Bolivia carga contra España tras un confuso incidente en la Embajada de México en La Paz
Exteriores anuncia una investigación interna para aclarar los detalles de la visita de dos diplomáticos españoles a la legación
La Cancillería de Bolivia acusó este viernes a España de cometer “atropellos” contra su soberanía después de un confuso incidente que implicó a diplomáticos españoles a las puertas de la Embajada mexicana, donde se encuentran asilados miembros del Gobierno depuesto de Evo Morales. La encargada de Negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández, visitaron a la embajadora mexicana, pero a las puertas del complejo residencial se vivieron momentos de tensión de los agentes bolivianos con los policías españoles que los acompañaban. Horas después, el Ministerio español de Exteriores anunció la apertura de una investigación interna.
A media mañana, los diplomáticos españoles llegaron a la residencia de la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, ubicada en el sur de La Paz. Sin embargo, agentes de la policía boliviana impidieron el paso a dos vehículos asignados a la Embajada española. Según las autoridades locales, lo hicieron porque en ellos viajaban cuatro hombres "encapuchados". Se trataba de los escoltas de la Embajada, pertenecientes al Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Policía. Tras unos instantes de tensión, estos tuvieron que retirarse en medio de los insultos de algunos vecinos. Sin embargo, los diplomáticos pudieron entrar y mantener la reunión prevista.
La visita levantó las suspicacias de sectores enfrentados al expresidente Evo Morales y comenzó a circular la tesis de que se trataba de un intento de sacar a Juan Ramón Quintana, exministro boliviano acusado de terrorismo. El Gobierno interino de Jeanine Áñez, que asumió el cargo en noviembre tras la renuncia del exmandatario y que aún no ha convocado nuevas elecciones, se escudó en la presencia de los GEO para sugerir la existencia de una operación "clandestina".
"Bolivia denuncia abuso de privilegios", cargó la canciller (ministra de Exteriores) boliviana, Karen Longaric, al leer una declaración institucional. "Hoy viernes, personas que han sido identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina en la residencia diplomática de México en La Paz. La policía boliviana, cumpliendo con su misión de proteger la residencia de la embajadora, frenó el ingreso de los vehículos a las instalaciones, toda vez que la presencia de los encapuchados representaba una potencial amenaza", continuó Longaric.
El viernes por la noche, el Ministerio español de Exteriores anunció que había "acordado abrir una investigación en relación con los hechos acaecidos durante la visita de la ENAI [la encargada de Negocios] de España a la embajadora de México en Bolivia". Fuentes diplomáticas explicaron a EL PAÍS que la visita a la Embajada mexicana en La Paz, rodeada desde hace días por efectivos policiales bolivianos, se realizó sin conocimiento de la ministra Margarita Robles, que se ha hecho cargo temporalmente de la cartera tras la renuncia de Josep Borrell para convertirse en alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. La investigación, según las fuentes consultadas, incluirá el desplazamiento a La Paz de un funcionario de Exteriores para recabar información sobre el terreno.
Los policías españoles, en misión de escolta, entraron inicialmente en la Embajada mexicana para dejar a los dos diplomáticos y fue al regresar a recogerlos cuando se les impidió el paso e incluso se zarandearon sus vehículos. Fuentes diplomáticas explican que la tensión se agravó porque los GEO se cubrieron el rostro cuando advirtieron la presencia de fotógrafos y se resistieron a identificarse, pero negaron tajantemente que su objetivo fuera sacar a ex altos cargos del Gobierno de Evo Morales asilados en la legación mexicana. La Embajada española ha realizado algunos acompañamientos de personas afines al anterior Gobierno hasta la frontera de Argentina, pero sin que existieran cargos contra ellas y con el visto bueno de las autoridades bolivianas, según las mismas fuentes. El objetivo de la visita a la Embajada mexicana, que respondía a una demanda de su embajadora, era trasladar apoyo moral en un momento de máxima tensión.
Por su parte, el subsecretario mexicano para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, negó a preguntas de los periodistas que España y México se hubieran confabulado para organizar la salida de algunos de los exministros de Evo Morales resguardados en su Embajada en La Paz. La encargada de Negocios de la Embajada de España en Bolivia y el cónsul se reunieron con María Teresa Mercado durante 40 minutos, según un comunicado de este viernes emitido por la Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores.
Siempre según esta versión, la embajadora Mercado vio que los vehículos de los diplomáticos españoles habían sido detenidos en el acceso de la urbanización donde está la residencia mexicana en la capital boliviana. Borreguero llamó al Ministerio de Exteriores español y a la canciller boliviana, Karen Longaric, y acordó tomar un coche del Gobierno boliviano para llegar a su vehículo, que estaba a tres minutos de distancia conduciendo. El automóvil llegó poco más de una hora después. Otra funcionaria de la Embajada mexicana que iba en coche fue retenida en la entrada de la urbanización, pero tras mostrar una identificación pudo entrar. La embajadora mexicana publicó un tuit en el que denunciaba que los policías bolivianos habían detenido los vehículos de los diplomáticos españoles, "además de haberlos agredido". "Eso es violación a la CVRD [Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas]", escribió. Más tarde, lo borró.
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