El tablero político se desestabiliza en Melilla
La expulsión del partido con más voto musulmán exalta las suspicacias en una ciudad dividida religiosamente al 50%
La resaca electoral en Melilla ha dado paso a la conmoción. La decisión de la Junta Electoral de Zona de expulsar a Coalición por Melilla (CPM), la formación localista que aglutina más voto musulmán y principal partido de la oposición al Gobierno local del PP, ha puesto en jaque el insólito equilibrio de fuerzas que ha dejado en la ciudad la irrupción de Vox en el panorama electoral. “Lo que ha ocurrido es un quebranto de tal magnitud que es como decirle a una parte de Melilla, la más necesitada, que no tiene derecho a votar lo que le dé la gana”, clama Mustafa Aberchán, líder de CPM y candidato a la presidencia de la ciudad autónoma.
La Junta Electoral de Zona publicó el pasado lunes la resolución en la que se admitían las listas concurrentes en las próximas elecciones municipales del 26 de mayo. Pero CPM se quedó fuera por una irregularidad en la cuota de paridad que marca la ley electoral (representación de un mínimo del 40% para ambos sexos en un total de 25 candidatos y en cada tramo de cinco).
El escaño de la ciudad autónoma fue uno de los más disputados de la jornada electoral del pasado 28-A, que por un millar de votos acabó llevándose de nuevo el PP.
Tras conocer el fallo de la Junta Electoral de Zona, el partido remitió al órgano un escrito para subsanar el error y cambiar de orden dos nombres, al final de la lista, para cumplir con lo estipulado. La Junta, con el voto particular del vocal del PSOE, echó para atrás la propuesta y dejó al partido la única vía del recurso contencioso-electoral ante los Juzgados.
“Castigar a un pueblo a no votar por una cuestión como la que ellos aducen es algo para hacernos pensar”, comenta Aberchán, que es cirujano de profesión.
Coalición por Melilla fue, en las últimas elecciones a la Asamblea local en 2015, la segunda fuerza más votada, por detrás del PP. Su electorado se nutre de la población musulmana y de origen bereber en Melilla, en torno a la mitad de los 86.000 habitantes de la ciudad. De hecho, los líderes del partido se dirigen a una parte de su militancia en el dialecto local, el cherja. Es también el partido con mayor capacidad de movilización en los distritos con más alta abstención histórica, como el depauperado barrio de La Cañada, el tercero con menos votantes en España en las generales de 2016. Precisamente las zonas con las que se ceba el paro, el fracaso escolar o el analfabetismo.
Los resultados de las generales del domingo reflejan esa capacidad de penetración. En una noche de recuento frenética, CPM disputó hasta el final el escaño al Congreso que finalmente se llevó el PP con 8.082 votos, su mínimo en una década. Los localistas, que se presentaban en solitario por primera vez en sus 22 años de historia, quedaron terceros, con 6.890 frente a los 7.005 del PSOE. La participación subió diez puntos con respecto a 2016.
La puja por el asiento —Melilla elige un escaño en el Congreso y dos en el Senado— sellaba el nuevo tablero electoral que se vislumbra de cara a las municipales. La llegada de Vox, la cuarta fuerza más votada en Melilla con 5.697 votos (el PP perdió 5.396), amenaza con dinamitar la mayoría absoluta del PP, en el Gobierno desde hace 19 años con Juan José Imbroda. Ha ocurrido en Ceuta, otro histórico bastión popular, donde el PSOE, con el apoyo de Caballas, el partido hermano de CPM, suma un diputado más. En Melilla, CPM y PSOE no llegaron a un acuerdo para presentarse conjuntamente.
“Había una alternativa muy seria, y sigue habiéndola”, dice Aberchán. El partido ha presentado este miércoles sendos recursos ante el Juzgado de lo Contencioso y la JEC y no desecha acudir al Constitucional. El mismo Imbroda se ha mostrado seguro de que CPM concurrirá a las municipales como su mayor enemigo.
Para Aberchán, la expulsión de CPM ante las municipales tiene tintes de vendetta ante la filtración, la semana pasada, de un vídeo en el que el hijo del presidente Imbroda, participa en una reunión para cerrar, presuntamente, una compra de votos a cambio de trabajo. Tanto PSOE como CPM decidieron dejar el asunto en manos de la Fiscalía, que aún no ha actuado ni se ha pronunciado al respecto. “Si el presidente Imbroda y (su hermano, el decano del Colegio de Abogados) Blas Jesús Imbroda pudieran mandarnos al exilio o aniquilarnos, lo harían sin duda”, aventura Aberchán.
Pese a la rivalidad, el PP necesita el enfrentamiento con CPM para captar al electorado de Vox. “El 26 de mayo decidiremos entre la Melilla española y europea de Imbroda o, si dividimos el voto de centro-derecha, la Melilla de Oriente Próximo de Aberchán”, publicaba Miguel Marín, secretario general del PP melillense.
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