Cómo descubrir a un agresor reincidente
Las juristas piden que se preste especial atención al maltrato habitual y la fiscal de violencia de género pide cursos de reeducación
El presunto asesino de Andrea Carballo, muerta un día antes de Nochebuena en Castellón, tenía una condena previa por maltrato y hasta tres delitos de lesiones recogidos en la denuncia que presentó ella. A pesar de los indicios, el juez dictó solo una orden de alejamiento y la policía consideró que el riesgo que sufría era “medio”. No detectaron la gravedad de su caso. Pero, ¿qué ocurre cuando las denuncias y órdenes de protección son de parejas anteriores? ¿Hay forma de alertar al sistema para evitar asesinatos como el ocurrido ayer en Málaga?
“Al maltratador se les juzga por hechos puntuales, por la última agresión. Si se hiciera una investigación más amplia sobre qué violencia ha ejercido, es más probable que entraran en prisión provisional y no fueran un peligro”, señala Amalia Fernández, presidenta de la asociación de mujeres juristas Themis.
“No se puede controlar” la actuación de un denunciado por maltrato en relación con su nueva pareja, considera Lina González, secretaria de la federación de igualdad del sindicato policial SUP. Como alternativa, propone el trabajo coordinado y en equipo que demandan los especialistas en violencia machista. Si una mujer acude a su médico con hematomas, por ejemplo, este puede mandar el parte de lesiones al juzgado. Y el juez pedir a la policía que le tome declaración y revise los antecedentes de su pareja. Pero, “cuando interrogamos a las mujeres, la mayoría de las veces no quieren dar cuenta de lo que les ocurre”, admite González. “Se necesita tiempo, personal con formación para atenderla y una ubicación específica. No podemos recibirla en una oficina de denuncias, junto a alguien a quien le acaban de robar la cartera”, añade.
La jefa de la Fiscalía de Violencia contra la Mujer, Pilar Martín Nájera, considera que la clave pasa por “los tratamientos de reeducación al maltratador, que deberían imponerse”. Más allá de eso, ve el campo de acción limitado. “Hubo un señor que agredió a distintas parejas. Alertamos a la Policía Nacional para que vigilara y protegiera a posibles víctimas pero es un caso puntual”, explica la fiscal, que recuerda que las órdenes de protección o las condenas son referidas a mujeres concretas, no a casos futuros.
Themis y otros colectivos de mujeres denunciaban esta misma semana el “maltrato judicial” a las víctimas y la falta de preparación de los operadores jurídicos que deben ayudarlas. Acusaban a juzgados que deniegan el 75% de las órdenes de protección o que se carga sobre las mujeres la responsabilidad de ponerse a salvo. “Ninguna víctima tiene obligación de denunciar”, recuerda.
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