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El cadáver de la profesora de Huelva estaba oculto y semidesnudo

Los investigadores señalan que los indicios apuntan a una muerte violenta

La Guardia Civil en la zona donde se ha encontrado el cadáver de Laura Luelmo. En vídeo, el cuerpo de Laura Luelmo aparece a 5 kilómetros de su casa con signos de violencia.Foto: atlas | Vídeo: Alejandro Ruesga | atlas
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Body of 26-year-old teacher found in Huelva; evidence points to violent death

El cuerpo de la joven profesora zamorana Laura Luelmo, de 26 años, que hace dos semanas logró su primer trabajo de docente en un instituto de Nerva (Huelva), fue hallado este lunes a escasos cinco kilómetros de la casa que había alquilado en El Campillo, un pueblo próximo. Lo encontró un voluntario que participaba en las labores de búsqueda, en una zona ya inspeccionada, junto a una acequia, “oculto por unas ramas de jara y semidesnudo”, según fuentes próximas a la investigación.

Unas ropas en una zona de matorrales y terraplén llamaron la atención del voluntario que participaba en las tareas de localización de la profesora Laura Luelmo. A solo 200 metros se encontraba su cadáver. Un tatuaje en su torso terminó de identificarla. Se cumplían cuatro días de intensa búsqueda y los peores presagios. El cuerpo se encontraba en las afueras de El Campillo (Huelva), de donde la joven desapareció el pasado miércoles. En un paraje escarpado, al noroeste del municipio, en la zona contraria en la que se detectó la última señal de su teléfono móvil.

Los equipos de Inspecciones Oculares de la Guardia Civil analizaron minuciosamente la zona en busca de pruebas que determinen las causas de la muerte y a un potencial agresor. Los primeros indicios apuntan a una muerte violenta.

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Las labores de búsqueda de Laura Luelmo

Pasadas las 12.05, los agentes recibían la llamada que alertaba del hallazgo de un cadáver oculto entre la maleza en las inmediaciones de un camino empinado que discurre al noroeste del término municipal de El Campillo, que linda con el pueblo de Zalamea y que discurre en perpendicular al kilómetro 166 de la carretera N-435. El cuerpo se encontraba dentro del radio de búsqueda, cuyas inmediaciones ya habían sido peinadas y donde la Guardia Civil estaba centrando la búsqueda en la mañana del lunes.

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Un tatuaje

Los rasgos físicos, la edad atribuible a la joven y el tatuaje hizo posible su identificación casi inmediata. Fue confirmada después por el delegado del Gobierno en Andalucía Alfonso Rodríguez de Celis a través de su cuenta de Twitter.

Los agentes del Equipo inspecciones Oculares, procedentes de Madrid, se trasladaron a la localidad en helicóptero para asumir la investigación. Llegaron a las cinco de la tarde y apenas dos horas después la titular del juzgado número 1 de Valverde del Camino decretaba el levantamiento del cadáver, confirmada su identidad. A Laura Luelmo se le había perdido la pista la tarde del pasado miércoles, en El Campillo. Ese día, en torno a las cuatro de la tarde, la profesora llamó a su novio.

En el posterior registro de la pequeña casa que había alquilado días antes, los agentes y sus familiares echaron en falta su smartphone, ropa de deporte, unas deportivas y un monedero, lo que les llevó a pensar que había salido a practicar senderismo. La Guardia Civil consiguió detectar la señal de su móvil a las nueve de la noche de esa misma tarde, a nueve kilómetros al noreste de la localidad. El repetidor apuntaba a una zona aterrazada de minas de difícil acceso y poco transitada.

Sin embargo, el cadáver ha sido localizado en dirección contraria, al noroeste de la localidad, al borde de un camino empinado. Nadie lo vio allí en los días previos de búsqueda. Ese hecho y que la señal de su teléfono móvil apunte en dirección contraria plantean la incógnita de que fuese llevada de un sitio a otro, o bien de que el teléfono fuese arrojado en otro lugar para despistar a posibles investigadores. La orografía y características del lugar donde fue hallada hacen pensar que la mujer “no pudo llegar por su propio pie a ese lugar”, según apuntaban este lunes fuentes del Instituto Armado. Los resultados de la autopsia aportarán información crucial para la investigación, como la hora de su muerte y la razón.

Fueron los padres de la profesora los que denunciaron en la comisaría de la Policía Nacional de Zamora la desaparición de la joven el pasado jueves, después de que la joven no respondiese a las llamadas ni se presentase en el instituto de educación secundaria de Nerva en el que estaba trabajando desde el 3 de diciembre.

Una desconocida

En El Campillo, un tranquilo pueblo de 2.000 habitantes, apenas han tenido tiempo de conocerla. Sus vecinos de calle ni siquiera llegaron a verla por los alrededores. Con todo, la Guardia Civil ha tomado declaración a todos los habitantes de su calle en los últimos días. Entre ellos, se encontraba un hombre que, tras prestar declaración la semana pasada, abandonó la localidad. Fuentes de la investigación señalaron que, pese a no encontrarse en el pueblo, estaba localizado.

A falta de la confirmación de una muerte violenta que corrobore la posible participación de una tercera persona en la desaparición y muerte, no se ha comunicado la existencia de sospechosos. Durante el lunes se sucedieron la muestra de condolencias a la familia por parte de los líderes políticos, desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta la presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, pasando por representantes de todas las formaciones.

El lunes, el claustro de profesores del instituto realizaba un paro a puerta cerrada y explicó a los alumnos lo que se sabía de la desaparición, hasta apenas dos horas antes de que se confirmara su muerte. “El miércoles estuvo ahí, en la barra y yo le puse el último café”, contaba Juan Carlos, camarero de la cafetería del instituto.

“Sentimos que ya no podemos estar solas”

El hallazgo del cadáver de la profesora Laura Luelmo ha llenado de pesar a los poco más de 2.000 vecinos que tiene la localidad onubense de El Campillo.

A falta de detalles sobre las causas de la muerte, cunde la intranquilidad en la zona. “El miedo que sentimos es que ya no podemos estar solas”, explicaba este lunes Isabel, una vecina de Minas de Riotinto.

La mujer ha sido una de los muchos voluntarios que acudieron al puesto de coordinación en El Campillo, para participar en la búsqueda de Laura Luelmo.

Aunque, en principio, no iba a estar permitida la participación a voluntarios, son muchos los que han colaborado con Protección Civil hasta que, al mediodía de este lunes, fue hallado el cuerpo de la profesora, de 26 años.

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