El Gobierno se plantea recortar las subvenciones a medios digitales en catalán

El enviado del Gobierno en Cataluña para gestionar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, Roberto Bermúdez de Castro, ha informado en público por primera vez en la mañana del lunes sobre cómo se está desarrollando y ha dejado caer una novedad importante: el Ejecutivo está examinando con lupa las subvenciones que reciben los medios de comunicación digitales en catalán, porque "no había mejor negocio en Cataluña estos cuatro años que montarte una web para apoyar el proceso y llevarte una subvención". "Aceptamos las propuestas que nos llegan de reparto de subvenciones, lo respetamos, no tocamos nada. La única subvención que estamos repasando es a medios de comunicación digitales en catalán", ha anunciado en su comparecencia en el Senado, tras criticar las "falsedades" que algunos de estos medios, en su opinión, han estado publicando. Es una medida limitada a medios digitales, ha precisado, no a los de papel, ni televisiones, radios  o entidades culturales. "Haremos un reparto objetivo", ha anunciado.

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A la salida, a preguntas de los periodistas, ha suavizado el tono y ha explicado que al recibir la resolución para firmarla ha exigido información sobre los criterios de asignación de las subvenciones y luego tomará la decisión que corresponda. La subvención anual para todos los medios en catalán, en todos los soportes, es de 6 millones, ha señalado. A los digitales correspondería una parte, en torno a 600.000 euros. No obstante, espera que las explicaciones sean convincentes.

En su comparecencia ante la comisión que supervisa la aplicación del 155, a los 38 días de la aprobación de la medida en esta Cámara, Bermúdez de Castro ha acabado por soltarse en su segundo turno de intervención con frases como esta, dirigida a la secretaria general de ERC: "A la señora Rovira le hubiera encantado que fuéramos 500, en autobuses desde Madrid, y hemos ido tres personas, para que nadie se pudiera sentir incómodo". Sin embargo, ha señalado, "no ha habido ni una sola foto de ninguno de nosotros en un edificio público".

También se ha referido al caso de Elsa Artadi, Directora General de Coordinación Interdepartamental de la presidencia de la Generalitat, y nombrada por Puigdemont jefa de su campaña para las elecciones del 21-D, con la que el Gobierno ha adoptado una actitud flexible al dispensarle de acudir a su puesto hasta después de los comicios, como ha relatado EL PAÍS. Pero ha aprovechado este caso para meter el dedo en la llaga: "Se le dio la oportunidad de irse, y no se quiso ir, y por tanto en el momento en que no se quiso ir, acataba el 155, como otros de Esquerra. Luego dirá lo que quiera, pero su trabajo dentro de la Generalitat es fundamental para aplicar el 155 . Ella coordina todos los departamentos, todas las consejerías. (…) Esta es la locura en la que viven algunos: fuera defienden una cosa, y dentro defienden la contraria". En la misma línea, recordó al portavoz de ERC que "en las consejerías gobernadas por ustedes siguen los suyos, acatando el 155".

En su primera intervención, más institucional, Bermúdez de Castro, secretario de Estado para las administraciones territoriales, ha insistido en que se ha restablecido la “normalidad”, las relaciones con la administración catalana son de “respeto institucional” y el balance es “satisfactorio”. "El respeto y la profesionalidad han sido la tónica general en la actuación de los cargos públicos que han permanecido en su puesto y los funcionarios autonómicos", ha subrayado. Respecto a las elecciones del 21-D, en respuesta a la preocupación del PSOE sobre la tranquilidad a la hora de votar, ha anunciado que cada colegio contará con la presencia de una patrulla policial.

Bermúdez de Castro ha querido puntualizar que el 155 “no ha supuesto la suspensión de la autonomía”. “El Gobierno no ha ido a Cataluña a ocupar espacios físicos o políticos que corresponden a las instituciones de Cataluña", ha remarcado, sino obligado por la "incapacidad acreditada de los dirigentes de la Generalitat". El obejtivo, ha dicho, es que "este periodo sea lo más breve posible".

La próxima comparecencia para informar del 155 será de la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, el próximo 18 de diciembre, por petición del PSOE, según se confirmó ayer. En una intervención de 21 minutos ante la comisión encargada de supervisar la aplicación del 155, el enviado del Ejecutivo ha justificado esta medida “por una situación excepcional”. La declaración unilateral de independencia, acusó, “fue una decisión ilegal, arbitraria, autoritaria, sectaria y adoptada en contra de la mayoría de los catalanes”. "Había que evitar la caída al precipicio a la que empujaba el independentismo y normalizar la actividad administrativa atendiendo los problemas reales de los catalanes", ha argumentado.

A continuación ha referido cronológicamente las decisiones tomadas, a partir de la destitución del Govern y la disolución del Parlament  hasta 141 ceses de personal de confianza.Solo ha reseñado especiales dificultades en el área de Justicia, "donde se habían paralizado 26 contratos en los últimos meses". Concluyó que la coordinación entre administraciones  se ha agilizado, aunque "falta mucho camino por recorrer".

El portavoz del PSOE, Ander Gil, tras defender la aplicación del 155, ha querido marcar la distancia con el PP, pues admitió que esta medida "fue especialmente dura para el PSOE". Enseguida aprovechó su turno para renovar las críticas de su formación a las cargas policiales del referéndum ilegal del 1 de octubre. "El Gobierno también cometió algunos errores", acusó, porque "ni antes encontró las urnas ni después pudo impedir" que se votara y tuvo a las fuerzas de seguridad "hacinadas" en un barco. Definió al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, como "bastante incompetente". "No confiamos plenamente en este Gobierno y considermos imprescindible vigilar la aplicación del 155", advirtió. "Nuestro apoyo no constituye un cheque en blanco".

El portavoz del PDeCAT, Josep Lluís Cleries, calificó el 155 de "un abuso de poder y un acto antidemocrático". "Esto es lo más antidemocrático que te puedas imaginar, que te gobierne el penúltimo partido del Parlament", lamentó. Cleries recordó las cargas policiales del 1 de octubre y reprochó a Mariano Rajoy haber llamado "a una persona que le han quemado una bandera, y me parece muy bien, pero no a una persona que ha perdido un ojo".

Miguel Ángel Estradé, de ERC, decidió hablar desde su escaño y sentado, para mirar a la cara a Bermúdez de Castro, cuyo puesto estaba en el estrado de presidencia y desde el atril quedaba a sus espalda. También protestó por que haya comparecido directamente la vicepresidenta del Gobierno. Al secretario de Estado le resumió en pocas palabras su postura: "Este grupo parlamentario no va acatar el 155, nunca", sentenció.