Una carta amenazante desata la guerra entre el PP asturiano y el nacional

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Gijón, Pablo González, acudió a la policía para denunciar una carta amenazante que había recibido. El secretario general del partido en Asturias, Luis Venta, admitió haberla enviado, pero niega ser el autor de la misma. Según Venta, miembro, además, del comité ejecutivo nacional, recibió la carta con acusaciones sobre “conductas y comportamientos” de González y decidió hacérsela llegar con un post-it identificándose para que tuviera conocimiento de lo que decían de él. El PP nacional, que desconfía de esa versión, decidió actuar de oficio. Según fuentes del partido, Pablo Casado decidió cesarlo temporalmente en todos sus cargos. El Comité de Derechos y Garantías del PP le ha abierto un expediente, y mantiene de momento la suspensión. La policía ha remitido su atestado a un juzgado de Gijón por un delito leve de amenazas.

Ni el afectado, ni el PP nacional han querido revelar el contenido de la nota, pero la polémica ha hecho aflorar una guerra entre dos bandos: los partidarios de la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, Cherines, y los de la mujer que Pablo Casado decidió poner en su lugar como candidata a las elecciones autonómicas, Teresa Mallada, expresidenta de Hunosa, que según fuentes populares, obtenía mejores resultados en las encuestas. Venta está a la cabeza de los primeros. González, candidato a entrar en la lista de Mallada, en los segundos. El presidente del PP hizo el mismo movimiento en Cantabria, donde nombró candidata a la exatleta Ruth Beitia en lugar de la líder regional del partido, María José Sáenz de Buruaga, pero Beitia finalmente decidió renunciar "por razones personales y familiares".

La aspirante a la presidencia de Asturias acusa a Luis Venta de haber tenido un “comportamiento indigno”. El sector de Fernández le defiende. La dirección nacional del PP, molesta por el desafío, decidió apartarla de todas las listas electorales (autonómicas y al Congreso), como adelantó El Comercio. En Génova confiaban en que la situación no escale hasta tener que implantar una gestora.

Venta asegura que conoció su cese por un teletipo. A primera hora de la mañana, un portavoz del PP asturiano, incendiado, negó las acusaciones y prometió responder con un comunicado. En él, el número dos de los populares asturianos, advierte que se defenderá “por todas las vías legales y estatutarias” y pide que “el partido que lleva a gala la transparencia y la ética” haga pública la carta. “En el PP no caben actuaciones opacas y sin justificación”. “Yo jamás he amenazado a nadie”, insiste el secretario general de los populares asturianos, que asegura que en los últimos días le había llegado “un run run” de que iban a suspenderle.

“Mezquindades”

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento asturiano, Pablo González, relata: “La sorpresa ha sido mayúscula al saber que el anónimo procedía, como finalmente averiguó la policía, de un compañero de partido. Todo esto me resulta sumamente doloroso. Al final, si el precio a pagar por optar a una candidatura es soportar este tipo de cuestiones, personalmente, no estoy dispuesto a asumirlo. Muchas horas de trabajo de decenas y decenas de personas se dilapidan fruto de estas mezquindades. Hace falta mucha más honestidad y si se quiere, sana competencia, en el PP asturiano. Las puñaladas en la espalda sólo benefician a los rivales políticos”.

El Comité de Derechos y Garantías del PP ha abierto un expediente a Venta. El órgano disciplinario del partido nombrará a un instructor y escuchará a todas las partes en los próximos días. La guerra estalla en plena elaboración de las listas electorales, donde el partido quiere incluir independientes que pueden generar recelos en sus filas.