Bárcenas vincula la destrucción de sus discos duros a la trama para espiarle
El extesorero y María Dolores de Cospedal declaran como testigos en el juicio por el borrado del contenido de los ordenadores
Luis Bárcenas ha vuelto a una sede judicial y no ha desaprovechado la oportunidad. “Si este caso se hubiera conocido antes, sería un episodio más de la Operación Kitchen”, ha afirmado durante su declaración como testigo en el juicio por la destrucción de los discos duros de los ordenadores que usaba en la sede del PP. Durante la segunda sesión de esta vista oral, el extesorero ha vinculado el presunto borrado del contenido de esas unidades de almacenamiento con la bautizada como Operación Kitchen, la presunta trama de espionaje ilegal contra él urdida por la policía patriótica, el grupo creado en el seno de la Policía Nacional durante la etapa del ministro Jorge Fernández Díaz.
"Si se llegó a organizar que un falso cura secuestrara a mi familia, que mi chófer clonara mis teléfonos... En el mismo periodo de tiempo se produjeron un montón de acciones que confluyen en el mismo sentido. Quería conseguir mi información y amedrentarme", ha apostillado el ex alto cargo del PP, que ha sido el primer testigo en declarar en el juicio, donde ha defendido que los ordenadores eran suyos y no del PP, como asegura el partido liderado por Pablo Casado, que se sienta en el banquillo de los acusados como persona jurídica por, supuestamente, borrar el contenido de las unidades de almacenamiento tras estallar el escándalo de los papeles de Bárcenas.
El interés del extesorero para recuperar esos discos duros se debía, según ha repetido este jueves, a que contenían información "relevante". "Había documentos escaneados de recibís, que no conservaba en papel. Había complementos a la información de los papeles que van desde 1990 a 2008, presupuestos de campañas, cómo se había financiado, quiénes habían sido los donantes...", ha enumerado el extesorero, que ha declarado este jueves durante horas. Antes de que le tocara el turno a la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, con la que se enfrentó públicamente durante años.
De hecho, según ha contado el jueves la propia exdirigente popular, ella tomó la decisión de prohibir al extesorero el acceso a la sede del partido tras el hallazgo de su cuenta en Suiza con más de 40 millones de euros. "Cuando se ve que la presunción de inocencia no va a ninguna parte, se toma la decisión de que no vuelva a entrar en la sede y se procede al desalojo de sus efectos", ha dicho Cospedal, que ha evitado pronunciar el nombre de Bárcenas, al que se ha referido en varias ocasiones como "esa persona".
"El coste del partido y para mí, del enfrentamiento con Bárcenas, ha sido muy grande. Yo he tenido que defenderme de acusaciones de esta persona, que tiene la mala costumbre de mentir", ha proseguido Cospedal, que ha defendido la legalidad de la actuación del partido. En esa misma línea han incidido los acusados, que han sido los primeros en declarar.
"Todo esto es un montaje"
El primer turno le ha correspondido a Alberto Durán, director de la asesoría jurídica del PP desde 2010. El trabajador popular ha aprovechado rápidamente la ocasión para marcar distancia con el extesorero, al que, ha asegurado, apenas conoce —según él, solo se habían visto una vez, cuando llegó al partido y Bárcenas lo llamó para "hacer una ostentación de poder y enseñar sus dominios"— y con el que mantiene un largo enfrentamiento. Durán ha subrayado que el exsenador le tiene una inquina personal porque es el abogado que ha participado en los procedimientos de la formación contra él. "Él tiene absoluta enemistad conmigo. Siempre me llama el abogado de Cospedal; porque, al igual que ella, me opuse a sus absurdas pretensiones", ha afirmado el acusado.
El asesor jurídico ha ido, incluso, más allá durante la sesión. Se ha presentado como una víctima de Bárcenas —"todo esto es un montaje para acusarnos a los trabajadores que le hemos plantado cara"— y ha defendido que el PP se limitó a seguir los protocolos internos sobre el borrado de los discos duros. En ese punto ha ahondado más José Manuel Moreno, director de los servicios de Información del PP desde 2011 y también acusado en el juicio. Él se llevó los ordenadores y puso en marcha los procedimientos para eliminar cualquier contenido. Según ha afirmado, lo hizo pese a que los discos duros "no tenían absolutamente nada", pero porque un segundo usuario podría llegar a recuperar información si no hubiera procedido así.
"Y esto se realiza en todas las empresas: nacionales o internacionales", ha remachado Moreno, después de contar que entonces no sabía que había estallado Gürtel y que ya había una investigación judicial en marcha. "¿No veía la televisión?", le ha preguntado sorprendida entonces la fiscal, que ha recibido un "no" por respuesta. Después, en esa misma línea de defensa, el acusado ha insistido en que nadie le preguntó si había encontrado algo en las unidades de almacenamiento, ni le instaron para destruirlas. "Yo no di ninguna orden para destruir los ordenadores", ha dicho posteriormente la tercera acusada, Carmen Navarro, gerente del PP, que ha añadido: "Yo no tengo ningún conocimiento de que hubiera una contabilidad b del Partido Popular". Por tanto, según argumenta su abogado, cómo iba a encubrir algo que desconocía que existiese.
"Además, estos ordenadores son propiedad del PP sin ninguna duda", ha añadido María Masso, la abogada elegida por el PP para representarle como persona jurídica. Al igual que los otros tres acusados, el partido solo ha respondido a las cuestiones de la fiscalía y de sus abogados. "No reconozco su autoridad procesal y moral para preguntarme", ha llegado a decir Durán sobre las tres acusaciones populares, ejercidas por IU, el Observatorio Desc y la asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade).
Rajoy "nunca" encendió su ordenador
Mariano Rajoy, expresidente del PP y del Gobierno, se ha convertido en protagonista del juicio durante unos segundos. Al final de su declaración como testigo, el exjefe de Informática del partido ha relatado que el exlíder popular, que solía escribir a mano y que dictaba los textos más largos a las secretarias, nunca utilizó la computadora que tenía asignada. "El ordenador de Rajoy se quedo sin pila porque no había sido encendido nunca", ha dicho el extrabajador del PP, que ha dejado más detalles de los entresijos de la formación. Entre ellos, por qué el extesorero le tenía tanto apego a sus ordenadores: "Bárcenas los quería básicamente para sus hojas de cálculo". También, que solía acudir a los domicilios de los miembros del PP a solucionarle problemas informáticos. "A mi me llamaba el señor Bárcenas y yo iba a solucionar el problema que tenía. He estado en su casa, pero como en la de otros muchos políticos del PP", ha afirmad.
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