Asesinado un misionero español en un ataque terrorista en Burkina Faso
El atentado tuvo lugar cuando un grupo de yihadistas lanzó una ofensiva contra el puesto de aduanas de la localidad de Nohao. En el ataque fueron asesinados también cinco funcionarios burkineses
El misionero salesiano español de 72 años Antonio César Fernández Fernández fue asesinado este viernes por la tarde de tres disparos durante un ataque terrorista en Burkina Faso, según ha confirmado Salesianos España a través de su cuenta de Twitter. El atentado tuvo lugar sobre las 15.00 hora local cuando un grupo de yihadistas lanzó una ofensiva contra el puesto de aduanas de la localidad de Nohao, en el sur del país, según informa la Agencia Burkinesa de Información (AIB). En dicho ataque fueron asesinados también cinco funcionarios burkineses.
Los salesianos han informado de que el misionero regresaba a su comunidad en Uagadugú, la capital burkinesa, procedente de Lomé (Togo), donde había participado en una reunión de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona. Junto al sacerdote fallecido viajaban otros dos religiosos que sobrevivieron al asalto. Según la AIB, el vehículo donde viajaba el misionero se encontraba de camino hacia Uagadugú y fue interceptado en algún punto situado entre Cinkansé y Bittou.
Antonio César Fernández era natural de Pozoblanco (Córdoba), tenía 72 años y estaba destinado en Burkina Faso. Había sido misionero desde 1982, cuando fundó la presencia salesiana en Togo. Según los Salesianos, en su trayectoria trabajó como maestro de novicios. Había cumplido 55 años en la citada orden y 46 de sacerdote.
Este atentado se enmarca en un notable incremento de la violencia terrorista en Burkina Faso desde 2015, lo que ha obligado al presidente Roch Kaboré a decretar el estado de emergencia en seis de las trece regiones del país. Este jueves, dos soldados burkineses resultaron muertos y seis heridos a causa de un “cadáver bomba” vestido con uniforme militar. Los explosivos fueron activados a distancia cuando un equipo médico se acercó al cuerpo. En la actualidad, Burkina Faso ocupa la presidencia rotatoria del G5 del Sahel, un organismo regional que tiene como objetivo precisamente la lucha contra el terrorismo yihadista.
Este ataque se produce en el sur del país, aunque la mayor parte de los incidentes violentos de los últimos años se han concentrado en el norte, cerca de la frontera con Malí, país del que procede buena parte de los grupos armados que operan en la zona. Sin embargo, la desestabilización de Burkina Faso, uno de los países más pobres del mundo, ha provocado que decenas de burkineses se sumen a las filas de estos grupos.
El pasado 30 de enero un avión militar burkinés bombardeó por error el pueblo de Zanta, localizado en la misma provincia de Boulgou donde ha sido asesinado el misionero español. El Ejército pretendía atacar un campo yihadista en Kompienbinga, situado a unos 130 kilómetros de distancia. Se desconoce si el ataque de este viernes está relacionado con este bombardeo. En los últimos diez días el Ejército asegura haber “neutralizado” a unos 200 terroristas.
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