Errejón deja su escaño para tratar de reconducir el conflicto interno
El candidato a la Comunidad de Madrid aún confía en que su plataforma, Más Madrid, y Podemos confluyan en las elecciones
“Algunas veces lo correcto y lo cómodo no coinciden. Hoy pago el precio por haber tomado la decisión correcta. Entrego mi acta de diputado de Podemos para levantar una mayoría que consiga llevar el cambio a la Comunidad de Madrid”. Así se despidió Íñigo Errejón del Congreso, convencido de que su gesto apaciguará el conflicto abierto con Podemos tras anunciar que se presentará a las elecciones con la marca de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. “Espero que esta decisión permita el diálogo entre Más Madrid y Podemos”, confió.
Después del anuncio de que renuncia a su escaño, Errejón abandonó el Congreso y organizó una reunión en su casa con su equipo más cercano. Dos de sus asesores fueron los encargados de entregar su dimisión en el registro del Congreso, unas horas más tarde.
A partir de ese momento se inició el trámite para que Sol Sánchez, de IU y número nueve de Unidos Podemos en la lista de Madrid para las elecciones generales de 2016, ocupe el escaño que deja Errejón. Un voto fundamental para el partido que hoy se enfrenta a un pleno en el que el Gobierno pretende aprobar ocho decretos esenciales para su pervivencia y la del acuerdo de Presupuestos con Unidos Podemos. Sánchez iba a ocupar el segundo puesto en la lista de Errejón a la Comunidad de Madrid, según el preacuerdo al que había llegado la dirección autonómica de Podemos, liderada por Ramón Espinar, afín a Pablo Iglesias, con IU. Este fue el detonante para que Errejón se aliara con Carmena. El dirigente quería a su lado a Clara Serra, diputada en la Asamblea. “No vine a estar en política, vine a hacer política. Tenemos una inmensa y hermosa tarea”, dijo Errejón.
El dirigente seguirá siendo militante de Podemos, el partido que fundó con Iglesias hace cinco años: “No podría dejar Podemos aunque quisiera. Lo llevo tatuado en la piel. Lo llevo en las venas. Pero tras varias peticiones creo que es mejor dejar la confrontación atrás”. Lo que no ha aclarado es si abandonará su cargo en la dirección del partido, el llamado Consejo Ciudadano Estatal. La renuncia llegó sin que se produjese una petición formal de la dirección de Podemos para que entregase su escaño, aunque sí recibió mensajes tan desabridos como el que le dirigió el pasado viernes el secretario de Organización, Pablo Echenique, cuando señaló que Errejón probablemente seguiría en el Congreso “porque de algo tiene que vivir”. “Nadie se ha puesto en contacto conmigo para pedírmelo explícitamente. Me hubiera gustado”, aseguró Errejón. Podemos consideraba que el conflicto era “una cuestión reglamentaria y no política”, y descartó sancionarle con el argumento de que él mismo se ha autoexcluido.“No se puede echar a alguien que se ha ido”, repetía Irene Montero, portavoz en el Congreso.
“A partir de ahora me van a ver recorriendo la Comunidad de Madrid”, adelantó Errejón para explicar que comienza una nueva etapa política. El resto de diputados del grupo parlamentario, como ya sucedió con el anuncio de su alianza con Carmena, se enteró de que entregaba el acta un poco antes, a través de un canal del Telegram.
Recuperar los inicios
“Estoy haciendo lo que Podemos me enseñó, incorporar a más gente al partido”, se justificó. Errejón no da detalles de cuál será su equipo. Su alianza con Carmena ha recrudecido el choque en Madrid entre las tres familias de Podemos —pablistas, errejonistas y anticapitalistas—, dividiendo a su grupo en la Asamblea madrileña y a su lista electoral entre los defensores y los detractores de Más Madrid, según detallan a EL PAÍS siete de sus integrantes. Tras la dimisión, los errejonistas advierten contra su expulsión del partido: “¡Si somos 14 diputados de 27!”. Argumentan que no tiene sentido abrir una guerra cuando solo queda mes y medio efectivo de legislatura; y mantienen la esperanza de [Errejón]: que Podemos, IU y Equo se integren en la plataforma de Carmena, una posibilidad que la dirección sigue rechazando de plano. Su futuro se dirimirá en las primarias de Más Madrid en febrero.
“Ahora Íñigo va a querer rebajar la tensión hasta que Podemos entre”, aventura [¸]un político próximo a Errejón. “El partido se irá recolocando. Si Íñigo va por un lado y Podemos por otro, Podemos desaparece de la Comunidad de Madrid”, aventura este interlocutor.
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