Las primeras fisuras territoriales amenazan el tripartito de la derecha
El plan de alianzas que dio aire a Pablo Casado tras el descalabro de las generales se desdibuja
Apenas cuatro días después de la constitución de los Ayuntamientos hay ya amenazas de moción de censura planteadas, los acuerdos firmados empiezan a tambalearse y los que quedan por firmar se complican. La negociación del bloque de centroderecha se ha convertido en un vodevil en el que hay pactos secretos —que Vox amenaza con hacer públicos como medida de presión al PP—, y en el que uno de los socios, Ciudadanos, afirma que “sentarse a negociar, no; pero hablar, sí” con el partido de Santiago Abascal. El plan de alianzas que dio aire a Pablo Casado tras el descalabro de las generales se desdibuja.
Tras las elecciones andaluzas del pasado diciembre, el PP abandonó su mantra contra los “pactos de perdedores” y para que gobernara “la lista más votada” y se entregó a la negociación a tres bandas para hacer lo propio tras los comicios autonómicos y municipales del 26 de mayo. Ese plan de alianzas, que equivalía a exportar el modelo andaluz al resto de España, dio oxígeno a Casado, cuando más cuestionado estaba internamente por el descalabro de las generales (de 137 a 66 diputados). Los populares adoptaron el mismo método de negociación: con Vox por un lado y con Cs por el otro, tratando de facilitar a ambos una excusa con la que poder justificarse ante su electorado, de tal forma que los de Abascal puedan decir que sí participan en los Gobiernos, y los del partido de Albert Rivera, que los han dejado fuera. Un ejemplo de esa fórmula son las juntas de distrito en Madrid, que los populares quieren dar a Vox. Otra, lo que el PP distingue como “concejalías de gobierno” y “concejalías delegadas”.
Pero Vox, escarmentado por la experiencia andaluza, se muestra ahora más exigente: “Entre la espada y la pared, yo elijo la espada”, declaró este martes Macarena Olona, miembro de su comité negociador. A esas complicaciones, y la enrevesada postura de Cs, que quiere hacer ver que “habla”, pero “no negocia” con Vox, se unen las discrepancias entre las direcciones nacionales y territoriales de cada formación, no siempre alineados. Esta es la fotografía del estado de las negociaciones.
Madrid. Vox sostiene que en un documento secreto el PP se comprometió a integrarles en el Gobierno municipal. La vicesecretaria de Política Social, Cuca Gamarra, admitió ayer martes que en el pacto “figuran concejalías”, aunque a continuación añadió que “Gobierno es todo”, en referencia a posibles cargos por debajo del escalafón de las concejalías. En el juego de los órdagos, Vox está en desventaja, porque una moción de censura le convertiría en aliado de la izquierda, y si esa ruptura en la capital afectara a las negociaciones para la Comunidad y hubiese que repetir elecciones, podría ser el más perjudicado. El acuerdo secreto, según fuentes del PP, habla de integrar a la formación de Abascal teniendo en cuenta la proporcionalidad de los votos en las urnas. En el Ayuntamiento fueron cuatro concejales y en la Comunidad, 12 diputados.
Murcia. Cs rechazó en un principio la oferta del PSOE para gobernar en la capital a cambio de apoyarles en la Comunidad para desalojar al PP del poder 24 años después. Pero Vox, que obtuvo cuatro diputados, exige una consejería, Cs se niega y sugiere que puede retomar la vía de los socialistas.
Castilla y León. PP y Cs chocan por el reparto de consejerías, que los primeros (29 escaños) quieren que sea proporcional a los votos y los segundos (12), mitad y mitad.
Burgos. El PP y Cs suscribieron un pacto para investir al candidato del partido de Rivera, Vicente Marañón, pero Vox se votó a sí mismo permitiendo la investidura del socialista Daniel de la Rosa. El partido de Abascal trasladó en un principio que habría consecuencias contra los concejales que habían permitido que gobernara la izquierda, pero el portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Ángel Martín, se mantiene firme en su postura y descarta apoyar “de momento” una moción de censura con el PP y Cs. Mientras, De la Rosa ha ofrecido a Cs entrar en el gobierno local. Marañón lo trasladará a la dirección nacional.
Huesca. El PP registró ayer martes una moción de censura en el Ayuntamiento después de que el sábado un voto en blanco impidiera ejecutar el acuerdo con Cs y el visto bueno de Vox para investir a la candidata popular, Ana Alós. Pero Vox reclama ahora para apoyar la moción que el PP cumpla lo prometido en el resto de España y que Cs pida perdón por haberles acusado del voto en blanco.
Melilla. El pasado sábado, el único diputado de Cs en Melilla (25 en total), Eduardo de Castro, desalojó al popular Juan José Imbroda tras casi 20 años en el poder. En los días previos, había trasladado que no apoyaría al PP si el partido no cambiaba de candidato para “propiciar un cambio de gobierno y por una cuestión de regeneración”. El PP ha solicitado a la Secretaría General de la Ciudad Autónoma de Melilla que considere nula su elección porque aseguran que De Castro contestó que “no” cuando le preguntaron si se presentaba a la investidura.
Canarias. Cs inició este martes el proceso para expulsar del partido a los dos concejales de Santa Cruz de Tenerife que el pasado sábado votaron con Unidas Podemos y el PSOE para hacer alcaldesa a la socialista Patricia Hernández, informa Jorge Berastegui. Mientras, el veto de Cs a que el líder de CC, Fernando Clavijo, imputado por malversación, entre en el Gobierno de Canarias complica el acuerdo autonómico.
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