El alto cargo de Chávez que se dio a la fuga será deportado en el mismo avión en el que huyó
Tras una nota errónea de Interpol-Washington, EL PAÍS informó por error de la huida de Juan Carlos Márquez
Juan Carlos Márquez Cabrera, el ex alto cargo de la petrolera venezolana PDVSA que se dio a la fuga el viernes en un avión que salió ese día del aeropuerto de Madrid con destino a Chicago (EE UU), ya está de nuevo detenido. Huyó tras prestar declaración ante la Audiencia Nacional por su implicación en el caso que afecta al exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo. Agentes de Interpol de Estados Unidos localizaron a Márquez en pleno vuelo, al analizar la lista de pasajeros, y le detuvieron a pie de avión en el aeropuerto de Chicago. Lo arrestaron y está previsto que este domingo sea deportado a España.
La Interpol de Estados Unidos tiene previsto deportarlo en el mismo avión de Iberia en el que se fugó a Chicago, el vuelo IB6274. Este avión saldrá de Chicago las 16.35 y llegará a Madrid a las 7.45 del lunes, donde le esperará la policía española para arrestarle de nuevo. Y será conducido otra vez ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz para que explique por qué se dio a la fuga e incumplió la prohibición de salir de España.
La estancia en Madrid de Márquez fue muy corta. Sobre él existía una orden de busca y captura dictada por el juez Pedraz. Está siendo investigado en una trama de blanqueo de capitales y por un supuesto cobro de comisiones de las ficticias contratas que, por importe de 4,5 millones, él mismo firmó entre 2008 y 2011 como secretario general de Entes Corporativos de PDVSA con Alejo Morodo, hijo de Raúl Morodo, exembajador de España en Venezuela durante el Gobierno del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Los investigadores creen que el dinero salió de la petrolera con destino a cuentas de Morodo a cambio de falsos asesoramientos. Y que parte de ese dinero terminó también en cuentas de su padre.
Márquez se fugó el viernes tras haber sido detenido un día antes, el pasado jueves, en Barajas, adonde llegó procedente de Estados Unidos. Existía contra él una orden de busca y captura dictada por Pedraz. El viernes la policía española lo condujo ante el juez, que le tomó declaración por la mañana y lo dejó en libertad provisional con cargos, pero con la prohibición de salir de España. Márquez aseguró ante el juez que su cargo en PDVSA era simbólico y que firmó los millonarios contratos con Alejo Morodo "por delegación" de otras personas de la petrolera.
Sin embargo, nada más abandonar la Audiencia Nacional compró un billete de avión en Barajas con destino a Chicago, y, no se sabe cómo, compró un billete de avión para viajar a esa ciudad y franqueó el control de pasajeros sin que saltase la alarma. Interpol de Washington le localizó cuando el avión ya estaba en el aire al ver que sobre él constaba la denominada notificación roja, que le impedía salir de España. No ha podido ni pisar la ciudad de Chicago. En el mismo avión en que huyó será deportado este domingo y el lunes por la mañana estará de vuelta en Madrid.
Fe de errores. Márquez no llegó a viajar en este avión. Fue hallado ahorcado el pasado domingo en una casa de Alcobendas, Madrid. La policía cree que se suicidó. La Audiencia Nacional creyó que se había fugado el pasado viernes día 19, tras prestar declaración ante el juez Santiago Pedraz, en un avión de Madrid a Chicago. Ese mismo viernes por la tarde la policía recibió un comunicado de Interpol-Washington avisándole que había "localizado" a Márquez en un avión de Madrid a Chicago, en el vuelo IB6274, y que sería "deportado" a España en el mismo avión "el 21/0772019", domingo.
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