Valls: “En la manifestación no había odio”
El candidato a la alcaldía de Barcelona explica a EL PAÍS que evitó la foto con Vox
Manuel Valls (Barcelona, 1962) participó en la manifestación de este domingo contra Pedro Sánchez en Madrid, aunque no quiso compartir fotografía con Vox. El candidato a alcalde de Barcelona al que apoya Ciudadanos se aparta de los términos del manifiesto de la protesta y de los insultos al presidente, pero responsabiliza a Sánchez de no propiciar el acuerdo entre los constitucionalistas.
Pregunta. ¿Cuál es, en su opinión, el principal mensaje de esta protesta?
Respuesta. El apoyo a la Constitución y a la unidad de España. Por supuesto, todo lo que tiene que ver con el presidente Sánchez y las elecciones, pero creo que es eso, el orgullo, el placer de estar juntos, de ser español, lo que no es un tema fácil en España, y de reivindicar la bandera. No había odio. La lectura del manifiesto ha sonado bien, puedes tener todas las apreciaciones posibles sobre el contenido, pero correspondía bastante al mensaje de la manifestación.
P. ¿Comparte todos los términos del manifiesto? En el texto se afirma que el Gobierno socialista ha aceptado los 21 puntos de exigencias del separatismo, cuando uno de ellos es el derecho de autodeterminación de Cataluña, algo a lo que siempre se ha negado el Ejecutivo.
No subí al escenario porque no quería aparecer en una foto con Vox
R. No, por supuesto. Pero es un mensaje global y no todo el manifiesto responde a lo que unos y otros pueden pensar. Pero lo que quiere decir, y voy un poco más allá del encuentro de hoy, es que hay una incomprensión, que Felipe González explicaba muy bien. La gente lee las 21 condiciones, ve el mensaje de los separatistas, el chantaje, con los Presupuestos y las presiones sobre la justicia unos días antes del juicio, y del otro lado no hay unas reglas del juego claras. Y el mensaje del Gobierno, que parece solo ser el diálogo por el diálogo, no pone con fuerza las líneas rojas. El punto culminante ha sido la historia del relator, las declaraciones contradictorias del Gobierno, hasta la ruptura entre comillas. Esa ambigüedad da espacio para muchas versiones y da a los españoles una impresión de confusión que me parece muy peligrosa. No se sabe si se habla de los Presupuestos, del juicio, del futuro de Cataluña, etcétera. Y cuando hay confusión todo es posible.
P. Pero el Gobierno no ha aceptado las 21 exigencias del Gobierno de Quim Torra.
R. Pero yo no he escrito el manifiesto.
No comparto los insultos a Pedro Sánchez
P. No comparte esa afirmación, entonces.
R. Igual que yo no comparto los insultos a Pedro Sánchez de estos últimos días, como traidor o felón. Es un lenguaje no deseable.
P. El manifiesto también dice que el Gobierno de Sánchez ha traicionado a España.
R. Yo no comparto que el PSOE no sea constitucionalista. Se pueden decir las cosas de forma muy contundente y muy dura sin insultar. Pero lo más grave de lo que está pasando, y el manifiesto lo refleja a su manera, es la ambigüedad que vivimos desde la moción de censura. Se puede entender que había que cambiar de presidente del Gobierno, pero él se comprometió a organizar elecciones, no lo hace, es su derecho, pero siempre eres preso de las contradicciones que te han llevado al Gobierno. Y él es rehén de esas contradicciones y de sus socios. La idea de que el futuro del país y los Presupuestos del Estado estén en manos de los separatistas catalanes y de Podemos es muy peligrosa. Es aquí donde yo no estoy de acuerdo con Pedro Sánchez. Si no hay elecciones, va a haber esa tensión permanente, y las posibilidades de pactar entre los tres grandes partidos constitucionalistas, que se alejan mucho, serán cada vez más escasas. Y eso me preocupa.
P. Dos de esos tres grandes partidos constitucionalistas han celebrado una manifestación con un manifiesto en el que le acusan de traidor y de humillar a España.
R. Cuando Pedro Sánchez viene a Barcelona no se reúne con los constitucionalistas. No pide un encuentro a Inés Arrimadas. Yo no digo que el culpable sea solo uno, pero es que no ha hecho nada. Y la obsesión de pasar los Presupuestos por el voto de los independentistas catalanes, en el momento en el que estamos, es muy peligrosa. Y el que Gobierna y tiene más responsabilidad que la oposición.
Si no hay un espacio de diálogo entre los tres partidos constitucionalistas, puede haber una crisis de Estado
P. ¿Por qué no subió al escenario para la foto de familia?
Uno, yo no tenía que ir, no soy organizador de la manifestación. No tenía ninguna duda en acudir, pero segundo, no iba a subir porque no quería aparecer en una foto con Vox. Lo tengo muy claro.
P. ¿Por qué no?
R. Porque lo tengo muy claro. Es mi ADN político: no pacto, no participo, no estoy en escenarios con Vox, punto. He estado muy contento de estar con los amigos de Ciudadanos, con Mario Vargas Llosa, con el presidente de la Xunta de Galicia…
P. Se les vio conversar, ¿de qué habló con Núñez Feijóo?
R. De la moderación necesaria que necesitamos en el país.
P. ¿Y qué le parece que Ciudadanos sí se hiciera la foto con Vox?
R. Ellos asumen la organización de esta manifestación. Todo el mundo sabe cuál es su compromiso liberal, progresista y europeísta. Si hay generales nadie va a tener mayoría. Es demasiado fácil decir que esta es la manifestación de las derechas. La gente va a tener que pactar.
P. Esa imagen parece la de un bloque.
R. Sí, pero no lo es, porque hay mucha gente en el PSOE, lo sabemos, que tampoco está de acuerdo con lo que hace Sánchez, pero que tampoco podía venir a la manifestación. Las palabras de Felipe González, de Alfonso Guerra, de Nicolás Redondo, de intelectuales de gran nivel… Ciudadanos no es un bloque con Vox, por favor, y el PP ha gobernado este país. El PSOE no puede quedar en manos de los independentistas. Si no hay un espacio de diálogo entre los tres partidos constitucionalistas creo que puede haber una crisis de Estado. El principal actor, el PSOE, que gobierna, tendría que buscar eso.
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