Casado aparca la ideología y apacigua a sus barones
“ Quiero que el Partido Popular sea menos partido y más popular, una plataforma cerca los españoles”, afirma el líder del PP
“Quiero que el Partido Popular sea menos partido y más popular, una plataforma cerca los españoles”, declaró este lunes Pablo Casado. Su discurso ante el comité ejecutivo nacional es una enmienda a la totalidad a la estrategia de abril, la del “PP sin complejos” que centró sus esfuerzos en frenar a Vox. El líder popular se dirige ahora a los votantes de Cs. Los barones más críticos bendicen su cambio de tono y confían en poder “corregir” también algunas apuestas de las anteriores listas electorales.
“Ha hecho autocrítica, se ha moderado y se ha centrado. El discurso de hoy va a ser el discurso de la campaña”, resumía este lunes un barón regional del PP el viraje de Pablo Casado desde el batacazo electoral de abril. “Este es el discurso que queríamos. Todos cabemos en este perímetro”, añadía otro. La última reunión del comité ejecutivo nacional no tuvo nada que ver con los anteriores, en los que barones territoriales recriminaron a su líder la derechización del partido. Quienes enarbolaron aquella llamada al centro, como Alberto Núñez Feijóo o Alfonso Alonso, aplauden ahora el nuevo tono de Casado. “Certero”, alabó el presidente gallego. “Salgo muy contento”, añadió el líder del PP vasco. La mejora que señalan las encuestas y la posibilidad de incluir afines en las listas también actúa de pegamento interno.
Casado hizo una enmienda a la totalidad a su discurso electoral de abril. Del PP “sin complejos”, más ideológico, al de los gestores —apartados de aquellas listas electorales—. Del tono agresivo para tratar de frenar la fuga de votos a Vox, a tratar de recuperar los que se fueron a Ciudadanos. “Quiero liderar una mayoría centrada, que el PP sea la gran plaza mayor en la que se reúne la España razonable”, dijo. “Quiero un Partido Popular ampliado, más popular y menos partido, reconocible por moderado”. “Sin agresividad”, subrayó. En la nueva estrategia de Casado, las siglas y la ideología pueden quedar a un lado: “Vamos a mirarnos menos el ombligo, a ser menos partido y más una plataforma política cerca de los españoles”.
Como en los viejos tiempos —los de Mariano Rajoy— nadie pidió la palabra después del líder. Esta vez no había críticas. Tampoco en la comida posterior —jamón, salmorejo y atún— en la sede de Génova las hubo, según los barones consultados. Las encuestas señalan que Ciudadanos cae y el PP afronta las nuevas elecciones como el examen de recuperación de abril, cuando cayeron de 137 a 66 diputados.
El patriotismo de Rivera
Sin citarlos expresamente, Casado sí dedicó durante su discurso varios reproches a Ciudadanos para insistir en los beneficios de su apuesta de coalición preelecotral, España Suma, rechazada por Albert Rivera. El líder del PP aseguró que la fragmentación del electorado tiene “consecuencias letales para España” y dudó del “patriotismo” de Cs. “No se puede invocar principio político digno alguno capaz de justificar un comportamiento que produce un resultado tan dañino. La fractura del centro derecha es uno de los errores más grandes de la historia del liberalismo”.
Casado quiso advertir a Rivera que no tiene “posibilidad alguna” de darles el sorpasso — “El PP es el corazón, el cerebro y el pulmón del centro derecha español”— y se dirigió directamente a sus votantes para decirles que el líder del partido al que habían elegido —al que tampoco citó por su nombre— ha “alejado sus prioridades” de la de la mayoría de españoles.
Mientras, Lorena Roldán, portavoz de la ejecutiva de Ciudadanos, descartó la coalición y la oferta de Cayetana Álvarez de Toledo de ceder su puesto como cabeza de lista por Barcelona a Inés Arrimadas, informa Elsa García de Blas. “Sumar sí, pero con la fórmula andaluza, no la de Gürtel. Queremos sumar diputados, no imputados”, declaró.
Casado insiste en que uniéndose con Ciudadanos antes de acudir a las urnas podrían obtener mayoría absoluta, aunque a algunos barones del PP les preocupa que si abusan de las apelaciones a España Suma la izquierda lo utilice como reclamo para movilizar a su electorado. De momento, confian en poder “corregir” errores de las últimas listas, cuando Casado prescindió o envió al Senado a antiguos pesos pesados del partido para sustituirlos por fichajes como el de Juan José Cortés. Algunos nombramientos, como el de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso, todavía escuecen, pero las encuestas sonríen al partido que tocó suelo en abril y las espadas ya no están en alto. “Lo elegido, elegido está”, se resignó Feijóo cuando le preguntaron por Álvarez de Toledo. “Se me ha olvidado”, añadió Alonso sobre su enfrentamiento público con la portavoz a cuenta de la supuesta “tibieza” del PP vasco con el nacionalismo.
Dimite la líder del PP asturiano
Mercedes Fernández ha dimitido como presidenta del PP asturiano y según fuentes del partido, podría ocupar un puesto en las listas del Senado. “Nuevos tiempos, nuevos equipos”, declaró este lunes al salir del comité ejecutivo. Fernández apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias y Casado colocó a Teresa Mallada como candidata a la presidencia de Asturias en su lugar. Cherines, como se la conoce en el PP, pidió la cabeza de Javier Maroto, director de la campaña electoral de abril, y cargos de su equipo protagonizaron sonoros enfrentamientos con los afines a Mallada. También deja la secretaría general del PP de Madrid el veterano Juan Carlos Vera, al que sustituye Ana Camins, diputada en la Asamblea.
Teodoro García Egea dirigirá el comité de campaña, que incorpora representantes de los territorios. El PP reducirá los “grandes mítines” —el alquiler de espacios es caro y llenarlos cada vez más complicado— para hacer actos sectoriales y paseos electorales.
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