Se alquila balcón para San Fermín a 50 euros por persona: desayuno y tertulia incluidos

Cuando la llaman para alquilar su balcón, Arcadia hace de tripas corazón y con cierto pudor pregunta por el “tamaño” de los interesados. “¿Son ustedes pequeños o corpulentos?”, inquiere esta pamplonica afincada en San Sebastián que cada año vuelve a casa por San Fermín. “El otro día un señor se me enfadó al teléfono, ‘¿y a usted que le importa eso?’… Le tuve que contar que una vez pasé un soponcio muy grande porque se me presentaron tres que debían pesar doscientos kilos cada uno… Desde entonces pregunto para curarme en salud”.

Cada año Arcadia, como tantos otros pamploneses, alquila sus “balconcitos” para ver los encierros. Si no abultan mucho, caben unas 12 personas, seis por balcón. A 50 euros la plaza, desayuno y tertulia incluidos. “La de arriba cobra 150”, subraya Arcadia, que saca suficiente para cubrir los gastos anuales de la comunidad de su piso en la calle Estafeta. Lo tiene todo vendido desde hace un mes, incluidas cuatro plazas a japoneses. “A mí me funciona el boca a boca, y siempre viene alguna agencia o gente recomendada de un hotel”, dice Arcadia, que pasa “unas mañanas muy amenas”, entretenida con las tertulias que generan los rapidísimos encierros.

Los balcones a lo largo de los 875 metros del mítico recorrido se han alquilado en Pamplona de siempre, pero Internet revolucionó el negocio. Ahora hay balcones hasta en Wallapop. Por su parte, en Airbnb la burbuja de apartamentos turísticos se dispara la semana del 7 al 14 de julio: solo queda disponible el 6% de los alojamientos para esas fechas, y los precios duplican y hasta triplican, los de la semana siguiente, llegando hasta los 900 euros para pisos con cinco camas.

El tablón de anuncios de Sanfermin.com (propiedad de la firma de Kukuxumusu) fue una de las primeras plataformas online en poner en contacto a dueños de balcones y turistas. El tablón comenzó hace 11 años. “Al principio los mensajes eran tipo ‘Juani te quiero’ o ‘Me gustan los toros’, hasta que alguien empezó a anunciar sus balcones”, explica Manu Corera desde Kukuxumusu. Con el tiempo, la web creó una categoría específica, empezó a cobrar un canon por los anuncios y, desde este año, para usar su plataforma hay que comercializar el balcón a través de un agente turístico especializado local, Destino Navarra.

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¿Por qué el cambio? “A día de hoy alquilar por libre tu balcón para San Fermín no tiene ningún problema legal –siempre que pagues el IVA, factures y declares el IRPF–, ya que no se considera un arrendamiento urbano, como sí lo son los apartamentos turísticos”, explica Mikel Ollo, de Destino Navarra. “Sin embargo, la Hacienda Foral ha hecho hincapié este año en la vigilancia de la economía sumergida durante los sanfermines... Siempre ha habido mucha picaresca”. No es necesario por tanto, contar con un intermediario, “pero hacerlo mitiga la inseguridad y ofrece garantías, tanto para el visitante como para el dueño del balcón”, dice Ollo: el pago es seguro y por adelantado, se pueden presentar reclamaciones, el dueño se desentiende de la gestión y el visitante se asegura de estar acompañado por un guía turístico.

Con intermediario de por medio, los precios oscilan entre los 90 y los 150 euros por plaza en balcón, dependiendo de la altura del mismo (los más caros son los primeros y segundos), de si se incluye un transfer desde el hotel, una visita guiada de la ciudad o un desayuno. Sanfermines.com gestiona este año 130 plazas al día, de las que ya ha colocado un 97% a más de mil personas de 34 países, con un llamativo ascenso de los turistas, chinos según sus responsables.

Si el balcón se alquila directamente al dueño, la plaza sale más barata, entre 50 y 60 euros. El primer resultado en Google de la búsqueda “balcón San Fermín” es para la página Sanferminbalcones.com en la que se ofrecen (a 60 euros) plazas en un tercero con ascensor de la calle de la Estafeta. Es la casa de Kete, que corría “de siempre” los encierros, pero con 34 años y dos niñas, ahora prefiere verlos desde arriba, rodeado de turistas y de paso sacarse “un dinerillo”. Para salir el primero en Google ha pagado un anuncio al buscador. “Entre el anuncio, el diseño de la web, el desayuno y el IVA, al final de los 60 no te queda tanto”, explica el pamplonica que ofrece un desayuno completo (bollería, tostadas, café, zumos, cereales…) y una tertulia post-encierro con la repetición televisada: “Hay que dar algo extra, porque lo que es la carrera dura solo unos segundos”.

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Para este viernes lo tenía todo reservado, aunque él recomienda ver el encierro del 14. “Ese día corren los miura, que son la casta más distinta, muy bravos y muy largos y finos, parecen casi ciervos”, dice Kete, al que le gusta hacer de comentarista con los visitantes. Entre sus anécdotas más celebradas les explica que los Lamborghini Murcielago, Aventador, Reventón, Islero, Diablo y por supuesto Miura, deben sus nombres a toros famosos, ya que el fundador de la marca, Ferruccio Lamboghini, era aficionado a la Fiesta. ¿No echa de menos estar abajo, en la calle? “Algo de txirrinta tengo”, dice. “No hay nada como sentir el soplido del toro en la espalda… aunque el que diga que no se pasa miedo, miente”. Para no pasarlo, balcón a partir de 60 euros por cabeza.