Moreno creará una delegación de Andalucía en Cataluña para atraer inversiones ante el independentismo

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), ha anunciado este martes en el Parlamento autónomo que creará "una delegación" en Barcelona no solo para "estrechar lazos" con la emigración andaluza, sino también para ayudar a emprendedores de origen andaluza a poner en marcha sus proyectos y atraer inversiones a Andalucía del empresariado catalán que, según él, se encuentra en dificultades por "el independentismo" catalán.

Así lo ha dicho Moreno en una comparecencia parlamentaria para rendir cuentas del primer año de su Ejecutivo. El primer presidente no socialista de la Junta en casi 37 años de autogobierno ha reivindicado a Rafael Escuredo, el primer presidente electo de Andalucía, y ha hecho suyas las palabras de los comienzos de la autonomía acerca de que Andalucía "no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos".

"Vamos a estar más presentes en Cataluña. Abriremos una Delegación en Barcelona. Vamos a estar más cerca que nunca de la comunidad andaluza en Cataluña", ha dicho Moreno. El argumento que ha dado no es solo "para respaldar la cultura andaluza en esa comunidad en estos momentos tan difíciles", sino también para "la creación de empleo en un doble sentido: fortaleces y ayudar a los emprendedores andaluces con intereses en Cataluña. Y abrir una línea para atraer a los empresarios que buscan nuevos territorios para invertir ante la difícil situación creada por el independentismo en esa comunidad".

Según datos oficiales, se estima que en Cataluña viven unas 800.000 personas de origen andaluz. Aunque desde la Junta siempre se ha mantenido una estrecha relación con las asociaciones andaluzas presentes en Cataluña es la primera vez que se abre una delegación de este tipo.

El catalán Enric Millo, exdelegado del Gobierno en Cataluña con el Gobierno de Mariano Rajoy, es precisamente la persona encargada como secretario general de Acción Exterior de la Junta de Andalucía a la que le corresponde coordinar las actuaciones de la Junta en la Unión Europea y la relación con el resto de las comunidades autónomas, entre otras atribuciones. Millo fue nombrado alto cargo andaluz el pasado 30 de abril, dos días después de las elecciones generales que ganó el PSOE de Pedro Sánchez.

En el debate, Moreno se ha envuelto en dos banderas, las dos de color de verde. Por un lado, la andaluza y por la otra, la del movimiento ecologista. El presidente andaluz ha reivindicado a Rafael Escuredo, el presidente socialista que lideró la reivindicación del referéndum del 28 de febrero de 1980, por el que Andalucía accedió a su autogobierno por la misma vía que la reservada sólo para las llamadas comunidades autónomas. Esa consulta rompió el modelo de dos velocidades diseñado por los constituyentes y abrió las puertas de par en par para lo que el profesor y ex ministro de UCD Manuel Clavero Arévalo denominó el “café para todos”.

“Si hay menosprecio a Andalucía reaccionaremos con todas las acciones políticas, sociales y jurídicas”, ha dicho Moreno, quien ha reivindicado un nuevo sistema de financiación. De partida, la Junta reclama una inyección de 4.000 millones de euros más para la comunidad. Esta cifra es la que facilitó la hoy ministra de Hacienda en 2018 cuando ocupaba era la responsable de las cuentas andaluzas.

El jefe del Gobierno andaluz se ha mostrado a favor de una “revolución verde” en Andalucía y se ha propuesto situar a la comunidad a la vanguardia de las políticas de sostenibilidad. Moreno no pierde de vista el que la Comisión Europea planea destinar 1 billón de euros a inversiones verdes hasta 2030.

En su comparecencia, Moreno ha mirado más al futuro que al pasado, como ha sido una constante del Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos que el pasado día 22 cumplió su primer año de gestión. Ha reconocido que la gestión en la sanidad -el mayor problema al que se enfrenta- no es “suficiente”, aunque en su opinión está mejor que hace un año.