El juez absuelve a los 45 procesados por un presunto amaño de las oposiciones a la Policía Local de Sevilla
No considera acreditado que hubiera un concierto previo de los miembros del tribunal para filtrar la plantilla de las preguntas a varios aspirantes
Los 45 procesados, entre ellos 37 agentes de la Policía Local de Sevilla, por un presunto amaño de las oposiciones a ese cuerpo han sido absueltos por el juez de lo Penal número 10 de la capital andaluza por entender que “no queda acreditado que los miembros del tribunal tuvieran un concierto previo en virtud del cual hubieran decidido filtrar la plantilla a determinados opositores para que estos aprobaran el proceso selectivo”. El magistrado, no obstante, sí reconoce en su sentencia que algunos de los exámenes de los acusados “presentan similitud” y que en el de dos de los aspirantes, en concreto, existe “práctica identidad”, pero entiende que tampoco ha quedado probado que ambos hubieran podido obtener la plantilla con anterioridad a la prueba. El Ayuntamiento hispalense también ha sido absuelto como responsable civil subsidiario.
El caso minó la credibilidad de la Policía Local sevillana, muy cuestionada por la apertura sucesiva de varias investihacionas relacionadas con su forma de proceder. En 2011 y 2012 salieron a concurso, respectivamente, 47 y 56 plazas para ingresar en el cuerpo de la Policía Local de Sevilla a la que se presentaron 104 aspirantes. La Fiscalía sostiene que varios integrantes del tribunal, entre ellos el superintendente del cuerpo, Juan José García, “filtraron de modo intencionado y selectivo, la plantilla de corrección del caso práctico”. Muchos de los 37 policías locales procesados tenían vínculos familiares directos con mandos policiales destacados. El Fiscal pedía 13 años de inhabilitación y multa de 5.400 euros para el superintendente y el resto de los miembros del tribunal y para los agentes implicados cuatro de inhabilitación y 100.000 euros de multa, además de la declaración de nulidad de las oposiciones.
El juez considera que “no hay una sola prueba directa que haya podido ser aportada por las acusaciones” del concierto previo de los miembros del tribunal. “Si desconozco qué miembro del tribunal ha filtrado la plantilla de corrección, no puedo atribuírsela a todos, al menos no a título directo como hacen las acusaciones”, concluye el magistrado.
Respecto del acceso a la plantilla sostiene que “se puede concluir que algunos de los acusados ciertamente han podido tener la plantilla de corrección a su disposición con carácter previo al examen”, pero, de nuevo, apela a la falta de evidencias que puedan concluir que “la hubieran obtenido de un funcionario público”, que es lo que haría incurrir la conducta en delito. Respecto de las presuntas acusaciones de enchufismo, el magistrado sostiene que “también hubo opositores hijos, hermanos o sobrinos de policía u opositores igualmente relacionados con el sindicato de policías municipales de España que no han superado los procesos selectivos”. El juez apela en todo momento al principio de presunción de inocencia y al de in dubio pro reo para justificar la absolución.
“Mafia siciliana”
Durante los tres meses que ha durado el juicio, la Fiscalía se ha mostrado especialmente beligerante en sus argumentos para condenar lo que consideraba como un amaño de las oposiciones, hasta el punto de comparar la presunta trama con la camorra italiana. La fiscal Ana Linares denunció el ostracismo al que el cuerpo sometió a los tres opositores que denunciaron el proceso y a los policías que tuvieron que investigar a sus compañeros, con varios de los cuales han debido compartir destino.
A lo largo de los cinco años en los que se prolongó la instrucción, los agentes encausados no fueron relevados de su cargo y varios de ellos están admitidos para ascender. “Si usted presenta denuncia, nunca entrará en la Policía Local de Sevilla, y así ha ocurrido. Ninguno de los tres ha conseguido entrar”, aseguró la fiscal respecto de los denunciantes. En cuanto a los policías encargados de la investigación, recordó las amenazas que sufrieron por ejercer sus funciones: “roturas de neumáticos, amenazas y acoso laboral”. “No han podido salir a la calle, les han hecho el gesto de cortarles el cuello con el dedo. Son elementos que recuerdan a la mafia siciliana”, señaló Linares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.