Los trabajadores del PP avalan la tesis del partido en el juicio de los discos duros
La secretaria de Bárcenas asegura que tiró a la basura varias agendas con citas y comidas del extesorero
Tras sufrir el jueves un día de tormenta con la declaración de Luis Bárcenas, que vinculó el caso de los discos duros con la supuesta trama para espiarle urdida por la policía patriótica, llegó este viernes uno de calma para el PP en el juicio por la destrucción de los ordenadores del extesorero. Dos antiguos trabajadores del área de Informática de la formación, que comparecieron como testigos en la tercera sesión de la vista oral, avalaron la tesis principal de la defensa: existía un protocolo para el borrado de las computadoras cada vez que cambiaban de usuario y era habitual recurrir a él.
Ese detalle es uno de los puntos clave sobre el que gira el juicio y al que se agarra el PP, acusado como persona jurídica, para evitar cualquier responsabilidad penal. Según mantiene la formación liderada por Pablo Casado, aunque esas unidades de almacenamiento ya se encontraban vacías cuando se recuperaron de la sala utilizada por Bárcenas, se procedió a su sobrescritura 35 veces para evitar que un segundo usuario pudiera recuperar información del anterior. Una técnica que, según explicaron este viernes los dos trabajadores del área, era normal.
Esa versión dista mucho, en cambio, de la del extesorero, que aseguró el jueves que los discos duros contenían información y pruebas de la contabilidad b del partido. "Había documentos escaneados de recibís, que no conservaba en papel. Había complementos a la información de los papeles que van desde 1990 a 2008, presupuestos de campañas, cómo se había financiado, quiénes habían sido los donantes...", enumeró.
Agendas a la basura
La sesión de este viernes también sirvió para escuchar el testimonio de Estrella Domínguez, que trabajó durante 20 años como secretaria de Bárcenas en el partido. La exempleada de la formación conservadora reconoció que guardaba agendas antiguas con datos de las reuniones, comidas y encuentros del extesorero, pero que las tiró tras estallar el escándalo. Según afirmó, desconocía que su contenido pudiera servir para alguna investigación judicial y añadió que Bárcenas nunca se puso en contacto con ella para recuperarlas. Domínguez explicó que únicamente la mujer del exdirigente popular, Rosalía Iglesias, le envió un mensaje de móvil para pedirle que se le facilitaran. Pero llegó tarde. Ya estaban en la basura.
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