Feijóo: “Vox es el juguete de Sánchez para dividir a la derecha”

El campo de la fiesta de una aldea gallega se convirtió ayer sábado en el escenario del PP para fundar las bases de su “remontada”. El líder nacional, Pablo Casado, y el presidente de la formación en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, convinieron así en una romería en la necesidad de recuperar los orígenes de un PP más “amplio, moderado, unido y moderno” que sirva de “contrapeso y dique de contención” al PSOE de Pedro Sánchez.

La “romería popular” de O Pino, a unos 12 kilómetros de Santiago, se celebra todos los años y estaba programada antes de convocarse las elecciones generales. Tras el desastre en las urnas todo el mundo entendió la cita como un exorcismo colectivo (regado en vino del país y amenizado con rancheras) en el que el PP volvía a su granero para “reconstruirse” desde abajo. “Puerta a puerta” o “vecino a vecino”, llegó a describir entusiasmado un dirigente provincial, como acostumbran a hacer los alcaldes en la Galicia rural, que volverá a votar dentro de 22 días.

Desde un estrado improvisado al pie de un carballo amputado, el único árbol seco del robledal de las fiestas de A Madalena, en el Ayuntamiento coruñés de O Pino, el líder del PP, Pablo Casado, y el presidente del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pidieron con insistencia la "unión del voto" de la derecha a favor de los populares, tras el peor resultado de la formación en unas elecciones generales. A sus pies escuchaban silenciosas unas 5.000 personas llegadas en más de 70 autobuses y coches particulares de toda la provincia.

“Lo que más nos duele es la decepción de la gente y el daño que hemos hecho a la mayoría de los españoles”, aseguró el presidente gallego. “Aceptamos la derrota y vamo</CF>s a reconstruir la victoria. Este partido vuelve a estar en pie para sufrir, para reconstruirse y para ganar”, enfatizó.

Según Feijóo, Vox ha sido “el juguete de Pedro Sánchez para dividirnos en tres”. “¡Valiente hazaña!”, repitió dos veces el líder gallego para calificar esa maniobra de “utilizar a Vox” con el objetivo de repartir el voto de la derecha “en tres partidos”. “Sánchez ha jugado sus cartas y ha sido muy eficaz, mientras que nosotros no hemos sido capaces de unir los votos”, fue la autocrítica que hizo Feijóo en un discurso en el que quizás su demanda más recurrente fue la de la “unión en torno a la única alternativa real al PSOE”.

Núñez Feijóo pidió disculpas a sus electores. “Perdón por lo que habéis sufrido”, dijo a los presentes. “Pero hoy se ha acabado el duelo: los 10 millones de españoles que votaron al centro derecha nos están pidiendo que nos volvamos a unir”, “nos comprometemos desde ahora mismo a iniciar la remontada”.

“¡A por ellos!”, dejaba escapar un enfervorizado asistente cuando el líder gallego explicaba la necesidad de recobrar las papeletas que emigraron “a Cs, Vox e incluso al PSOE”, donde hay votantes “que no quieren la actual deriva radical del partido”.

Al grito de “presidente, presidente”, Casado tomó luego la palabra para asegurar que “el PP no solo está vivo, sino que está más fuerte que nunca”. Pidió que en estas municipales sea “el contrapeso y dique de contención” para que Sánchez no se sienta con “patente de corso” y con “autopista libre” para hacer lo que quiera cuando “desvele sus alianzas a partir del 27-M”, un día después de las próximas elecciones.

El líder popular vaticinó que su partido se recuperará. “Centenares de miles de personas ya se han arrepentido de no habernos dado su voto”, sostuvo Casado. “Queremos empezar aquí la remontada. Porque aquí nacimos, en las aldeas, en las parroquias” defendió ante un público que ya empezaba a sacar de los bolsillos los papelitos blancos que les habían dado en sus pueblos para asistir al banquete.

Entre los presentes a los que preguntó EL PAÍS muchos reconocían no haber pagado por el transporte, la música en directo y las viandas. Otros confesaban no saber cuánto costaba la fiesta. En ocasiones se enfadaban por la pregunta: "¿Y a ti qué te importa? ¡Vete al carallo!". Y alguno, para apaciguar los ánimos, terciaba: “Apunta ahí que fueron 20 euros”.

"El PP nació en romerías, acompañado de empanada"

Mientras un grupo de trabajadores al servicio de la empresa contratada por la Xunta para el transporte de la basura gallega a la planta de tratamiento de la empresa pública Sogama gritaban por el megáfono más allá del límite marcado por la Guardia Civil, todo se ultimaba dentro de la gran carpa blanca del festín popular. La protesta reclamaba la “readmisión” de los últimos despedidos (“la Xunta financia el acoso laboral”, voceaban) y al otro lado del mar de autobuses se despachaban churros, cerveza y helados junto al campo de la fiesta donde interpretaba tonadas mexicanas la rotunda cantante de la Orquesta Limón.

“El PP nació en carballeiras, en romerías, siempre acompañado por la empanada, el pulpo y la carne ao caldeiro”, recordó en su turno de palabra Diego Calvo, presidente provincial del partido. Y agregó: “Cuando las cosas no salen como uno quiere hay que volver a los orígenes, por eso está hoy Pablo aquí”.

“Ayer caímos y hoy nos vamos a levantar”, aseguraba José María Novo, un simpatizante que llegó desde Arteixo para arropar a Casado. “Hay que darle un margen de confianza, es un líder joven y prometedor”, defendía a su lado Mari Parada. Y luego avisaba: “Feijóo se queda en Galicia. De aquí no se va”.