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Los adultos dejan las aulas con el alza del empleo

En el curso 2017-2018 el número de matriculados ha bajado en un 8,6% respecto al año anterior

Gloria Rodríguez-Pina
Francisco Ferreres y David Valdés, dos de los alumnos adultos del CEPA de Arganda del Rey.
Francisco Ferreres y David Valdés, dos de los alumnos adultos del CEPA de Arganda del Rey.Kike Para

En el último curso el número de alumnos adultos que se matricularon en enseñanzas de carácter formal ha bajado en un 8,5% respecto al año anterior; son 22.563 alumnos menos, según el avance estadístico del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Todas las comunidades autónomas pierden alumnos en el último año, excepto Canarias y Asturias, que ganan un 8,2% y un 3,5%, respectivamente. Miguel Recio, responsable del gabinete de estudio de la federación de enseñanza de CC OO, apunta a que este tipo de enseñanza "se alimentó al inicio de la crisis de quienes se iban al paro y desciende el número de alumnos en cuanto hay algo de trabajo". Pero la educación para adultos, denuncia, no debe estar al albur de las circunstancias económicas sino "a políticas que busquen la compensación educativa y la reducción del abandono escolar temprano".

En más de 30 años de carrera dando clases para adultos Victoria Moreno, directora del Centro de Educación para Adultos (CEPA) de Arganda del Rey (Madrid), ha visto cómo la oportunidad de reengancharse a los estudios le ha cambiado la vida a muchos alumnos. Como un trabajador de tierra de una compañía aérea que pasado los 30 años consiguió su sueño de siempre, ser enfermero. "Si la cosa va bien, les reconcilia con el estudio, ven que las titulaciones tienen valor y les refuerza la autoestima al ver que sí pueden".

Los alumnos que se matriculan en secundaria o para hacer pruebas para obtener títulos de ESO, Bachillerato, Formación Profesional o para acceder a la universidad, suelen ser jóvenes que han cumplido los 18 años y acaban de terminar la etapa de escolarización en el instituto pero no han logrado sacarse el título. También más mayores, de entre 25 y 40 años, que necesitan el título para mejorar su vida laboral.

Moreno, que fue también diputada en la Asamblea de Madrid en la legislatura pasada, cree que detrás del descenso hay varios motivos. Están los económicos que apuntaba Recio y confirman fuentes del Ministerio de Educación y FP: "La mayor parte de empleos que se están generando en España son de precarios y dirigidos, precisamente, a personas de baja cualificación. Fueron los primeros en salir del mercado laboral en el momento de crisis económica y ahora entran en el mismo ocupando puestos de trabajo de baja cualificación y abandonando sus estudios".

Asturias, la única región que gana alumnos en la última década

Asturias ha conseguido no solo que no caiga el número de matriculados, sino que además, suba en un 20,1% en la última década. Su programa estrella es la enseñanza a distancia. Combina tutorías presenciales con telemáticas, por teléfono, correo electrónico y online, a través de una plataforma donde centralizan materiales didácticos y actividades, como explica Eva Ledo, jefa de servicio de la Dirección General de Enseñanzas Profesionales y Aprendizaje Permanente del Principado.

Su vecina, Cantabria es la autonomía que más alumnos ha perdido en el último curso, un 25,6% menos. La explicación, según Alonso Gutiérrez, ex director general de Educación y Centros Educativos, que se ha reincorporado a su puesto como profesor de secundaria, es que el Gobierno cántabro logró reducir la tasa de abandono escolar temprano y de fracaso escolar. También pusieron en marcha un cuarto curso de la ESO para facilitar la obtención del título. "La inmensa mayoría de los alumnos consiguen la titulación por el camino normal".

Fuentes del Ministerio coinciden también en que la mejora de la tasa de abandono escolar temprano en España —aunque sigue siendo alta, del 18,3%, por encima de la media europea del 15%— puede explicar que se reduzca el número de los "potenciales alumnos de enseñanza formal de adultos".

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Pero también, en el caso de la Comunidad de Madrid, que es la que conoce bien, la exigencia del currículo y la dedicación necesaria —17 horas semanales en clase más el trabajo en casa—, complicados de asumir por quienes deben compaginar además su vida laboral y familiar. La oferta de esta autonomía sigue siendo "muy rígida" y en la opción a distancia "no está suficientemente adaptada a las posibilidades de las nuevas tecnologías", opina. El departamento que dirige Isabel Celaá asegura que el Ministerio insistirá en "flexibilizar" estos estudios y apostar por "modalidades a distancia, semipresenciales y parciales".

Las comunidades con más alumnos

Canarias, la comunidad que más ha incrementado su base de alumnos adultos en el último curso atribuye sus resultados a las campañas informativas que ha realizado y a una red de 34 centros de adultos y unas 200 aulas adscritas que cubren todo el territorio insular. También han ampliado su oferta y han elaborado un currículo junto con el Servicio Canario de Empleo que incorpora formación digital. "Además de mejorar sus competencias, tienen el aliciente de que si quieren un certificado de profesionalidad tienen facilidades y resulta más sencillo continuar con otros estudios", apunta Manuel Jorge Pérez, director general de FP y Educación de Adultos.

"Somos conscientes de que hay mucha gente con formación académica baja y tenemos que hacer un gran esfuerzo", añade Pérez. En Canarias el 53,9% de la población de entre 25 y 64 años ha completado estudios postobligatorios, según datos del Ministerio de Educación analizados por CC OO. Extremadura es la Comunidad Autónoma donde más bajo es ese porcentaje (42,2%), seguida de Castilla-La Mancha (49,1%). Son precisamente las tres regiones con mayor tasa de alumnos matriculados por cada 1.000 habitantes: 10,7 en Extremadura, 10,3 en Castilla-La Mancha y 9,5 en Canarias.

El extremeño Juan José Maldonado, director general de FP y Universidad, asegura que en su región ha hecho "una apuesta muy importante para extender la enseñanza formal y la FP". La Junta materializó esta prioridad uniendo educación y empleo en una misma Consejería y con Ítaca, un proyecto de acompañamiento que crea un itinerario personalizado de inserción laboral por el que ya han pasado 2.164 alumnos, que no están computados dentro de la enseñanza formal sino como formación profesional. Es otra de las razones para el descenso de los matriculados que apunta el Ministerio, que potenciales candidatos optan a formaciones profesionales para el empleo en lugar de cursar Educación Secundaria.

"Como tenemos un índice de abandono escolar superior a la media española, nos hemos volcado en la enseñanza de segunda oportunidad", explica María Dolores López, viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación de Castilla-La Mancha. "Normalmente la demanda suele ir ligada al empleo, pero también hay mayor concienciación de que para obtener un trabajo digno se necesita al menos título de la ESO", opina.

"Nadie debiera estar sin una titulación postobligatoria, tenga la edad que tenga", dice Recio, de CC OO, que pide políticas educativas que garanticen esta enseñanza compensatoria.

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