Puigdemont pide a la justicia alemana que aplique la misma resolución que Bélgica y deniegue la entrega a España
El tribunal superior de Schleswig-Holstein recibe la petición de los abogados del expresidente que espera una decisión en los próximos días
La decisión del tribunal belga, que ha tumbado por defecto de forma la euroorden cursada por España para pedir la entrega de tres exconsejeros catalanes huidos a Bruselas, ha surtido sus primeros efectos en Alemania, donde la justicia estudia la extradición de Carles Puigdemont. El tribunal superior de Schleswig-Holstein, ha confirmado a EL PAÍS que ayer miércoles recibieron una demanda de los abogados de Puigdemont en la que solicitan la puesta en libertad de su defendido a raíz de la decisión belga.
“Ayer a las 19.30 recibimos una demanda de los abogados del señor Puigdemont en la que piden que se levante la libertad bajo fianza”, afirma la jueza portavoz del tribunal superior de Schleswig-Holstein Christine von Milczewski. Ahora será la fiscalía también de Schleswig-Holstein la que debe pronunciarse sobre esta nueva demanda, según ha explicado. Antes de enviarla a la fiscalía, deben sin embargo obtener una traducción ya que la resolución belga está escrita en neerlandés, asegura Von Milczewski.
Hasta ahora, el tribunal alemán no había reparado en su decisión preliminar en un defecto de forma semejante al que ha tumbado las extradiciones en Bélgica y que tiene que ver con la falta de una orden de detención nacional que case con la euroorden reactivada por el juez del tribunal Supremos Pablo Llarena. “Hasta ahora los jueces [alemanes] no habían detectado que hubiera ese problema de forma. Ahora tienen que analizarlo y decidir si hay posibilidad de subsanarlo”, añade la portavoz.
Desde la fiscalía de Schleswig-Holstein explican que “estamos al corriente de la decisión de Bruselas. Por supuesto, nuestro examen del caso incluirá también una clarificación sobre los requisitos formales de la admisibilidad”, confirma en un correo electrónico la fiscal Wiebke Hoffelner.
El proceso de Carles Puigdemont en Alemania se encuentra a la espera de una decisión final sobre su entrega por parte del Tribunal Superior de Justicia de Schleswig-Holstein. El plazo de 60 días que marca la ley alemana para adoptar una decisión —artículo 83 c de la ley de extradición— cumpliría a finales de la semana próxima, aunque esa fecha podría aplazarse si el tribunal considera necesaria una ampliación, como explican desde la fiscalía regional que estudia el caso.
Antes de que se produzca la decisión final del tribunal de Schleswig-Holstein, la Fiscalía de ese mismo Estado federado del norte de Alemania debe emitir un escrito en el que pedirá la extradición por todos los delitos por los que solicita la entrega España, por uno o por ninguno. “Estamos trabajando todavía en ese escrito”, explicaba esta semana por teléfono la fiscal Wiebke Hoffelner. “Pensamos que puede tardar todavía algunos días”, estima Hoffelner. “Una vez que tengamos el escrito lo presentaremos al tribunal Superior de Schleswig-Holstein, que decidirá si acepta o no nuestra petición de entrega”, añade la fiscal que ejerce de portavoz de este caso, y quien rehúsa ofrecer información más detallada sobre el curso del procedimiento.
Puigdemont fue detenido en el norte de Alemania el pasado 25 de marzo cuando regresaba de una conferencia en Finlandia y tras pasar doce días en una cárcel del norte de Alemania ha fijado su residencia en Berlín a la espera de la decisión de la justicia alemana. La euroorden emitida por España pide la extradición del expresidente catalán por los delitos de rebelión y malversación y deja abierta la puerta también a una posible entrega por sedición.
A principios de abril, la Fiscalía del Land alemán ya respaldó en cada uno de sus puntos la euroorden cursada por España. La Fiscalía de Schleswig-Holstein pidió la extradición de Puigdemont por rebelión y malversación y recomendó que el líder independentista permaneciera en prisión hasta que se tramitara su posible entrega en Alemania.
Dos días después sin embargo, el tribunal superior de justicia de Schleswig-Holstein, el Land en el que fue detenido Puigdemont, ordenó su libertad bajo fianza y consideró que no se daban los requisitos para extraditarle por rebelión. El tribunal interpretó, en base a un precedente jurídico de unas manifestaciones contra la ampliación de un aeropuerto, que en el caso catalán no concurría la violencia necesaria para doblegar la voluntad del órgano constitucional.
Aquella decisión preliminar no era recurrible, pero tampoco definitiva. Es ahora, cuando el mismo tribunal y los tres mismos jueces que decidieron la “inadmisibilidad” de la rebelión deberán decidir de forma definitiva si entrega a Puigdemont como exige España y porqué delitos. “Lo que este tribunal vaya a analizar dependerá de la solicitud de la Fiscalía. Si la Fiscalía considera admisible la extradición por rebelión, el tribunal de Justicia tendrá que decidir sobre ello”, indicaba hace días a este diario Frauke Holmer, jueza portavoz del tribunal.
Desde que se produjera aquella resolución preliminar en abril, las autoridades españolas han aportado abundante información adicional a petición de la corte, que pidió aclaraciones para el caso de malversación. España ha enviado también documentación relativa a un posible delito de rebelión.
En el último escrito remitido la semana pasada por el juez Llarena a España, el magistrado se reafirma en la petición de extradición por rebelión y malversación, pero también abre la puerta a que la entrega se realice por un delito de sedición. En cualquier caso, argumenta Llarena, los jueces alemanes deben decidir a qué calificación jurídica corresponden los hechos descritos.
Ante una decisión de extradición por parte del tribunal de Schleswig-Holstein, a Puigdemont le cabría la posibilidad de recurrir al Tribunal Constitucional alemán, una posibilidad que no descartan sus abogados.
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