar como “un ejemplo de la voluntad de compartir desde el derecho a discrepar” con “respeto y generosidad”.

Gran parte del discurso de Batet se ha construido con una serie de mensajes preventivos ante la complicada situación política. “A pesar de nuestras discrepancias, y quizás por ello, necesitamos más que nunca restablecer consensos, políticos, sociales y territoriales. No es fácil hacerlo, pero sólo será posible desde el compromiso y el esfuerzo diario, desde el reconocimiento del otro y su consideración, siempre en el marco de los procedimientos democráticos y de la observancia de las leyes”, ha conminado la presidenta de las Cámaras.

Meritxell Batet ha reclamado más acuerdos: “Los consensos no se hallan, sino que se construyen. Y la voluntad y la palabra son herramientas preciosas para ello. Esforcémonos pues en querer alcanzar acuerdos y en usar nuestra palabra para ese fin”. La dirigente socialista es consciente de que se avecina un ciclo complicado y casi ha advertido a los parlamentarios sobre su responsabilidad: “No son la crítica ni la discrepancia, expresadas respetuosa y razonadamente, las que debilitan una institución firme y consciente de su legitimidad y posición. Por el contrario, esas críticas contribuyen a su fortaleza, basada ante todo en su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad y a las fuerzas políticas, contribuyendo así a evitar el peligro de su apropiación partidista y excluyente”.

La presidenta de las Cortes ha alabado también la función del Rey: “Nuestra monarquía parlamentaria ha sabido mantener, sin excepción, su posición institucional, superadora de la legítima dinámica de competencia entre partidos políticos y ser permanente referencia de los valores constitucionales compartidos y de la vocación de diálogo y consenso. Un diálogo, en palabras vuestras, “sincero y leal” y siempre desde “el respeto y observancia de la ley y las decisiones de los tribunales”.

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