El informe policial definitivo ratifica que no hubo agresiones físicas a Ciudadanos en el Orgullo
El documento confirma el contenido de uno preliminar y añade nuevos datos sobre los sucesos del pasado sábado en Madrid
La Jefatura Superior de Policía de Madrid ya ha terminado el informe definitivo sobre los incidentes registrados el pasado sábado en Madrid en torno a la participación de destacados dirigentes de Ciudadanos en la manifestación del Orgullo. El nuevo documento ratifica el contenido del informe preliminar, adelantado por EL PAÍS el pasado lunes, y concluye, como aquel, que el día de la marcha no se produjeron “agresiones físicas” a los militantes del partido de Albert Rivera, según confirman fuentes policiales conocedoras de su contenido. En la denuncia que presentó este miércoles ante la Fiscalía General del Estado por estos sucesos, Ciudadanos tampoco habla de agresiones físicas pese a a las declaraciones públicas de sus dirigentes.
El nuevo documento policial, más extenso que el preliminar y ya con todos los elementos que le confieren carácter oficial, “recoge el contenido del primero y añade nuevos datos que en absoluto modifican el contenido de aquel”, destacan las fuentes consultadas. Así, habla de insultos, amenazas, lanzamiento de líquidos y otros objetos no peligrosos, pero en ningún momento de “agresiones físicas”, recalcan fuentes policiales. También apunta la supuesta pretensión de la formación de usar mediáticamente su presencia en el acto y la falta de colaboración de los dirigentes de Ciudadanos con los responsables del dispositivo policial, así como su negativa a seguir sus indicaciones para evitar agravar la situación.
Ratifica así el documento policial preliminar –que llevó al partido de Rivera a pedir explicaciones al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska—, que había sido redactado el pasado lunes, después de que la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís acusase a la Policía Nacional de "tardar mucho en llegar" y de actuar "de forma muy ineficiente cuando podía haber pasado cualquier cosa" durante la marcha del Orgullo. Aquel informe de la Jefatura Superior de Policía ya aseguraba, como hace ahora el definitivo, que no había constancia de que se produjeran “agresiones físicas” y recalcaba que Ciudadanos no siguió “en ningún momento las instrucciones policiales ni sus consejos”.
También que, pese a lo que había afirmado Villacís —presente en la manifestación aunque se marchó antes de que se iniciara el boicot a su partido— el grupo de militantes de la formación siempre estuvo acompañada por agentes de “paisano”, que llegaron a ser una veintena. El informe preliminar, de este modo, contradecía abiertamente la versión que hasta ese momento había dado el partido de Rivera sobre lo ocurrido durante la marcha. El nuevo lo vuelve a hacer.
Cuando trascendió el contenido del primer informe, Ciudadanos cargó contra el Gobierno y, en concreto, contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuyas declaraciones del día del Orgullo ya habían provocado duras críticas y peticiones de dimisión por parte del partido de Rivera. El miércoles, Inés Arrimadas y otros dos dirigentes del partido formalizaron ante la Fiscalía una denuncia por presuntos delitos de amenazas, injurias y odio sobre lo sucedido en el Orgullo.
La denuncia, de 37 páginas, detallaba los insultos que habían recibido los miembros de Ciudadanos durante la marcha, así como enlaces a vídeos en los que se aprecia el supuesto lanzamiento de objetos. Asimismo, destacaba la actuación de un grupo de manifestantes para que el grupo de Ciudadanos no pudiera avanzar. "Dicho movimiento no fue algo espontáneo, sino que se trataba de un acto perfectamente organizado", denunció Ciudadanos.
Dirigentes del partido de Rivera han realizado en los dos últimos días numerosas manifestaciones públicas poniendo en duda la veracidad del primer documento policial conocido. Esgrimían para ello la ausencia de firma, de identificación de su autor y varios errores en el membrete de encabezamiento. Ciudadanos también utilizó la opinión de dos sindicatos policiales minoritarios —uno de ellos ni siquiera se presentó a las recientes elecciones sindicales— para respaldar sus dudas sobre el origen y autenticidad del informe. Sin embargo, fuentes del Ministerio del Interior ratificaron la veracidad del documento.
Pese a ello, este jueves, los diputados de Ciudadanos Miguel Gutiérrez y Joan Mesquida —este, antiguo director general de la Policía y la Guardia Civil en los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero— han registrado en el Congreso una batería de diez preguntas sobre este primer informe preliminar, el dispositivo policial y la intención o no de Grande-Marlaska de dimitir. Este documento parlamentario habla de “amenazas, insultos, lanzamiento de orines, botellas, o latas aplastadas, que pusieron en peligro la integridad física” y hace referencia en una decena de ocasiones a supuestas “agresiones”.
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