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El cuerpo de Laura Luelmo tiene un golpe en la cabeza y señales en el cuello

La Guardia Civil está realizando varios registros en la zona en la que vivía la maestra

Un grupo de agentes durante el levantamiento del cadáver de Laura Luelmo. En vídeo, concentración y minuto de silencio en Zamora.Vídeo: ALEJANDRO RUESGA / EUROPA PRESS
Jesús A. Cañas

El cadáver de la joven zamorana Laura Luelmo presenta un golpe en la cabeza y signos de violencia en el cuello, aunque por el momento, y a la espera de los resultados de la autopsia que se está practicando en el Instituto Anatómico Forense de Huelva, se desconoce cuál fue la causa de la muerte, según han indicado fuentes de la investigación a Efe. Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil están practicando un registro en la calle en la que vivía la maestra, aunque el precinto policial impide determinar en qué vivienda concreta.

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El cuerpo de la joven profesora de 26 años fue hallado en una zona de terraplén y matorrales a varios kilómetros de El Campillo (Huelva), localidad donde residía desde el pasado día 10. Los agentes constataron que la mujer tenía un golpe en la cabeza y durante la inspección ocular del entorno recabaron algunos indicios que tendrán que analizar.

El lugar donde se halló el cuerpo de Laura Luelmo no había sido rastreado anteriormente, sino que iba a ser inspeccionado ayer tras buscar el domingo en una zona limítrofe. Por este motivo, había decenas de voluntarios por la zona. Uno de ellos alertó a la Guardia Civil, en torno al mediodía, de que había encontrado unas prendas de mujer. A 200 metros de la ropa, en las inmediaciones de la N-435, los efectivos de la Guardia Civil hallaron el cuerpo sin vida de la víctima.

En el registro de la pequeña casa que había alquilado Laura Luelmo días antes, los agentes y sus familiares echaron en falta su smartphone, ropa de deporte, unas deportivas y un monedero, lo que les llevó a pensar que había salido a practicar senderismo. La Guardia Civil consiguió detectar la señal de su móvil a las nueve de la noche de esa misma tarde, a nueve kilómetros al noreste de la localidad. El repetidor apuntaba a una zona aterrazada de minas de difícil acceso y poco transitada.

Sin embargo, el cadáver ha sido localizado en dirección contraria, al noroeste de la localidad, al borde de un camino empinado. Nadie lo vio allí en los días previos de búsqueda. Ese hecho y que la señal de su teléfono móvil apunte en dirección contraria plantean la incógnita de que fuese trasladada de un sitio a otro, o bien de que el teléfono fuese arrojado en otro lugar para despistar a los investigadores. La orografía y características del lugar donde fue hallada hacen pensar que la mujer “no pudo llegar por su propio pie a ese lugar”, según apuntaban este lunes fuentes del Instituto Armado. Los resultados de la autopsia aportarán información crucial para la investigación, como la hora y la causa de su muerte.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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