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Pedro Sánchez ultima 300 propuestas en un plan para negociar la investidura

El PSOE tiene previsto presentar el documento programático el próximo martes

En foto, Pedro Sánchez, acompañado por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, en su reunión con colectivos de la sociedad civil. En vídeo, Pedro Sánchez a su llegada al Congreso.Vídeo: KIKE PARA EP
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Las políticas igualitarias y medioambientales tendrán especial relevancia en el programa, que incluirá en torno a 300 medidas, con el que Pedro Sánchez espera convencer a Pablo Iglesias para que facilite un Gobierno del PSOE. El núcleo del documento será el programa electoral con el que los socialistas ganaron el 28-A, pero incorporará, según el PSOE, parte del ideario social y ecologista de Podemos, y tendrá en cuenta las inquietudes de otros aliados potenciales como Compromís. Los socialistas tienen previsto presentar el programa el martes. Al día siguiente, Sánchez lo expondrá a los líderes del PRC y del PNV.

El presidente en funciones y secretario general del PSOE cerrará este viernes la segunda ronda de reuniones con la sociedad civil. Y a partir de ahí empieza la fase decisiva: la negociación política con los partidos para desbloquear la investidura. El “programa común progresista” que prometió Sánchez hace unos días está ya prácticamente listo, a falta de las últimas aportaciones que resulten de los encuentros con la sociedad civil. Los socialistas aseguran que el programa tendrá muy en cuenta la sensibilidad social compartida con Unidas Podemos. Eso sí, la propuesta con la que el PSOE confía en acabar con la resistencia de Iglesias a apoyar un Ejecutivo monocolor no incluye ninguna oferta de participación, ni siquiera en cargos intermedios.

El plan A de Sánchez es seducir a Podemos con esas 300 propuestas, según fuentes del partido en el Gobierno, para que el líder de Podemos dé luz verde a un Ejecutivo en solitario. Si la negociación descarrila, el PSOE pretende apurar los plazos hasta el 23 de septiembre —la fecha límite para que haya Gobierno— y elevar la presión sobre Iglesias para que acabe dando su brazo a torcer. Como último recurso, Sánchez no descarta ir a elecciones el 10 de noviembre, a la vista, argumentan sus colaboradores, de que persiste una formidable “desconfianza recíproca” con Iglesias en asuntos medulares como el desafío independentista. Ese último recurso entraña grandes riesgos, conceden en el PSOE, que aun así descarta insistentemente un Gobierno de coalición.

No habrá otra investidura sin la certeza de éxito

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, remarcó este miércoles que Pedro Sánchez no tiene “el encargo” de Felipe VI para volver a presentarse como candidato tras la investidura fallida del mes pasado. Los dirigentes del PSOE consultados rechazan un hipotético escenario en el que el presidente en funciones estuviese dispuesto a volver a presentarse sin tener la certeza de que, esta vez sí, tendría éxito.

Los argumentos que dan son dos: el principal, el desgaste que supondría para las instituciones, incluida la figura del jefe del Estado, otra votación infructuosa. La otra razón es el deterioro de la imagen de Sánchez, que no contempla arriesgarse a sumar su tercera investidura fracasada. La consecuencia serían las cuartas elecciones generales en cuatro años.

La baza estratégica del PSOE para desbloquear la legislatura es un remedo de aquel “programa, programa y programa” de hace unos años: son esas 300 propuestas que, en lo fundamental, recogen los 110 compromisos con que los socialistas se presentaron a las elecciones generales. También ha servido como inspiración la propuesta de España Avanza que el PSOE presentó antes de la investidura fallida del pasado julio. Una iniciativa abierta de cooperación “para un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta y progresista” de 142 medidas, con las que el PSOE buscaba un cierto giro hacia el centro.

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Asimismo, ese plan está abierto a las aportaciones de los colectivos sociales con los que Sánchez se ha reunido en las tres últimas semanas (este miércoles, con grupos de igualdad, sanidad y consumo) y a las aportaciones que puedan surgir en las reuniones con los partidos. En especial con Podemos. En el PSOE destacan que la oferta que Iglesias les presentó hace 10 días incluía numerosos guiños a las propuestas socialistas del programa electoral y del plan Avanza. Y que tenía prácticamente el mismo número de medidas (290).

“En materia de contenidos, si algo se demuestra es la cercanía existente en muchas políticas sociales que ambas formaciones queremos impulsar, tal y como ya hicimos en los meses de la anterior legislatura en los que Sánchez lideró un Gobierno progresista que llevó a cabo importantes avances sociales”, admitió el PSOE la semana pasada en su respuesta a la última propuesta de Iglesias. Los halagos terminaron ahí: los socialistas consideran “inviable” una coalición con su socio preferente por la falta de fe en Iglesias, después de que el líder de Podemos rechazara su oferta de una vicepresidencia y tres ministerios en la investidura fallida.

La vicepresidenta en funciones Carmen Calvo y la presidenta del partido, Cristina Narbona, —que ya dieron forma al programa de las generales— coordinan la propuesta que será presentada al resto de fuerzas del Congreso. Los secretarios de área del PSOE y los ministros que han asistido a las reuniones con las organizaciones sociales desde principios de agosto han tomado nota de las preocupaciones de esos grupos. Entre ellas, por ejemplo, sobresale la preocupación creciente de los colectivos LGTBI frente a los postulados radicales de Vox. El apoyo del partido de extrema derecha es clave para los Gobiernos de coalición del PP y Ciudadanos en Andalucía, Madrid y Murcia.

Pero el gran objetivo es persuadir a Podemos. En medio de un cruce de reproches que no ha cesado desde la investidura fallida de finales de julio, Podemos salió el 20 de agosto con su programa de 119 páginas, 290 medidas, cuatro propuestas de Gobierno de coalición y la ampliación del equipo negociador. La respuesta del PSOE fue un rotundo no. El equipo de Sánchez ha buscado achicar los espacios de Podemos con las dos rondas de reuniones con colectivos sociales, pero el plato fuerte empieza la semana próxima: tras la presentación del programa, Sánchez viajará el miércoles a Bilbao y Santander para convencer al PNV y a los regionalistas de Miguel Ángel Revilla.

Será un aperitivo para el momento de la verdad, la negociación con Iglesias. Las 300 propuestas del plan diseñado para persuadir al líder de Podemos son una especie de arma de doble filo. Por una parte, es un programa con cierta flexibilidad para negociar. Por otra, si Iglesias no desbloquea la investidura, se convertiría inmediatamente en un programa electoral, indican fuentes del Gobierno. En caso de que la negociación se desbloquease o las 300 medidas generasen dudas en Podemos que obligaran a su líder a apoyar in extremis el Gobierno del PSOE desde fuera para evitar nuevas elecciones, los socialistas sostienen que saldrán ganadores. Si no hay investidura, el PSOE presentará a Podemos como culpable de impedir un Ejecutivo basado en un programa de izquierdas. Con 300 propuestas y subiendo.

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