“El portavoz de Vox me levantó la mano, la puso delante de mi cara para que me callara”
Luz Belinda Rodríguez, la diputada andaluza que ha denunciado al partido ultra por acoso, critica la falta de democracia interna
Luz Belinda Rodríguez (Almería, 1980) ha desatado una tormenta en el seno de Vox Andalucía al adelantar en el Diario de Almería que iba a dejar su acta de diputada por esa provincia al sentirse acosada por los miembros de su formación, un acoso que ha denunciado ante la policía. En una conversación telefónica con este diario, Rodríguez dice sentirse aliviada por haber tomado esa decisión, que lleva sopesando desde que en noviembre formalizara su denuncia, y se muestra dolida por lo que considera un ataque personal por parte del portavoz en la Cámara regional de la fuerza de extrema derecha, Alejandro Hernández, que esta mañana ha afirmado que “su calidad humana deja mucho que desear”.
“Me ha ido a desprestigiar de manera personal, eso da una muestra de lo que hace y dice esta persona”, indica Rodríguez. La diputada por Almería recuerda lo que sucedió en una de las últimas reuniones del grupo parlamentario que sitúa "antes de las vacaciones de Navidad y después de que interpusiera la denuncia". “Iba a hablar, me levantó la mano y la puso delante de mi cara para que me callara y le dio el turno de palabra a otro compañero”, detalla. “Entendí que después de eso me tenía que ir de la sala y comuniqué al partido que no iba a asistir a ninguna reunión más”.
Rodríguez asegura que en estos últimos meses ha compartido su malestar con otros miembros de su grupo. “Hay gente que piensa igual que yo”, señala. “Pero veo normal que tomen la decisión de seguir en el partido”, abunda. Ella ha optado por abandonarlo y recalca que no está sola. Esta misma tarde un concejal de Vícar ha seguido el mismo camino que su compañera. “Cada vez somos más los que estamos abandonando el proyecto”, añade Rodríguez. Vox dirige Almería a través de una gestora. Hoy mismo se ha conocido la dimisión de la dirección provincial del partido en la provincia de Cádiz, que va a ser gobernada a través de ese mismo mecanismo, una situación que también se vive en Granada, Jaén y Huelva.
La diputada por Almería lamenta “la falta de democracia interna del partido” y considera que es el cuestionamiento de la férrea disciplina impuesta desde la dirección nacional la que ha provocado su progresivo aislamiento en el partido, antes que su condición de mujer, a la que también ha aludido en el artículo del Diario de Almería. “Esto es una estructura militar en la que mandan los asesores. Es gente que no ha sido votada por los ciudadanos la que te dice qué tienes que decir y dónde. Desde dentro del partido no se puede cuestionar nada. Da igual si eres un hombre o una mujer”, asegura, pero a continuación apostilla. “Eso sí, estoy segura de que Hernández no le hubiera levantado la mano al juez [Francisco] Serrano, como me hizo a mí en esa reunión”.
La llegada de Rodríguez al Parlamento andaluz estuvo envuelta en polémica. Ella no se presentó al proceso de selección interna en la provincia de Almería en la que resultó elegido Francisco Jurado, sin embargo la cúpula nacional decidió nombrarla como cabeza de lista. A esos dirigentes nacionales acudió la almeriense en busca de ayuda. “Hablé con Javier Ortega Smith antes de presentar la denuncia, también para contarle lo que pasaba en Almería, pero no hizo nada”, asegura. “Desde Andalucía han tratado de que nada de lo que me pasaba llegara a Madrid, pero todo el mundo sabe lo que yo he pasado aquí”, sostiene.
El martes pasado varios cargos orgánicos del partido viajaron desde Madrid para reunirse con Rodríguez en el Parlamento andaluz. “Estaba también Hernández. Me dijeron que si retiraba la denuncia podía quedarme y votar. Hasta me prometieron que podría recuperar mis cargos anteriores”, asegura. La diputada ocupó hasta este verano la portavocía adjunta, un puesto de relevancia del que, afirma, fue relevada sin que le dieran explicaciones. “Me enteré después que le dijeron a la dirección nacional que yo no quería el puesto y que tampoco quería ir a hablar a los medios de comunicación”.
Rodríguez ha denunciado que en estos últimos meses no se ha tramitado ninguna de sus iniciativas parlamentarias y que en algunas de ellas se ha sustituido su firma por la de otros parlamentarios. “Yo he seguido en todo momento la disciplina del partido, podría haber ido a registrar mis propuestas personalmente, pero no lo hice”, señala. “Ninguna de mis propuestas vulneraba las directrices del partido, pero cuando ves que hay algo que has prometido a tus votantes y no se cumple, es lógico que me enfade y pida explicaciones”.
La diputada ha comunicado verbalmente su intención de pasar al Grupo Mixto a la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, pero no la ha formalizado oficialmente porque hasta el 1 de febrero la actividad parlamentaria está paralizada. “Esto que he pasado ha sido un infierno. He esperado hasta que he visto que el proyecto estaba muerto”, indica. “Me voy tranquila y contenta”, insiste.
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