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El PDeCAT podrá recibir subvenciones en el Senado correspondientes al gasto en ‘mailing’

La Junta electoral aclara que tiene derecho pese a configurar su grupo con otros partidos

J. J. M.
Pío García-Escudero, el presidente del Senado.
Pío García-Escudero, el presidente del Senado. Mariscal (EFE)

El PDeCAT cobrará las subvenciones que le corresponden para cubrir los gastos del envío por correo de sobres, papeletas y propaganda tras formar grupo propio en el Senado con la ayuda de otros partidos. Así lo establece una resolución de la Junta Electoral Central, que a finales de diciembre recordó al Ministerio de Interior que no le había consultado casos similares ocurridos en el pasado con otros partidos.

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No obstante, tres votos particulares disienten de la resolución adoptada por el organismo. “La interpretación de la mayoría vendría a respaldar una práctica según la cual todas las candidaturas tienen derecho a la subvención”, resumen los discrepantes. “Esta interpretación la consideramos gravemente contraria a la legalidad y al buen manejo de los caudales públicos. Alienta el fraude, que va más allá del denominado préstamo de diputados o senadores, porque haría posible el beneficio de una subvención a la que, según la interpretación literal de la LOREG, no se tendría derecho”.

La ley establece que “se abonarán 0,18 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las que haya presentado lista al Congreso y al Senado, siempre que la candidatura de referencia hubiera obtenido el número de diputados o senadores o de votos precisos para constituir un grupo parlamentario en una u otra Cámara”.

No es la primera polémica que afecta al PDeCAT en el Senado. En junio de 2017, el Tribunal Constitucional tuvo que declarar nulo el acuerdo de la mesa de la Cámara Alta que aplicaba estrictamente el reglamento —que exige un mínimo de diez senadores para crear un grupo, cuando la antigua Convergència tiene solo cuatro— y obviaba que el partido catalán había conseguido que otras cuatro formaciones le prestaran senadores para cumplir con los requisitos —una práctica habitual—.

La Mesa del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, consideró en 2016 que el número de senadores prestados para alcanzar los diez no podía superar los cuatro, porque estos volverían a sus respectivos grupos posteriormente, lo que impediría que el PDeCAT cumpliera con el mínimo de seis senadores que debe tener un grupo a lo largo de la legislatura.

La posterior sentencia del Constitucional afeó ese criterio al asegurar que la Mesa se precipitó al interpretar que la formación independentista perdería a los senadores prestados y que se quedaría en un grupo con cuatro miembros, por lo que aplicó una causa de disolución de forma "prematura". Debía haber esperado a que eso sucediera, razonó el Alto Tribunal, que además reflejó en su sentencia que los dos senadores de Coalición Canaria se habían comprometido a permanecer en el grupo (para un total de seis, con lo que se cumpliría el requisito).

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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