La Guardia Costera desembarca a 27 de los 28 menores del ‘Open Arms’
Los tripulantes del buque aseguran que ya no pueden garantizar la seguridad a bordo
Los 27 menores no acompañados que todavía quedaban en el Open Arms, el barco bloqueado frente a las costas de Lampedusa con más de 100 inmigrantes a bordo, han desembarcado este sábado en la isla italiana después de que el ministro del Interior, Matteo Salvini, contrario a la evacuación, lo haya permitido, como le pedía en una carta este viernes Giuseppe Conte, presidente del Consejo de Ministros. Conte conminaba al miembro de su Ejecutivo a autorizar la entrada en suelo italiano de los menores, según recoge el diario La Repubblica. Los menores han llegado a tierra esta tarde en dos barcos de la Guardia di Finanza y de la Guardia Costera italiana. Después, una furgoneta los ha llevado al centro de acogida. A bordo del Open Arms queda un menor que viaja acompañado por adultos.
Desembarcados los 27 menores no acompañados.
— Oscar Camps (@campsoscar) August 17, 2019
Sigue el abuso de los que pretenden tapar un fracaso político provocando el sufrimiento innecesario a los más vulnerables.
107 personas más 19 tripulantes siguen sufriendo a bordo. pic.twitter.com/OV9eIbOyLU
"Autorizo el desembarco de los menores muy a mi pesar", ha declarado Salvini, según recoge La Repubblica. "La elección es solo del primer ministro y supone un precedente peligroso", ha añadido el líder de la Liga Norte. En una nota, ha señalado: “La vía libre al desembarco de estas personas es responsabilidad exclusiva del primer ministro, que pedía una intervención cuando la nave aún estaba en aguas internacionales”.
Tras la aprobación reciente de la ley de seguridad italiana o decreto Salvini es el Ministerio del Interior que dirige el líder de la Liga el que tiene la potestad para limitar o prohibir el tránsito o la detención de buques en el mar territorial por razones de orden y seguridad pública o para evitar favorecer la inmigración clandestina.
Salvini ha señalado además que espera "novedades para el lunes" sobre el recurso que ha presentado contra la resolución del Tribunal administrativo del Lazio que permitió la entrada del Open Arms en aguas italianas para refugiarse del temporal.
La situación de una treintena de menores a bordo del barco era otra de las cuestiones críticas que seguían sin resolverse desde que el barco llegara frente a las costas de Lampedusa hace dos días. La autorización ha llegado cuando la situación en el Open Arms es extrema y está "fuera de control", según ha declarado esta mañana la tripulación. Tras 16 días a la espera de un puerto seguro donde desembarcar, el equipo de la ONG española Proactiva Open Arms ha alertado de que se encuentra en "estado de necesidad" y que "ya no puede garantizar la seguridad de los inmigrantes a bordo". Después de haber realizado seis operaciones diferentes de evacuación en este tiempo, las condiciones sobre todo psicológicas de los migrantes cada vez son más críticas.
El fundador de la ONG, Òscar Camps, ha explicado a través de un vídeo en el que se aprecia el aumento de la tensión en la cubierta del barco español, que la situación es insostenible y que cada vez hay más "peleas constantes y discusiones". El psicólogo de la ONG Emergency, Alessandro di Benedetto, que se encuentra en la nave, explicó este viernes a este diario que la incertidumbre generalizada y las evacuaciones "a cuentagotas" han hecho que aumente el desconsuelo y la frustración del pasaje, lo que inevitablemente hace que se desencadenen situaciones de agresividad y confrontación.
La Fiscalía ordena una inspección sanitaria a bordo
La Fiscalía de Agrigento, que abrió este viernes una investigación por secuestro de personas a petición de la ONG propietaria del barco, ha autorizado este sábado una inspección médica en el buque para analizar las condiciones higiénico-sanitarias en que se encuentran las personas a bordo. La Fiscalía analiza también todos los documentos relacionados con el Open Arms, incluida una comunicación enviada por la Guardia Costera, dependiente del ministerio de Transportes, al Ministerio del Interior de Matteo Salvini, en la que pide "urgentemente" una solución y alega que "no hay impedimentos de ningún tipo para el desembarco". Una de las posibles actuaciones que baraja la Fiscalía es la incautación del barco para conducirlo a puerto y forzar el desembarco, como ha hecho en otras ocasiones similares de bloqueo.
Como han explicado fuentes de la organización, el buque no está preparado para mantener a tanta gente a bordo y durante tanto tiempo. Tras el desembarco de los menores, además de los 107 inmigrantes, 19 miembros de la tripulación conviven en el barco. Tienen que compartir el escaso espacio disponible en cubierta, turnarse las zonas de sombra para resguardarse del sol abrasador y compartir dos baños entre todos.
"Ni siquiera a un detenido se le puede tratar de esta manera y aquí nos mantienen retenidos contra nuestra voluntad", asegura Camps. Tras él, en las imágenes, se ve a un grupo de personas que discute, presas de la desesperación, mientras el capitán, Marc Reig, trata en vano de tranquilizarlas. "Se me caería la cara de vergüenza si yo fuera un líder político o un presidente de un Gobierno en estos momentos", añade el fundador de la ONG española.
Camps afirma que este viernes advirtieron de la situación al presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez; a la canciller alemana, Angela Merkel; al presidente francés, Emmanuel Macron; al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y a las autoridades italianas. Les han trasladado que a partir de este sábado el Open Arms no podía hacerse responsable de la seguridad de los inmigrantes a bordo y de la tripulación, que considera "secuestrados" en la nave.
El fundador de la ONG también señala que es imposible mantener la calma: "En cualquier momento se desata una acción colectiva y no podremos detenerla. Hay cien modos de auto lesionarse en un barco y cien maneras de suicidarse a bordo".
El equipo de voluntarios de la ONG advierte de que ya no tiene capacidad para controlar a todo el pasaje a bordo, por lo que exigen la evacuación inmediata de los inmigrantes y que se les preste asistencia. Camps ha hecho también un llamamiento directo a Pedro Sánchez y le ha pedido que proteja "los derechos de los ciudadanos españoles que tienen a su cargo la seguridad de 134 [ahora son 107] personas en un buque de bandera española que está secuestrado en aguas italianas".
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