Arcuri demanda desde Italia a periodistas españoles por “difamación”
El italiano admite que ha cortado la comunicación de sus hijos con Juana Rivas
Francesco Arcuri, expareja de Juana Rivas y padre de los dos menores que ahora residen con él en Italia después de que Rivas se los entregara la semana pasada, ha presentado este miércoles una demanda contra periodistas españoles por difamaciones en redes sociales y medios de comunicación. En un comunicado, emitido por José Luis Sariego —su abogado en España— Arcuri también ha reconocido que ha cortado voluntariamente la comunicación de sus hijos con su madre siguiendo los consejos de psicólogos italianos.
El documento hace mención a una demanda presentada en Italia por el equipo de letrados italianos que representan a Arcuri. Según la nota, se trata de una demanda solicitando una indemnización millonaria periodistas "que le han difamado en redes sociales y medios de comunicación. Entre ellas, deberán responder ante la Justicia italiana la presidenta de una comunidad autónoma española y varias parlamentarias españolas". Estas autoridades no cuentan en Italia con la protección que en España les ofrece su cargo ante la justicia, según el abogado de Arcuri.
Sin embargo, Bruno Poli, miembro del equipo legal en Italia de Arcuri que ha contactado EL PAÍS, ha asegurado que no hay denuncias a políticos y que no se ha hecho una valoración económica de los daños. No ha querido dar detalles de las personas denunciadas, aunque rebaja el número de demandados a siete. “Siento no poder violar una investigación secreta. Ellos [los demandados] sabrán directamente quienes son cuando reciban el aviso judicial”. Además, los abogados están analizando las declaraciones de, al menos, otras 20 personas.
El comunicado de José Luis Sariego –que habla en nombre de la expareja de Juana Rivas bajo la frase de “el señor Arcuri quiere informar:...”– también informa de que han pedido auxilio “al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a la Comisión Europea, a través de varios europarlamentarios italianos, ante la inadmisible intromisión en la vida privada de un ciudadano italiano”. En ese sentido, el letrado indica que Arcuri, “como ciudadano de la Unión Europa y conforme a la legislación europea, es un hombre inocente”. Sariego explica también que “se ha denunciado la ley de violencia de género española por vulnerar sus derechos (de Arcuri) y la de todos los hombres que vivan en España, entre los que se encuentran varios ciudadanos italianos”.
El documento también asegura que “por consejo de psicólogos italianos, los niños que han sufrido un secuestro físico y emocional como el que han sufrido los hijos del Sr. Arcuri (como ocurre con los niños captados por sectas), es recomendable cortar todo contacto con aquellas personas que los tuvieron secuestrados”. De esa manera, Arcuri y su abogado, José Luis Sariego, admiten que los niños no hablan con su madre por una acción voluntaria.
Una versión que difiere de la ofrecida por Bruno Poli, también presidente de la Asociación de Padres de Niños Secuestrados. Poli asegura que los niños no han visitado ningún psicólogo y que la falta de comunicación entre los menores y su madre es la respuesta a los 18 meses en los que no pudieron hablar con su padre.
En una comparecencia judicial celebrada el martes en los juzgados de Granada, en la que se dirimía la comisión de un posible delito de sustracción de menores y de desobediencia a la justicia, Juana Rivas explicó que no había podido comunicarse con sus hijos desde el jueves pasado. En ese sentido, sus abogados explicaron posteriormente que habían presentado un acta notarial con los diversos intentos de Rivas de contactar con ellos por whatsapp o por llamadas telefónicas ordinarias. Para conseguir reactivar la comunicación entre la madre y sus hijos, el equipo de letrados explicó que han solicitado ante la justicia italiana que se restablezca un régimen de comunicaciones regular y diaria entre Rivas y sus hijos a través de teléfono o videoconferencia. Para ello, matizaron, han hecho uso de un recurso “inaudita parte” que no requiere la voluntad del padre, sino que es una decisión que tomará el tribunal italiano según su propio criterio
Por último, el comunicado critica la actitud de Juana Rivas cuando “se negó ayer a hablar con la jueza usando su derecho constitucional a guardar silencio y hoy, sin embargo, vende por dinero una entrevista exclusiva a un medio de comunicación”, en referencia a la aparición de la Rivas en el programa de Ana Rosa Quintana en Telecinco. El abogado de Rivas niega que haya cobrado nada por la entrevista.
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