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Mondragón, capital de la indiferencia

El tradicional feudo de la izquierda abertzale vive al margen de la escenificación de la disolución de ETA

Pedro Gorospe
Pinturas en la fachada del juzgado de Mondragón.
Pinturas en la fachada del juzgado de Mondragón.EL PAÍS

El día de celebraciones por la disolución de ETA no se ha producido en Euskadi. Ni siquiera después de que el mediador internacional en el acto de Cambó, Francia, Brian Currin, lo dejara caer en su discurso, minutos antes de hacerse público el contenido del comunicado oficial de la banda. El pulso de las tres capitales vascas apenas si se ha alterado. Pero tampoco han subido de pulsaciones en municipios en los que la izquierda abertzale ha ganado tradicionalmente elección tras elección, como Mondragón, aunque ahora gobierne el PNV. Mondragón ha sido hoy la capital de la indiferencia.

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De hecho, la vida transcurría con absoluta normalidad al mediodía. No había pintadas, ni pancartas de bienvenida a la paz ni movilizaciones, grandes ni pequeñas. Las televisiones de varios de los bares más populares del centro ni siquiera tenían conectada la televisión como cuando hay jornada de la liga Santander. Tan solo el recuerdo del ataque con pintura roja que sufrió la pasada semana la fachada de los juzgados, junto a la sede de Eusko Alkartasuna, y una pintada en euskera: "Esto no es justicia". Pero tenía más que ver con el proceso por un presunto delito de terrorismo a los jóvenes de Alsasua que agredieron a dos guardias civiles y a sus parejas.  

Y eso que las heridas todavía están muy abiertas en la villa guipuzcoana que da nombre al mayor grupo cooperativo del mundo. Todavía hace cuatro semanas EH Bildu rechazó firmar una declaración con motivo del décimo aniversario del asesinato de Isaías Carrasco, el exconcejal socialista asesinado por ETA el 7 de marzo, en vísperas de las elecciones generales de 2008. Sin embargo, unos días antes la parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, sí participó en la ofrenda floral a Isaías Carrasco. La banda asesinó a ocho personas entre 1974 y 2008 en ese pueblo, y salvo el periodo en el que PNV, PSE y EA ganaron una moción de censura al alcalde de HB, Xabier Zubizarreta, los independentistas, con unas siglas u otras, se han aupado tradicionalmente a la alcaldía.

El desalojo de Zubizarreta se produjo en julio de 1997, quince días después de que la Guardia Civil encontrara en una nave de un polígono industrial al funcionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días, José Antonio Ortega Lara. La izquierda abertzale no ha condenado ninguno de los atentados ni actos de la banda en el municipio. En 2008 el juez Baltasar Garzón ordenó prisión incondicional para la alcaldesa, Inocencia Galparsoro, entonces con las siglas de ANV, por los presuntos delitos de colaboración con banda armada y quebrantamiento de la suspensión de actividades. También se negó a condenar el asesinato de Isaías Carrasco.

A las 12,30 la plaza del Ayuntamiento estaba absolutamente tranquila. Unos jóvenes metían aire en un arco hinchable para señalizar la llegada de una prueba ciclista, y varios paisanos tomaban café, sentados en las mesas de uno de los bares de la plaza. Las banderas vasca y española ondeaban en el balcón del consistorio. En el tablón de anuncios municipal no había ni una nota alusiva al acto de Cambó y eso que, para gran parte de la militancia abertzale, el final de ETA es una liberación. Lo fue más el anuncio del cese de la violencia porque a muchos de ellos les liberó de vivir con la mala conciencia de aceptar sin rechistar cada asesinato. En el comunicado en el que la banda pidió perdón, les ha recordado que a algunas víctimas no hace falta pedírselo.

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No andan muy desencaminados algunos de los independentistas en Mondragón. Cuando el pasado día siete de marzo la alcaldesa, María Ubarretxena, del PNV, leyó un texto suscrito por su partido, el PSE-EE, Baleike e Irabazi, en el que se comprometían a "construir la memoria desde el reconocimiento del sufrimiento de todas las personas que han padecido la injusticia de la violencia", los herederos de HB dijeron que no.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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