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El tiempo en las elecciones: sol y temperaturas primaverales

Las máximas estarán entre los 20 y 25 grados en el norte y entre los 25 y 30 en el centro y sur y solo se esperan lloviznas muy débiles en País Vasco, Cataluña y Baleares

Victoria Torres Benayas
Un ciclista pasa por un parque en Pamplona mientras una mujer lee un libro.
Un ciclista pasa por un parque en Pamplona mientras una mujer lee un libro.Jesús Diges (EFE)

Este domingo 28 de abril, en el que España celebra unas elecciones generales muy abiertas y que se pueden decidir por la abstención, va a ser "una jornada de lo más tranquila en lo meteorológico y sin fenómenos significativos", pronostica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El meteorólogo anuncia "tiempo estable y sin precipitaciones" salvo alguna llovizna débil y dispersa en el País Vasco y alguna tormenta en Cataluña y Baleares. Las temperaturas serán "primaverales" y las máximas se moverán entre los 20 y 30 grados, según la zona. Solo dos provincias tienen avisos meteorológicos y son amarillos —el nivel más bajo de los tres existentes—: Cádiz, por mala mar y por rachas máximas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, y Girona, por mala mar.

Predicción general: las escasas precipitaciones del día se esperan en el Cantábrico oriental, donde habrá sirimiri o calabobos, sobre todo en el País Vasco por la mañana. También lloverá por la mañana de forma escasa en el este de Cataluña. "En Barcelona capital y en Girona no se descartan lluvias, pero muy débiles", precisa Del Campo. En Baleares, puede producirse por la tarde algún "chubasco débil en Mallorca". Además, es posible que crezcan las típicas nubes de evolución de primavera por la tarde, que pueden dejar "algún chubasco débil y aislado en zonas de la provincia de Teruel, norte de Castellón y alrededores". En todo caso, serán acumulados "de no más de dos o tres litros por metro cuadrado". En el resto del país, "ambiente seco".

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En cuanto a las temperaturas, el viernes regresó el anticiclón, lo que está produciendo "una subida general y progresiva" de los valores. Las máximas estarán entre los 20 y 25 grados en el norte y entre los 25 y 30 en el centro y sur. Por último, hará "un día ventoso en el Estrecho y el Levante" y soplarán el cierzo y la tramontana en Aragón y Cataluña.

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¿Afectará el buen tiempo a la participación?

Sorprendentemente en un país como España, no está estudiado el efecto del buen tiempo en el voto, pero sí el del mal tiempo. "Supongo que hay cierta relación entre la participación y que no llueva, pero puede que tampoco sea bueno que haga un día demasiado soleado y la gente prefiera irse al campo o la playa", comenta Berta Barbet, politóloga por la Universidad Pompeu Fabra.

El único estudio hecho en España, de Joaquín Artés, que imparte Economía en la Complutense, midió el impacto de las precipitaciones en las elecciones municipales —a las que se concede menos importancia que a unas generales entre 1987 y 2011. Concluye que la lluvia supone una disminución de la participación inferior a medio punto porcentual, con lo que puede bailar algún escaño, pero no producirse un vuelco.

Jorge Galindo, sociólogo y máster en Políticas Públicas, aclara que no se puede deducir en ningún caso que la ausencia de lluvia vaya a aumentar medio punto la participación. A juicio de Ignacio Jurado, es "menos probable que el buen tiempo afecte al voto". "Lo difícil es sacar al votante de casa, así que si lo sacas es más fácil que vaya a votar", argumenta este politólogo, que recuerda que el voto es "un acto social".

"Habrá personas que se vayan a hacer una paella al campo o a la playa, pero también las habrá que vayan a votar con amigos y luego a tomar el vermú", explica Jurado. Galindo apunta que estos dos efectos posibles que van en dirección opuesta "se pueden cancelar uno a otro y que no sabemos cuál va a pesar más". "El tiempo condiciona el voto menos de lo que pensamos y, de hacerlo, lo hace la lluvia", concluye Jurado.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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