Las seis preguntas que Juana Rivas se hace a diario sin respuestas
"¿Cómo es posible que la denuncia donde explicaba mi calvario y las razones por las que tuve que huir de Italia, 18 meses después, no haya sido investigada por nadie?"
Juana Rivas tiene varios frentes abiertos en la justicia en España y en Italia por maltrato, por la custodia de sus hijos y por una causa penal por sustracción de los dos menores, de 4 y 11 años, por la que la Fiscalía y su expareja, Francesco Arcuri, le piden hasta cinco años y medio de cárcel. Este miércoles la madre de Maracena (Granada) ha contado su historia entre lágrimas en un acto del Colegio de Procuradores de Madrid. Uno de los momentos más difíciles de su intervención ha sido cuando ha compartido que todos los días le vuelven "insistentemente las mismas preguntas". Ha tenido que parar para recomponerse de llanto y poder compartir esos interrogantes para los que no aún, dice, no tiene respuesta.
1. "¿Cómo es posible que la denuncia que presenté el 12 de julio de 2016 en el cuartel de la Guardia Civil de Maracena donde explicaba mi calvario y las razones por las que tuve que huir de Italia y donde ya decía las amenazas que el padre de mis hijos me hacía constantemente -'si me dejas te quitaré a los niños y te arruinaré la vida'; 'tengo dinero para pagar a muchos abogados'-, cómo es posible que esa denuncia, a fecha de hoy, después de más de 18 meses, no haya sido investigada por nadie?". Si se hubiera tramitado a tiempo, "quiero pensar que todo hubiera rodado de otra manera", ha añadido.
Según ha explicado su asesora Francisca Granados, del servicio de atención a mujer de Maracena, el juzgado de la violencia sobre la mujer número 2 de Granada alegó falta de jurisdicción porque los hechos ocurrieron en Italia. Como ha explicado, una mujer española puede denunciar en España el estatuto de la víctima obliga a dar traslado inmediato al Estado donde hubiesen ocurrido los hechos. "Ningún juzgado ha entrado a valorar, investigar y en su caso, condenar la situación de violencia de género de Rivas", ha denunciado Granados, que tiene certificados periódicos que acreditan que la denuncia todavía no ha llegado a la Justicia italiana.
2. "¿Cómo es posible que cuando reiteré y amplié mi denuncia el 18 de agosto en 2017, estando el padre de mis hijos en España y que por tanto, la justicia española sí tenía competencias para actuar, me volvieran a decir que no podían hacer nada?". También según Granados, el juzgado rechazó entonces la reapertura del caso con el argumento de que Arcuri estaba en el país de manera circunstancial. Su expareja se encontraba entonces a la espera de que Rivas le entregase a sus hijos, después de permanecer un mes en paradero desconocido.
3. "¿Cómo es posible que tanto la Fiscalía como el juzgado tenga en su poder informes de personal especializado en violencia de género hechos a mi hijo mayor en los que se acredita claramente el horror que ha sufrido y no se haga nada? ¿Cómo es posible que mi hijo mayor, desesperado ante la desprotección que sufríamos, escribiera una carta que consta en el juzgado solicitando, rogando que le escucharan, y no haya recibido respuesta?", ha lamentado también. Su asesora asegura que el único informe que ha tenido en cuenta el juzgado es uno realizado por una psicóloga de atención psicosocial a familias, pero no el realizado por un equipo multidisciplinar experto y formado en este ámbito.
4. "¿Cómo es posible que en su momento la Audiencia Provincial de Granada, y actualmente la Fiscalía que solicita mi ingreso en prisión, pueda tomar decisiones tan trascendentales sobre mi vida y la de mis hijos, cuando en sus escritos está claro que la desconocen?". Rivas ha asegurado que en la decisión de la Audiencia Provincial de Granada en la que convalida la entrega de los menores a su padre, el juzgado se refiere, en lugar de a sus dos hijos de 11 y entonces, tres años, a una niña de cinco años llamada Estela y a hechos que según ella nada tienen que ver con su realidad y la de sus hijos. Se queja además de que en su petición de prisión el fiscal afirma que estuvo escondida más de un año, cuando solo fue un mes. "Todo ese tiempo [desde el 3 de agosto de 2016 que cita el fiscal de 2016 hasta que despareció en julio de 2017 para no entregar a los menores] estuve de juzgado en juzgado, pidiendo protección para mis hijos", ha afirmado.
5. "¿Cómo es posible que Francesco Arcuri haya presentado documentación falsa, como se demostrará en la querella que hemos presentado, diciendo que mis hijos son italianos -cuando son españoles porque no es legal esa doble nacionalidad-, y que ningún juzgado lo haya detectado y al contrario, se hayan basado fielmente en su palabra sin dar credibilidad a la mía?". Juan de Dios Ramírez, uno de los seis abogados del equipo que lleva su caso en España e Italia, confía en ganar esa querella de carácter criminal contra la expareja de Rivas por falsedad documental. Sobre los otros casos, declina comentar y afirma que son muy complejos.
6. "¿Cómo es posible que mi persona se haya convertido para algunas personas y colectivos en diana de los más terribles insultos, injurias y calumnias y se manifieste públicamente tanto odio hacia mí por quienes no me conocen de nada? ¿Qué valores sustentan todo esto?".
La diputada socialista Ángeles Álvarez, que ha participado en el acto para presentar algunas de las medidas que el Pacto contra la Violencia de Género contempla para la protección de los hijos e hijas de las víctimas, ha esbozado una suerte de respuesta a todos estos interrogantes: "El caso de Juana Rivas es un cúmulo de despropósitos e irregularidades".
Rivas ha señalado que a pesar de la legislación y los recursos que existen en el país para apoyar a las mujeres víctimas de género, "algo falla". "El resultado final del periplo de poner una denuncia, con demasiada frecuencia, suele ser contrario a los derechos de nosotras, las mujeres", y se ha señalado a sí misma como ejemplo. A ella no le asusta la cárcel, dice, sino perderse casi seis años de la vida de sus hijos.
El 10% de los niños, expuestos a la violencia de género
La protección de los menores víctimas de violencia de género ha congregado en Madrid a los tres delegados del Gobierno en este ámbito que ha habido entre 2005 y 2016. Cuando se creó el cargo y se lanzó la ley integral, todo estaba por hacer y la protección se centraba en las mujeres. Los niños, ha reconocido Encarnación Orozco, la primera delegada, no fueron considerados víctimas directas hasta 2015. Ahora es el momento, ha dicho, de incluirles también en la evaluación de riesgo.
Como ha contado Miguel Lorente, el segundo delegado, la macroencuesta de 2011 sobre la violencia de género detectó que el 10% de la infancia (entonces, unos 480.000 menores) vive en hogares donde están expuestos a violencia de género. "Cambiar la ley para protegerles es importante, pero hay que cambiar también la mentalidad", ha dicho Lorente. En su intervención ha incidido en el entorno y la cultura que construye al niño, y en el "machismo, androcentrismo y desigualdad" que trasciende de una relación con un maltratador. Durante la tarde, se ha escuchado en varias ocasiones que "un maltratador no es un buen padre".
"A los niños se les trasladan los roles de perpetrador y víctima", ha recordado también Blanca Hernández, la tercera delegada. "El 63% de mujeres tienen hijos y de estas, el 64,2% de los niños los viven directamente la violencia", ha señalado. Estos menores sufren de ansiedad y tienen problemas de distorsión porque les llegan mensajes contradictorios. Ha habido reformas legislativas para mejorar su protección, "pero si no se conocen o los órganos judiciales no las aplican, no importan".
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