Nueve meses de cárcel para el primer detenido por los incendios de 2017 en Galicia
El hombre alegó desde el principio que el fuego se descontroló cuando asaba unos chorizos en su finca
Miguel Ángel M. N., el primero de los tres detenidos tras la catástrofe incendiaria del otoño de 2017 en Galicia que se saldó con cuatro muertes y arrasó en un solo fin de semana cerca de 50.000 hectáreas, ha sido condenado a nueve meses de cárcel y multa de 1.620 euros por la Audiencia Provincial de Ourense. Lo acusa de un delito de incendio forestal por imprudencia grave, dado que había viviendas situadas a unos 350 metros del foco del fuego, pero descarta el tribunal, contrariamente al argumento de la fiscal medioambiental, que hubiese existido “un grave peligro para la vida de las personas”. La fiscalía, que le achacaba intencionalidad, pedía una pena de cinco años y medio de cárcel. Su abogado alegó imprudencia.
Mientras en aquel octubre incendiario el Gobierno gallego clamaba contra las “tramas organizadas” que quemaban el monte, hecho que la Fiscalía finalmente descartó, Miguel Ángel N.M ingresaba en prisión (salió un mes después en libertad bajo fianza de 2.500 euros) acusado de provocar aquel incendio en la comarca ourensana de A Limia, de la que es natural.
El hombre, funcionario de Justicia en Vigo, poeta con tres libros editados de elogio a A Limia, en donde fundó un grupo de defensa ambiental, salió un mes después, tras pagar una fianza de 2.500 euros y los gastos generados por la extinción del fuego.
"Asé unos chorizos, no soy un incendiario”, aseguró desde un principio y reiteró en el juicio, celebrado el pasado mes de marzo. el acusado, insistiendo en que no había sido consciente del riesgo.
Los magistrados de la Sección 2 de la Audiencia de Ourense señalan ahora en la sentencia que el incendio fue provocado por “ causas no esclarecidas y con omisión de las más elementales normas de cuidado, dadas las condiciones climatológicas existentes y la falta de una limpieza adecuada de la finca para evitar la propagación”. Sostienen, de otra parte, que no se ha podido esclarecer tampoco si hizo fuego porque estaba asando chorizos, pues “no se hallaron evidencias físicas en el lugar”, o si se disponía a quemar maleza, como apunta la segunda inspección ocular. En cualquier caso, destacan que omitió “las normas más elementales de cuidado” y que ese día el riesgo de incendio era “extremo”.
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