Badajoz recoloca a sus gansos

Los 500 gansos de Badajoz picoteaban despacio y se reproducían muy deprisa. Hasta ahora, que lo harán en otros municipios de la región. Este viernes, a eso de las 9.00, el Ayuntamiento ha empezado a capturarlos para enviarlos a dos pueblos de Extremadura: Maguilla y Riolobos, que se interesaron por la superpoblación de animales y han decidido acoger a unos cuantos. 

"Nosotros tenemos una charca y los mandaremos ahí", cuenta por teléfono Fernanda Ortiz, alcaldesa de Maguilla, un municipio de 900 habitantes situado a 140 kilómetros de la capital pacense. "Al escuchar la noticia, lo estuvimos comentando y llamé al concejal de Medio Ambiente de Badajoz para decirle que, si era viable, no me importaría acogerlos. Hemos pedido 25. Nos los traemos en un camión jaula que hemos acondicionado". 

El litigio entre los gansos y los vecinos de Badajoz comenzó hace tres años. Pero nadie sabe cómo. Ni el Ayuntamiento, ni la Junta de Extremadura, ni los biólogos de la zona consultados descifran este enigma animal. Las dos teorías con las que trabaja el Ayuntamiento son muy sencillas. O se escaparon de un parque o los soltaron los vecinos. El resto ya es conocido: se reproducen cada vez más y más. “Nosotros construimos este parque para los ciudadanos, no para los gansos”, dijo el alcalde, Francisco Javier Fragoso (PP), que se inclina por la hipótesis de la suelta ilegal de los vecinos.

Los gansos se mueven en grupos. En el caso de Badajoz se encuentran repartidos en manadas de entre 35 y 40 por distintas zonas del parque del río Guadiana. Las hembras ponen una media de cuatro a seis huevos al año, que incuban durante 27 o 28 días, de ahí que se multipliquen con tanta rapidez. En comparación con otras aves de corral, tienen una larga vida, aprenden con rapidez y pueden llegar a ser agresivas. 

La Junta de Extremadura, según han publicado este viernes los periódicos regionales Hoy y El Periódico, ha autorizado el traslado de 345 aves en los próximos días. Para su captura han utilizado jaulas metálicas y varios sacos de pan duro como cebo. Desde este viernes, la superpoblación comienza a disminuir. "Me gustaría que se animasen más pueblos de la zona para evitar su sacrificio", cuenta la alcaldesa de Maguilla. "Cuando ya estén en la charca, lo anunciaremos en un bando para que todos los vecinos vayan a verlos". Mientras tanto, Badajoz se queda con unos 150. Más controlados, eso sí, aunque la ciudad ya conoce su impresionante capacidad reproductora.