La policía reabre el caso de una desaparecida en 2010 y acusa a la expareja de homicidio
Los agentes interrogan a Julio Araújo y a uno de sus hermanos por el caso de Sonia Iglesias tras encontrar nuevos indicios
La policía ha encontrado nuevos indicios para volver a investigar a Julio Araújo Domínguez por la desaparición en 2010 de su pareja Sonia Iglesias, en Pontevedra, aunque esta vez por un presunto delito de homicidio y no por detención ilegal como había sido imputado antes de que las diligencias fuesen archivadas. Cuando el proceso ya se daba por cerrado desde 2015, las nuevas pistas han permitido reabrir las pesquisas para resolver la incógnita sobre el paradero de la mujer hace casi ocho años.
El principal sospechoso para la policía, Julio Araújo Domínguez, fue citado este miércoles a las cinco de la tarde para declarar de nuevo, esta vez en la comisaría de Pontevedra junto a su hermano David, que también había sido sospechoso en el caso como presunto encubridor y que ahora está siendo igualmente investigado por homicidio. Ambos comparecieron durante más de una hora en calidad de investigados y en presencia de sus abogados.
Julio Araújo, sin embargo, se acogió a su derecho a no declarar por lo que no pudo ser interrogado, pero quedó en libertad a la espera de que sea citado por el juzgado encargado del caso, que delegó este primer trámite procesal en la policía, en base a un atestado que se ha incorporado a las diligencias declaradas por el momento secretas.
El interrogatorio de los dos hermanos se produce al día siguiente de que la Policía Científica registrara una casa con finca, propiedad de la familia Araújo, donde Sonia Iglesias y su pareja vivieron los primeros años de relación con su hijo que actualmente tiene 17 años. El registro duró casi doce horas, en presencia de Julio Araújo, y se ha reanudado este miércoles.
Aunque la casa ya había sido registrada en 2010, la búsqueda del cuerpo se centró en un radio de 800 metros de terreno que rodea la vivienda y en un pozo de barrena que fue achicado con motobombas por efectivos de la unidad de Bomberos de Pontevedra. Los registros se han ampliado durante este miércoles a las inmediaciones de la casa y a la iglesia de San Mauro, al lado del cementerio de Pontevedra, donde se han inspeccionado las alcantarillas y aledaños de la capilla en busca de pruebas.
La investigación se archivó en 2015 cuando el caso pasó a ser competencia del juzgado de Violencia de Género y ya se había levantado el secreto de las diligencias. Julio Araújo, que denunció la desaparición de Sonia Iglesias, fue imputado en la causa dos años después de perdérsele el rastro a su pareja aunque no llegó a ser detenido.
La investigación siempre barajó la hipótesis de que Julio Araújo, la última persona que vio con vida a Sonia Iglesias a mediodía del 18 de agosto, habría actuado con la ayuda de un cómplice. También la familia ha señalado públicamente a la pareja de Sonia como el presunto responsable de su desaparición.
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