La UE aportará fondos para evitar atentados terroristas en lugares con concentraciones masivas

La Unión Europea liberará fondos para que los Estados y Gobiernos regionales refuercen las medidas antiterroristas en lugares con grandes concentraciones de personas, según ha informado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para así evitar ataques como los que sucedieron en La Rambla de Barcelona y Cambrils, donde el pasado 17 de agosto fallecieron 16 personas. Cada Estado miembro presentará a Bruselas los proyectos que quiera financiar en función de las necesidades concretas de seguridad de cada ciudad, y la UE dará el visto bueno a parte o la totalidad del paquete propuesto. Fuentes de Interior avanzan que la suma global que aporte la UE a los Estados superará “las decenas de millones”.

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“Es un avance que la Unión Europea se replantee cómo regular y ayudar para garantizar, desde el punto de vista económico, que se tomen medidas en los espacios públicos y así preservar la seguridad de todas las personas que acudan. Hay determinados espacios públicos que necesitan inversiones para garantizar esa seguridad, y la UE facilitará fondos, ellos dirán la cuantía, que se mantendrá en los próximos años, para garantizar que el riesgo sea mínimo en esos lugares”, ha afirmado Zoido en la cumbre de los seis ministros del Interior de los países más poblados de la Unión Europea, que se celebra estos días en Sevilla.

Durante el encuentro, denominado G6, los seis representantes de los Ejecutivos de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Polonia y España, junto a dos miembros de la Comisión Europea y otro del Gobierno marroquí, han consensuado la necesidad de controlar la venta y distribución de sustancias con las que los terroristas elaboran explosivos caseros como el TATP (denominado la madre de Satán) y que iba a ser utilizado por los terroristas en Barcelona. Estos productos como el acetona, el agua oxigenada y el ácido sulfúrico pueden ser adquiridos en cualquier droguería.

“Tenemos que compatibilizar los derechos de los fabricantes y de los comerciantes, porque muchas de esas sustancias se utilizan con muchos fines, pero su mezcla puede producir un explosivo y un resultado altamente peligroso. En ese control debemos ser muy exhaustivos para evitar explosivos como el TATP, que aquí dio lugar a la explosión [en el chalé de Alcanar]”. “Una cosa es el lícito comercio y otra cosa es que no tengamos un control exhaustivo de determinadas sustancias”, ha añadido el ministro.