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“Yo no me sentiría cómodo en una fotografía con Vox”

El candidato de Ciudadanos a las elecciones europeas defiende la manifestación contra Sánchez

Luis Garicano., candidato de Cs a las elecciones al Parlamento Europeo. Foto: Uly Martín.Vídeo: ULY MARTIN
Elsa García de Blas

Luis Garicano (Valladolid, 1967) se impuso este viernes con holgura (el 71% de los votos) en las primarias para encabezar la candidatura de Ciudadanos a las próximas elecciones europeas. El economista llama a combatir el auge de los nacionalpopulismos en Europa con un “contraataque liberal”, expresión que da título a su último libro (Península). Desde esa posición intelectual se confiesa incómodo al tener que compartir una foto este domingo con Vox.

Pregunta. Participará en la manifestación para “echar a Pedro Sánchez”. ¿Es la calle el lugar para ejercer la oposición política?

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Respuesta. Hay un momento para cada cosa. Y en este momento hay un esfuerzo por degradar nuestras instituciones llevando la negociación fuera de ellas. La forma de oponerse a eso sí es la calle, decir claro y fuerte que eso nos parece un gravísimo error.

P. ¿Estará cómodo compartiendo fotografía en la manifestación con Vox?

R. La manifestación la convocan el PP y Ciudadanos, y pueden ir todos los partidos y las personas que estén a favor de la Constitución.

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P. ¿Pero con compartir esa fotografía con Vox, está cómodo?

R. Yo no me sentiría cómodo en una fotografía con Vox.

P. En su último libro, El Contraataque Liberal, cita a Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, del que dice que está trabajando desde Bruselas coordinando a distintas fuerzas nacionalpopulistas con el objetivo de destruir Europa. ¿Es Vox en España parte de ese proyecto?

R. Sí, así es. Si ves las fotos que se han hecho con Le Pen, los tuits que han puesto criticándonos por franceses, hablando de la burocracia supranacional de Bruselas que es globalista, es claro que sí.

P. ¿Es Vox una formación nacionalpopulista?

R. Sí, nacionalista y populista. Y mi distancia en los temas europeos es máxima. Van a tratar de que Europa fracase. Un ejemplo es este tuit de Vox [lo enseña con el móvil] en el que hablan de Europa como un club de mercaderes y burócratas. Lo podría haber escrito Bannon.

P. Siendo así, hay una aparente contradicción en llegar a acuerdos con este partido.

R. En mi otro libro, El dilema de España, explico que para mí el populismo de Podemos era un riesgo gigante. Y nosotros hicimos en 2016 un acuerdo con el PSOE y pedimos a Podemos que se abstuviera. Es lo que hemos hecho en Andalucía, al final la política es el reino de lo posible. Nosotros solo hemos hecho un acuerdo con el PP, que se ha planteado como un “lo tomas o lo dejas” a otros partidos. Ojalá se hubiera abstenido el PSOE. El acuerdo es de centro liberal.

P. El nacionalpopulismo sostiene el Gobierno andaluz, entonces.

R. Y el populismo habría sostenido el Gobierno de PSOE y Ciudadanos, según su construcción, no en la mía. Teníamos dos mandatos: necesitábamos un cambio en Andalucía, porque había un Gobierno de 36 años que había construido una administración clientelar con muchísimos problemas de corrupción. A la vez, tienes que hacerlo sin llegar a ningún acuerdo con un partido que no sea constitucionalista. Creo que hemos conseguido las dos cosas. Me ciño al contenido del acuerdo.

P. Otra cosa es que pueda condicionar el Gobierno, porque se necesitan sus votos.

R. O no, vamos a intentar que no se necesiten.

P. ¿Le parece deseable este tipo de acuerdo para exportar en otras partes de España?

R. Yo creo que no es un patrón para España, nosotros vamos a seguir hablando con partidos constitucionalistas. Las condiciones de Andalucía son muy especiales. No rechazo la posibilidad de que hubiera situaciones excepcionales en otros sitios.

P. El líder del PP, Pablo Casado, dedicó el otro día 17 insultos al presidente en una sola intervención. No es su estilo. ¿La crispación degrada la democracia?

R. La crispación nunca es buena. Pero hay momentos en los que no tienes más remedio que dar un puñetazo en la mesa. España está en una crisis política muy grave: cuando el nacionalismo separatista había sido derrotado prácticamente, el presidente del Gobierno ha comprado su relato. Conozco a muchos líderes socialistas que están muy enfadados.

P. El martes que viene comienza el juicio al procés. ¿Por qué en Ciudadanos llaman golpistas a los líderes independentistas, si aún no han sido juzgados?

R. Yo les llamaría presuntos golpistas, pero vamos, creo que el resumen es lógico cuando conocemos los hechos. La definición de Kelsen de golpe de Estado es el paso de un régimen a otro sin respetar las reglas del primero.

P. Sociedad Civil Catalana, principal entidad cívica contra el independentismo, se ha desmarcado del 155. ¿Usted cree que es la mejor solución?

R. Creo que es absolutamente esencial restaurar el imperio de la ley en Cataluña. Ojalá no hiciera falta un 155 y volvieran a la ley. Pero ese no es el caso.

P. En España ahora hay dos partidos que se reivindican como liberales, ustedes y el PP. ¿Es liberal el PP?

R. Yo creo que hay una diferencia ideológica muy clara entre PP y Ciudadanos. Ciudadanos no cree en el Estado de bienestar como una cosa que haya que aceptar porque no hay más remedio, Ciudadanos cree que el Estado de bienestar es un componente indiscutible del Estado liberal. Creemos en el liberalismo como creen los países del norte de Europa, no como creen los anglosajones. El modelo liberal americano o británico es un poco que cada palo aguante su vela. Ese es el modelo del PP. En cambio, si miras cuáles son los países con índices de libertad económica más altas del mundo, son Dinamarca y los países nórdicos. Y en estos países funciona el mercado pero tienen un Estado de bienestar muy, muy potente.

P. ¿Y es compatible un Estado de bienestar fuerte con una presión fiscal baja? Dinamarca, por ejemplo, tiene una presión fiscal alta.

R. No, tiene que ser una presión fiscal suficiente. Pero no hace falta subir los impuestos. Dinamarca tiene un sistema de pensiones con pensiones complementarias muy importantes, no es el paraíso comunista, hay un papel importante para el sector privado. La presión fiscal en España nominal es bastante alta en los niveles de los impuestos, y la recaudación es bastante baja, ese es el problema de España. Es como un queso gruyer.

P. ¿Pero y se pueden bajar los impuestos si queremos un Estado de bienestar fuerte?

P. No se pueden bajar sustancialmente. Se pueden bajar algunos impuestos.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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