Turull reprocha a Llarena que pretenda decidir quién puede presidir la Generalitat

El exconsejero de Presidencia Jordi Turull ha mantenido este miércoles en el Tribunal Supremo la estrategia iniciada esta semana por otros líderes independentistas procesados que han comparecido ante el juez Pablo Llarena. Turull, procesado por rebelión y malversación a quien el instructor envió a prisión el 23 de marzo un día después de que fracasara su intento de investidura en el Parlament, ha criticado ante Llarena cómo está llevando la instrucción de la causa contra los líderes del procés y le ha advertido que él es quien le ha “convertido en un preso político”, "No sé si en noviembre era un preso político, pero ahora no tengo ninguna duda", ha asegurado el exconsejero, según fuentes presentes en la declaración.

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Turull, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa han cerrado este miércoles la ronda de declaraciones indagatorias convocadas por Llarena para comunicarles su procesamiento por rebelión y, en el caso de los exconsejeros, también por malversación. Los tres han pedido al instructor que revise la prisión preventiva decretada contra ellos.

Turull ha sido el más crítico con el magistrado, según las fuentes consultadas. Durante su comparecencia, que ha durado alrededor de 45 minutos, ha cuestionado la separación de poderes. “Dejen de meter la justicia en la política”, ha afirmado ante el instructor y ha reprochado que los jueces “pretendan decir quién puede ser presidente de la Generalitat” mientras el Gobierno es quien dice cuando les procesan y “para qué delitos les condenarán”. El exconsejero le ha dicho al juez que no piensa renunciar a sus ideas y ha preguntado qué ha hecho durante las semanas en las que estuvo en libertad (entre el 4 de diciembre y el 23 de marzo) que Llarena pueda considerar como un indicio de reiteración delictiva.

El abogado de Turull, Jordi Pina, ha querido aclarar a la salida del Supremo que el ambiente en la sala está siendo estos días “cordial” y Turull, como hicieron en días anteriores Jordi Sànchez y Oriol Junqueras, solo ha mostrado al juez sus discrepancias con la mayoría de sus decisiones. “No hay enfrentamiento”, ha asegurado el letrado. Entre otros reproches, el exconsejero ha sostenido dentro de la sala que de los investigados que fueron puestos en diciembre en libertad solo han vuelto a prisión los que han “hecho política”. El extitular de Presidencia ha afirmado también que en noviembre tenía dudas de si era un preso político, pero que ya estas dudas se han disipado al comprobar que le volvía a enviar a la cárcel después de que el 21 de diciembre los independentistas ganaran las elecciones y él fuera candidato a la investidura.

Turull ha hecho también ante el juez una llamada al diálogo y le ha recordado que ya la hizo en su discurso de investidura. Además, le ha demandado un informe forense que demuestre que, como afirmó Llarena en el auto por el que decretó su prisión preventiva, en su “esfera psicológica interna” persiste la intención de declarar la independencia unilateral y persistir en el delito. El exconsejero también ha asegurado que no se ha gastado dinero público en la consulta del 1 de octubre y ha recordado que las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avalan sus palabras.

Menos crítica ha sido Carme Forcadell. Según ha explicado su abogada, Olga Arderiu, y han confirmado otras fuentes de las defensas y acusaciones, la exdiputada de ERC ha negado los hechos que le atribuye Llarena y ha ratificado su declaración del pasado 9 de diciembre. Forcadell ha contestado a preguntas muy concretas formuladas por su abogada para rebatir algunas de las acusaciones contra ella. Entre otros aspectos, ha asegurado que siempre ha cumplido el reglamento del Parlament y ha argumentado que en la Cámara se debe poder debatir todo. La expresidenta ha reprochado también que se están “vulnerando sus derechos fundamentales” tanto porque este procedimiento no debería seguirse en el Supremo sino en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como porque se ha acordado “injustamente” su prisión provisional. Forcadell ha alegado que ha cumplido todas las medidas cautelares que Llarena le puso en noviembre y ha renunciado a su acta de diputada.

Por su parte, la exconsejera de Trabajo Dolors Basa, ha asegurado que pensó que el 1 de octubre iba a transcurrir como la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014 y ha insistido, como ya han hecho otros procesados, en que los episodios de violencia que se produjeron ese día fueron provocados por la policía.

Tras acabar con las declaraciones indagatorias de los procesados que están en prisión preventiva, el juez Llarena ha dictado este miércoles una providencia en la que fija las comparecencias de los nueve procesados que están en libertad en España. Para el 7 de mayo, el juez ha citado a los exmiembros de la Mesa Lluís Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barufet y Joan Josep Nuet. El día siguiente será el turno de los exconsejeros Carles Mundó, Santi Vila y Meritxell Seret; y la exdiputada de la CUP Mireia Boya.