Acuerdo en Ceuta entre populares y socialistas para arrinconar a Vox
El actual presidente se niega a participar del acuerdo que ha suscrito la dirección nacional del PP con la extrema derecha
“No queremos saber nada de Vox”. Al actual presidente en funciones de Ceuta y candidato del PP, Juan Jesús Vivas, le gusta tan poco el partido de Santiago Abascal que ya antes de las elecciones era así de tajante sobre posibles pactos con él. Y Vivas se ha mantenido fiel a su posición: revalidará su cargo el próximo sábado gracias al voto en blanco del PSOE. Vivas se niega a participar del acuerdo que ha suscrito la dirección nacional del PP con la extrema derecha.
Los socialistas no entrarán en el gobierno de la ciudad ni votarán a favor del actual presidente, pero facilitarán la investidura de Vivas con un voto en blanco. “Lo hacemos por sentido de la responsabilidad y madurez”, resume Manuel Hernández, secretario general del PSOE ceutí y candidato a la presidencia de la ciudad autónoma en las pasadas elecciones. El PP podrá seguir así en el gobierno pese a haber perdido la mayoría absoluta tras 18 años.
En las generales del 28-A, el PSOE se convirtió en la fuerza más votada con el 36,3% de los votos y Vox se alzó como segunda fuerza, con el 23,9%. El 26-M no se confirmó el peor pronóstico, pero el PP salió tocado, con solo nueve de los 25 diputados de la Asamblea. Los populares se quedaban a cuatro escaños de la mayoría, mientras el PSOE conquistaba su mejor resultado con siete diputados. Como tercera fuerza, Vox logró seis y otros tres se los repartieron dos partidos locales. Pese a la alegría de los socialistas, el resultado no le permitía constituir un Gobierno de izquierdas con las dos formaciones más pequeñas. “Y si las fuerzas progresistas no dan, le toca al más votado”, alega Hernández.
Por la derecha, el escenario podría parecer más despejado ya que los votos de PP y Vox habrían sumado una holgada mayoría de 15 diputados. Máxime si se tiene en cuenta que ambas formaciones suscribieron un pacto el pasado viernes en Madrid en el que acordaban gobernar en aquellos lugares de España en los que sumasen sin la necesidad de contar con Cs. Pero Vivas ya se había desmarcado en Ceuta de esa posibilidad, antes incluso de las elecciones, al anunciar que no quería “saber nada” de Vox porque sus mensajes son “rupturistas con la convivencia”.
En una ciudad de difíciles equilibrios sociales y en la que casi el 50% de la población es musulmana, el partido de ultraderecha ha centrado buena parte de su campaña en lanzar críticas a la comunidad islámica. Lo mismo apostaban por construir un muro en la frontera con Marruecos que por llevar “la españolidad” como línea maestra de su candidatura. Frente a ello, Vivas ya dejó claro en su partido que “si le obligaban a pactar, se iba” según apuntan fuentes de su Gobierno. “Lo que ha hecho Vox es inadmisible. Ha incitado a la fragmentación, frente al modelo de convivencia que debe ser Ceuta”, sentencia Hernández. “Han tenido altura de miras los dos partidos [por PP y PSOE]. Estamos en un territorio sensible”, explican fuentes cercanas al presidente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.