Rodríguez de la Borbolla y Zoido advierten del “distanciamiento” de los políticos con “los problemas reales de las familias”

El exministro y diputado del PP Juan Ignacio Zoido y el expresidente andaluz José Rodríguez de la Borbolla han apostado este lunes por posponer la reforma de la Constitución al tiempo que han reivindicado su vigencia. En un acto en Sevilla organizado por EL PAÍS y la Cadena SER, que forma parte de un ciclo para conmemorar el cuarenta aniversario de la Carta Magna, los dos políticos han discutido sobre el actual conflicto en Cataluña y la crisis económica y social como principales retos de la política española. 

Borbolla ha rechazado que Cataluña deba ser el principal argumento para la reforma de la Carta Magna: “La Constitución no se puede reformar si es para resolver el problema del independentismo catalán, para eso no merece la pena. El nacionalismo es insaciable y siempre busca un paso más. En el 78 todos contentos, en el 98 lanzaron la declaración de Barcelona, luego el Plan Ibarretxe y ahora los desvíos del nacionalismo catalán”. Zoido ha coincidido: “No es el momento idóneo de reformarla”.

¿Cómo llega la Constitución a sus 40 años, qué salud tiene?, ha planteado Eva Sáiz, periodista de EL PAÍS en Andalucía y moderadora del encuentro. “Cada día se habla más de la crisis de los 40, y yo creo que la Constitución goza de buena salud y tiene una gran vigencia. Quedan temas por reformar, pero sobre todo tiene unas instituciones muy fuertes que pueden dar respuesta a los ataques secesionistas desde Cataluña”, ha respondido el exministro. El expresidente andaluz ha ensalzado la historia y acuerdos que propiciaron la Ley Fundamental hace cuatro décadas: “Mantiene el vigor porque es la obra magna de los demócratas desde el siglo XIX y XX. Es la primera Constitución basada en el acuerdo y el pacto. Todos los representantes de la política renunciaron a algo”.

Ambos políticos han coincidido en la dificultad que ha supuesto la década de crisis económica para que haya calado cierto descrédito actual de la Carta Magna: “Lo que nos falta es voluntad de acuerdo. Se ve el final del túnel sobre la crisis, pero a las familias no ha llegado esta luz, y esto ha producido un distanciamiento entre el político y los problemas reales de las familias (…) Hoy hay un desapego”, ha reconocido Zoido. En esta línea de descreimiento y desilusión ciudadana, Borbolla ha añadido: “La crisis mundial ha hecho que la gente de muchas generaciones se sienta sin asideros y eso provoca un rechazo genérico a todo lo institucional”.

En la mirada atrás de estas cuatro décadas, Rodríguez de la Borbolla ha hecho autocrítica: “Nos hemos alternado socialistas y populares, pero desde 1980 ha habido siete leyes generales de educación para intentar imponer un modelo educativo. Tenemos que reconocer que los políticos nos hemos equivocado. La función del político no es arreglar el mundo para siempre. El mundo hay que arreglarlo poquito a poco y con cuidado. Y así nos irá mucho mejor”, ha concluido el expresidente andaluz. Zoido, que en 2016 presidió la Comisión Constitucional del Congreso, ha admitido el fracaso de los partidos políticos para plasmar ideas comunes: “Después de presidir la comisión constitucional, no la convoqué y pasaron seis meses sin que pudiéramos llegar a ningún acuerdo”, ha asegurado el exministro.