Rajoy toma el mando de la campaña del PP en Cataluña

Mariano Rajoy se vuelca desde este domingo para enderezar la campaña del PP y taponar la fuga de votos hacia Ciudadanos en las elecciones del próximo jueves 21. El presidente del Gobierno encadenará tres actos y pedirá que se apoye a Xavier García Albiol con el argumento de que encarna “el voto útil”. Rajoy, que sumará cinco intervenciones durante la campaña, pretende visitar las cuatro provincias para lanzar el mensaje de que solo el PP ha servido para detener el desafío independentista al aplicar el artículo 155 de la Constitución desde el Ejecutivo.

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El líder del partido acude al rescate: el PP catalán solo sumaría el 5,4% de los votos y un máximo de seis escaños, según Metroscopia, lo que supondría igualar el peor resultado de su historia.

“Las perspectivas son muy malas”, reconoce un veterano dirigente popular. “Y lo peor es que los que voten ahora a Inés Arrimadas en las elecciones autonómicas no votarán a Rajoy en las generales; seguirán con Albert Rivera”, razona. “Ellos están defendiendo con contundencia lo que siempre hemos defendido nosotros”, prosigue este dirigente. “Entre nosotros eso ahora solo lo hace Albiol”, constata.

Rajoy viaja a Cataluña para taponar la fuga de votos a Ciudadanos. Explicará que el constitucionalismo se enfrenta a un grave peligro en Girona, Lleida o Tarragona y que los votos que abandonen al PP en esas provincias para sumarse a Ciudadanos no se traducirán en más escaños para Arrimadas, sino en que la CUP, ERC o Junts per Catalunya sumen representantes que de otra forma habrían ido al grupo de Albiol.

“El que saque más votos de los dos en Girona se llevará el último escaño. ¿Cuál quieres que sea, PP o CUP?”. Este argumento forma parte de la campaña que este viernes comienzan los populares por esa provincia, la de mayor implantación independentista. Si en Girona el PP ganara un escaño sería a costa de Catalunya en Comú Podem, siempre según las fuentes populares. En Lleida la pérdida de un escaño popular iría a la candidatura del expresidente Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, en tanto que la pérdida de un escaño que prevén algunas encuestas en Tarragona estaría entre esa candidatura o la de ERC.

“La ley D’Hont [la fórmula matemática de asignación de escaños en función de los votos] no entiende de bloques sino de partidos y lo que el PP pierda no va a ir a Ciudadanos”, al menos en las tres provincias catalanas menos pobladas, insisten en el PP. En la campaña de persuasión se apelará a todos los que votaron al PP en Cataluña en las elecciones generales de junio de 2016. Si ese voto se repitiera obtendrían un escaño más del que ahora tienen en Lleida y Girona; 2 en Tarragona y 4 en Barcelona, siempre según cálculos del comité de campaña.

No es la primera vez en que el PP emplea esa táctica. Ya lo hizo en las generales de 2016, cuando logró pasar de los 123 diputados de 2015 a los 137 actuales. Fuentes de la dirección nacional apuntan dos claves para ese resultado: una campaña llena de actos sectoriales y repetir machaconamente que muchos de los escaños perdidos no acabaron en Ciudadanos, sino en partidos nacionalistas.

En su reclamo añaden que el PP “es quien ha logrado que sea aplique el artículo 155 de la Constitución”, con el que se destituyó al Govern de la Generalitat y se disolvió el Parlament tras la declaración de independencia del 27 de octubre. “Esos votos y ese escaño fueron útiles para Lleida, para Cataluña y para el conjunto de España”, señaló entonces, refiriéndose a que había servido para activar el artículo 155. “Con esos votos hoy se gobierna en España”.

Un hueco en la agenda

Rajoy remachará hoy esos argumentos, en un acto en Salou (Tarragona) al que acudirán presidentes autonómicos del PP y toda la dirección nacional del partido. Tras esa intervención, el presidente preparará las del lunes y la del martes, que en teoría son en la provincia de Barcelona, aunque su equipo le está buscando un hueco en la agenda para que acuda también a Girona. Incluso volverá a aparecer el miércoles, jornada de reflexión, cuando tiene previsto participar en la cena de Navidad del PP de Madrid: no podrá pedir el voto, pero sí hacer balance de los efectos de la intervención del Govern.

Solo después del 21-D llegará el momento de valorar si la candidatura de Albiol fue un acierto. La dirección nacional del partido le considera “un valiente”. Apostó por él al valorar que representa “el ADN” del PP. Y premió años de desgaste frente al independentismo, primero como alcalde de Badalona y luego como presidente del grupo del PP en el Parlament. No obstante, su elección nunca tuvo el respaldo de la totalidad del partido. El sector más moderado del PP planteó la opción de un cambio de cara por la misma razón por la que Albiol sumó apoyos internos: la dureza de su discurso frente al independentismo.