Procesados el empresario Cursach y 11 policías locales de Palma por las fiestas con droga en una discoteca
El juez finaliza la investigación sobre las prebendas para contar con el favor de los policías locales
El juez Enrique Morell —que desde el verano instruye las causas relacionadas con el mayor empresario de la noche de Baleares, Bartolomé Cursach— ha pisado el acelerador para llevar a juicio las piezas cuya investigación fue prácticamente finalizada por el anterior instructor, Manuel Penalva, apartado del caso. Morell ha dictado un auto para procesar a 11 agentes de la Policía Local de Palma, al empresario Bartolomé Cursach y tres de sus subalternos por las supuestas fiestas pagadas por el empresario entre 2009 y 2016 en el reservado de una de sus discotecas para agasajar a los funcionarios y conseguir que beneficiaran a sus locales.
El juez procesa por delitos de cohecho y contra la salud pública a 11 agentes y mandos de la policía local de Palma, al empresario Bartolomé Cursach, el director general de sus empresas Bartolomé Sbert, el director de la discoteca Tito’s, Jaime Lladó, y el encargado del reservado del establecimiento, Arturo Segade. El caso iba a ser juzgado mediante el tribunal del jurado, pero finalmente y tras varios recursos ante la Audiencia Provincial, regresó al juzgado de instrucción para ser tramitado mediante procedimiento ordinario por un tribunal profesional.
En el auto en el que pone fin a la instrucción, el juez apunta que entre 2009 y 2016 el empresario Cursach y su segundo, Sbert, dieron las instrucciones oportunas para que se llevara a cabo la práctica habitual de “regalar y agasajar” con prebendas a diversos funcionarios de la policía municipal “cuyas funciones administrativas podían suponer un perjuicio o afectar a la buena marcha de la actividad del grupo empresarial”. Señala el magistrado que las prebendas consistían en “servicios sexuales, consumiciones y drogas” y que la entrega de estos regalos “llevaba implícita” la contraprestación de que debían favorecer la actividad de los negocios del grupo Cursach Ocio “apartándose de las obligaciones administrativas de sus cargos”. El director de la discoteca y el responsable de la zona reservada “se prestaban a ejecutar tales órdenes e instrucciones”.
El juez enumera a los 11 policías que fueron beneficiados durante siete años con estos regalos que se dispensaban de forma gratuita en la zona VIP de la discoteca Tito’s, uno de los negocios más conocidos del magnate de la noche situado en pleno Paseo Marítimo de Palma. En el auto también se apunta que Cursach y Sbert dieron las órdenes oportunas al director de la discoteca y al responsable del reservado para que se ofrecieran a los agentes estupefacientes “especialmente cocaína”, lo que presuntamente constituye la comisión de un delito contra la salud pública “al promover y facilitar el consumo ilegal de sustancias que causan grave daño a la salud”. La Fiscalía tiene un plazo de 20 días para presentar escrito de acusación o reclamar el sobreseimiento de la causa.
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