La cadena por el derecho a decidir de Euskadi une a más de 175.000 vascos

"Estamos abriendo un nuevo ciclo en Euskal Herria". Convocada por la Asociación Gure Esku Dago, (Está en nuestras manos) más de 175.000 personas, según la organización, sobre todo de los partidos y sindicatos independentistas vascos, pero también con representación de Esquerra Republicana de Cataluña ERC, y de la CUP, han reclamado el derecho de los vascos a decidir sobre la independencia de Euskadi.

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Intentando imitar las pasadas exhibiciones de fuerza del independentismo catalán, y con una participación matizada del PNV, cuyo presidente, Andoni Ortuzar se sumó a la cadena en Bilbao, pero separado por un kilómetro de los independentistas de Omnium y la Asamblea Nacional Catalana, la organización ha logrado el objetivo de formar una cadena humana de 220 kilómetros que, partiendo de San Sebastián, ha llegado a la capital vizcaína para seguir hasta Vitoria y acabar en el Parlamento vasco. A lo largo del trayecto además del kilómetro "solidario con el pueblo catalán y sus presos políticos y exiliados", se han unido quienes protestaban por las "desproporcionadas" sentencias contra los jóvenes de Alsasua, Navarra, que propinaron una paliza a dos guardias civiles y a sus parejas en 2016.

En el comunicado final leído a las puertas de la Cámara de Vitoria en medio de un ambiente festivo, el portavoz de la asociación Angel Oiarbide ha dicho que ese nuevo ciclo es el de "la convivencia, la soberanía y la decisión". Después de un largo periplo de asambleas por los municipios vascos, los participantes en la cadena han llevado hasta Vitoria un documento con 2019 razones a favor del derecho a decidir y de la independencia de Euskadi, en un aviso a los poderes públicos de que ese es el año en el que esperan lograr avances significativos hacia la soberanía.

El próximo curso, 2019, está previsto que el Parlamento vasco dé luz verde al nuevo Estatuto vasco en el que el PNV quiere introducir, con ayuda de EH Bildu, el derecho a decidir, la nacionalidad vasca, y un modelo de relación confederal con el Estado español, entre otros asuntos. El independentismo vasco, que ha logrado superar la participación de 2014, cuando movilizaron a unas 150.000 personas en favor del derecho a decidir del pueblo vasco, ha contado también con una nutrida representación del PNV cuyos dirigentes del partido y algunos más institucionales, como la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejería, se han sumado a la movilización.

Sin embargo, el único que ha hecho declaraciones ha sido el dirigente guipuzcoano y representante del ala más soberanista, Joseba Egibar: "Mano con mano, codo con codo, podemos conseguir muchas más cosas de las que nos imaginamos", ha dicho en San Sebastián. "También es un ejercicio de autoestima, de pensar que el futuro nos pertenece a todos y de un modo inclusivo lo tenemos que ganar y protagonizar. Esta es una manera plástica de mostrar esa adhesión al derecho a decidir", ha afirmado en referencia a la cadena humana. El lehendakari, Íñigo Urkullu no ha participado, y el presidente del partido, Andoni Ortuzar ha declinado hacer declaraciones.

El PNV no vio con buenos ojos cuando Gure Esku Dago suscribió el manifiesto de EH Bildu y los sindicatos ELA y LAB, en el que se consideraba "inaceptable mantener en Euskal Herria cualquier normalidad institucional y acuerdos políticos de primer orden" con los impulsores del artículo 155 de la Constitución, PP, PSOE y Ciudadanos. El PNV apoyó las cuentas de Mariano Rajoy de 2018. Para los nacionalistas vascos esa toma de posición en favor de unos determinados partidos iba en contradicción con el carácter transversal con el que la asociación quiere aglutinar a personas de diferentes sensibilidades. La que fuera candidata a lehendakari por Elkarrekin Podemos también ha participado en la cadena, en su localidad de Zarautz.