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Alberto Rodríguez, “el currela canario” que se convertirá en ‘número tres’ de Podemos

El diputado canario sustituye a Pablo Echenique en la secretaría de Organización del partido

Alberto Rodríguez, nuevo secretario de Organización de Podemos, en el Congreso en 2016.Vídeo: BERNARDO PEREZ / EPV

Sentado en su escaño de presidente, Mariano Rajoy miraba con atención a un joven canario con sus rastas recogidas en una gran coleta en el inicio de la legislatura de 2016. Era Alberto Rodríguez, diputado de Podemos. Su pelo, su camiseta y sus vaqueros le valieron el sobrenombre del Rastas en la política española. Cuatro años después, ese joven canario que dejó de militar en IU para unirse a Podemos asume la secretaría de Organización del partido en sustitución de Pablo Echenique y se convierte en el número tres por detrás de Pablo Iglesias e Irene Montero, máximos dirigentes de la formación.

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Rodríguez, de 37 años, se crió en el barrio obrero de Ofra, en Santa Cruz de Tenerife, en una casa de menos de 70 metros cuadrados con sus padres, una maestra y un electricista, y sus hermanos, en total siete personas, incluida su abuela. “Mi abuela Concha era costurera, sin contrato, y se dedicó toda su vida a hacer la ropa de las fiestas y de los paseos de los domingos a la familia Oramas [diputada de Coalición Canaria]. Y para que eso no vuelva a suceder, me presento a las elecciones”, dijo en un mitin en 2015.

Su biografía es parte de su emblema. Se define como “un currela canario”. Estudió en una escuela pública, es técnico superior en Química Ambiental, obrero industrial y fue operador de refinería de petróleo durante nueve años hasta que en 2016 llegó al Congreso. El sueldo que percibía antes de llegar a ser diputado (más de 50.000 euros al año, según la declaración de bienes que aparece en la web del Congreso) ha sido usado por sus adversarios como arma arrojadiza en más de una ocasión. “No es algo de lo que me avergüence, al contrario, lo pongo en valor”, suele responder.

Le gusta el baloncesto, las artes marciales y correr por Anaga, un parque natural de Tenerife. Lleva rastas desde hace más de un lustro. Su pelo inspiró la canción de reggae —un género al que también es aficionado— Rastaman en el Parlamento del grupo canario Dactah Chando. Su estética hizo que su debú en el Congreso no pasara desapercibido. Celia Villalobos, entonces vicepresidenta del Congreso, captó la atención de los medios incidiendo en la importancia de que las rastas estuvieran limpias. "Yo tengo sobrinos y familiares y chavales que llevan rastas, a mí con que las lleven limpias, para que no me peguen un piojo, me parece perfecto", dijo la popular en un programa de TVE. Rodríguez no quiso avivar la polémica y aseguró que, cuando Villalobos y él se conocieran y trabajaran sobre propuestas y programas, hablarían. "No me las quitaré por lo que me digan. Para mí es un peinado como otro cualquiera", dijo en una entrevista con EL PAÍS.

Desde que entró en el hemiciclo se ha responsabilizado de la portavocía de los temas de empleo, turismo y pensiones, carteras que ya asumió al unirse a Podemos como miembro de esta área en el consejo ciudadano estatal (CCE), máximo órgano del partido entre asambleas. El pasado diciembre protagonizó la despedida de un diputado, precisamente del PP. Rodríguez le dijo que "llevaba mucho tiempo" pensando en su escaño si decir algo porque no sabía si se "arrepentiría", pero al final dedicó unas palabras de cariño Alfonso Candón, representante del PP de Cádiz: "Nunca pensé que iba a decir algo así en esta Cámara y menos a un diputado del PP, pero lo echaremos de menos y le diré algo que es una de las cosas más bonitas que se puede decir: es usted una buena persona y le pone calidad humana a este sitio". Con su nombramiento como secretario de Organización, Rodríguez mantiene su escaño en el Congreso, su puesto en el CCE y además entra en la ejecutiva de Podemos.

Hasta llegar al círculo más cercano de Iglesias, Rodríguez combinó su trabajo en el sector petrolero con la militancia en varios movimientos sociales. Era asiduo de las grandes manifestaciones que sacaron a todo Tenerife a la calle con las luchas contra el puerto de Granadilla o el no a las prospecciones petrolíferas de Repsol. Es un defensor del medio ambiente y ha estado siempre preocupado por proteger los espacios naturales de Canarias. “Desde la adolescencia me he rebelado contra las injusticias, participando en el movimiento estudiantil, en la lucha contra las guerras, en convocatorias por los derechos civiles y en el 15-M”, ha contado en varias ocasiones.

Fue el 15-M el momento en el que su activismo se afianzó y le catapultó a Podemos después de haber militado en IU. “No me avergüenzo de haber luchado, de haber defendido los derechos de todos y todas y de haber acabado detenido por ello, fruto de sus políticas de reprimir la disidencia. No solo no me avergüenzo, sino que lo volvería a repetir”, ha reconocido sobre las veces que fue detenido en varias manifestaciones.

Tras la irrupción de Podemos en las instituciones en las elecciones europeas de 2014, Rafa Mayoral, uno de los cuadros más importantes de Podemos, le convenció en 2015 para que se uniera al partido y se presentara a las generales de diciembre de ese año por Santa Cruz de Tenerife. Le costó mucho tomar la decisión, la consultó con la familia y con los amigos y al final se decidió. Consiguió el escaño que este 28-A ha vuelto a revalidar.

Durante los últimos cuatro años, Rodríguez siempre ha estado cerca del secretario general. Nunca ocultó su defensa de la coalición con IU. Formó parte de la candidatura de Iglesias durante Vistalegre II, el segundo gran congreso de Podemos. Se mantuvo a su lado tras la integración de Íñigo Errejón en la plataforma de la regidora en funciones Manuela Carmena. “Hemos aprendido a raíz de Vistalegre II que es conveniente que esos debates se tengan en el seno de la organización y que el resto de la gente, en concreto nosotros que estamos en las instituciones, nos dediquemos a trabajar”, decía tras la polémica salida del fundador de Podemos. Tras la debacle electoral ha cerrado filas con la apuesta de Iglesias de tratar de formar un Gobierno de coalición con el PSOE como tabla de salvación ante la peor crisis de la historia de Podemos.

“La mutación organizativa no se puede hacer tampoco de la noche a la mañana. En ello andamos”, decía Rodríguez en una entrevista en eldiario.es. Su tarea será reestructurar un partido que ha perdido la mayor parte del poder territorial que había acumulado los últimos cuatro años. El nuevo responsable de Organización tendrá que enfrentar la oposición interna que ha surgido en el partido desde el pasado 26-M.

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